Transportistas en conflicto
Como es sabido, los camioneros uruguayos –y esto no escapa a Salto- vienen realizando una serie de planteos y movilizaciones que apuntan, en líneas generales, a encontrar soluciones que mejoren su rentabilidad.
El pasado lunes 8, hubo una concentración de estos trabajadores, con sus medios de transporte, en el entorno de La Gaviota; fue una protesta pacífica que se hizo a modo de «vigilia» –así se le llamó- y tuvo la adhesión de un número muy importante de camioneros. Desde el Centro Unión Fleteros de Salto, a través de su secretario Julio Zedniceck se ha venido explicando que la protesta apunta a que se respeten «los costos». Entienden en ese sentido que «el que conoce los costos del transporte es el transportista, el camionero que anda arriba del camión y no un ingeniero que lo contratan los grandes acopios y terminan sacando los costos y terminan fijando las tarifas».

Asimismo, explicaron que el costo del transporte puede dividirse en costos directos y costos diferidos. Directos son el gasto de gasoil, los peajes, el sueldo del chofer; diferidos, el costo de las cubiertas (que deben cambiarse cada 70.000 km aproximadamente), el motor (que requiere mantenimiento), etc.
Pero dejando a un lado lo que se viene informando por ejemplo mediante algunos comunicados acerca de la problemática, EL PUEBLO fue en busca de la palabra de Zedniceck para conocer más en profundidad y de primera mano estos asuntos.
-¿Por qué se están movilizando?
Nos movilizamos en apoyo a la comisión de transporte de granos, que es una comisión que viene trabajando hace muchísimos años, en procura de poner una tarifa que refleje los costos del transporte y un pequeño margen de utilidad.
Hoy por hoy la molestia más grande que tenemos es con los acopios y no con los productores. Tiene que quedar bien claro que los productores hoy por hoy son rehenes también de los acopios. Nosotros defendemos la producción nacional porque sabemos que es el primer eslabón de la cadena productiva uruguaya; pero también decimos: el transporte es el segundo, es la rueda que mueve toda la producción del país. Si matamos el segundo eslabón de la cadena productiva se corta todo.
-Más concretamente, ¿qué es lo que molesta de la postura de los acopios?
Hace unos 8 años atrás, había escasez de camiones y fueron los acopios los que quisieron reunirse con los transportistas y fijar las tarifas, para que las tarifas no se le dispararan. Pensaron: si hay pocos camiones la tarifa se va a disparar y a nosotros no nos sirve. Entonces nos llamaron, fuimos y negociamos una tarifa que sirviera a las dos partes. Ahora, en la última reunión que tuvimos con ellos, que fue vía zoom, nos dijeron bien clarito: ustedes conocen sus costos, pongan ustedes las tarifas, esto es oferta y demanda. Entonces nosotros decimos: ¿cómo?, ¿ahora que está tapada de camiones la plaza y que nosotros queremos fijar una tarifa de preferencia, nos dicen que no sirve y que es oferta y demanda? Me parece que hay que poner la abalanza en equilibrio y no solamente para un lado.
-Dijo «plaza tapada de camiones»… ¿Saturación del mercado?
Sí, la idea es mostrarle a la opinión pública que el transporte no está bien, que hoy sufre las consecuencias de ingresos de camiones a una plaza ya saturada y que lamentablemente los acopios nos usan, o sea, usan ese ingreso de camiones para decir que es oferta y demanda, porque hay muchísimos camiones y siempre va a haber uno que va a ir más barato. Ese es el gran problema…
-¿Y cómo funcionan los controles?
En el caso de Salto ya se votó antiguamente un famoso control satelital. Hoy este gobierno habla de poner algo similar, llegado en caso se va a ver. Pero la postura de los transportistas en general fue que no se quiere un control en el camión propiamente dicho, quizás si hay alguna otra forma se estudiará.
-Pero creen que es necesario un control…
Yo, a nivel personal creo que sí, pero hay mucha gente a nivel de Salto, te diría la mayoría, que dice que los controle ya están, que están las balanzas, los peajes, y que ahí se debería fiscalizar. Me parece bueno decirlo porque esa es la postura de Salto.
-¿Qué contactos han tenido con el Gobierno y con qué respuestas?
Hemos hablado con Pablo Labandera, Director Nacional de Transporte, y él lo que nos dice es que ellos no pueden intervenir en un negocio entre privados. Nosotros le dijimos que lo único que queremos es evitar un conflicto grave, una paralización, que no le sirve a nadie. Queremos no llegar a eso.
Además, siempre hemos mantenido informados de todo a los políticos salteños, como diputados, senadores, ellos están enterados. Por ejemplo hace unos días un muchacho de Quebracho, Durán de apellido, la intención que tuvo fue ir a encadenarse frente al Palacio Legislativo. De hecho fue y no lo dejaron encadenarse pero se quedó sentado en una silla playera todo el día. Yo informé a los políticos salteños que se arrimaran a él a ver si podían solucionarle algo. Se acercaron, se le consiguió una entrevista con Pablo Labandera y volvió. Lo que le decimos al gobierno es esto: como institución queremos buscar soluciones y a nivel individual hay muchísima gente que está hablando hasta de hacer locuras…La gente está desesperada porque dice que los grandes inversores acapararon el mercado de camiones y el camionero que tiene uno o dos camiones no tiene rentabilidad.
-¿Usted cree que es un problema de este Gobierno Nacional o ya viene de antes?
Lo digo como opinión personal: para mí esto viene de larga data, y se viene agudizando año a año.
-Por último, ¿cómo evalúan la movida del lunes 8 en la entrada de Salto?
En Salto la movida fue muy buena. Hubo muchísimo apoyo de la gente y tenemos que agradecer. La gente está en defensa pero igual tiene que ir a trabajar porque se les dice: si no venís vos, vienen diez atrás. Salto apuesta a la manifestación pacífica y no solo a un paro. Hay otras gremiales que hablan de paro, de medidas más duras y conflictivas. Pero de última, Salto es una de las 26 gremiales que conforman ITPC, la cabeza de todas las gremiales.
Así que si ahí se vota en una asamblea un paro, Salto lo acatará. Pero la movida en Salto fue buena, hubo más de 25 camiones; nosotros no le dijimos a nadie que dejara de trabajar para ir a la manifestación sino que pedimos que todo aquel que tuviera un camión acá lo mandara. Yo por ejemplo tenía dos camiones trabajando y mandé uno.









