Gracias al trabajo del INTA, se presentó Tonada INTA, una cebolla de día intermedio que fortalece el consumo fresco y las exportaciones; además, el repollo gana protagonismo en invierno.
Argentina desarrolla una nueva variedad de cebolla: Tonada INTA

Gracias al trabajo de mejoramiento genético, un equipo del INTA en Mendoza desarrolló Tonada INTA, una nueva variedad de cebolla inscripta en el Registro Nacional de Propiedad de Cultivares del Instituto Nacional de Semillas. Este material está destinado al consumo en fresco y representa una alternativa de calidad tanto para el mercado interno como para la exportación.
«Tonada INTA es una cebolla de día intermedio, que se cosecha entre fines de diciembre y principios de enero. Tiene baja pungencia, bajo contenido de sólidos solubles y bulbos esféricos de color bronceado con pulpa blanca; su obtención demandó más de 14 años de trabajo», explicó Claudio Galmarini, responsable del programa de mejoramiento genético de cebolla del INTA La Consulta.
Su cultivo se adapta especialmente a regiones como Cuyo, el Sur de la provincia de Buenos Aires y los Valles Medio e Inferior del Río Negro. Esto amplía su alcance a nivel nacional y ofrece oportunidades en distintos ambientes productivos.
En Argentina se producen cerca de 700.000 toneladas de cebolla al año en unas 16.000 hectáreas. El país es uno de los principales exportadores de cebolla fresca y deshidratada de América Latina. INTA, por su parte, es responsable de alrededor del 60 % de las variedades sembradas.
Tras ser inscripta en el INASE, la cebolla Tonada INTA ya está lista para ser difundida y adoptada. “Tenemos una gran expectativa. Tonada INTA puede ocupar el nicho de producción de cebollas torrentinas, con un potencial de alrededor de 1500 hectáreas y posibilidades de comercialización en Chile y Uruguay”, anticiparon los obtentores.
Entre sus ventajas frente a otras variedades frescas se destacan su mayor rendimiento, la forma esférica de los bulbos y una mejor vida post-cosecha, lo que la posiciona como una opción muy competitiva.
El repollo, estrella del invierno
Con el inicio del invierno, el repollo se instala como una de las hortalizas de hoja más populares, presente tanto en platos calientes como en ensaladas. Pertenece a la familia de las Brassicáceas y se caracteriza por su cogollo compacto de hojas lisas.
Aunque su origen exacto es difícil de precisar, se le atribuye una amplia distribución silvestre en la Europa antigua, desde Dinamarca hasta Grecia. Se la consideraba una planta digestiva y útil para combatir los efectos del alcohol. Hoy, el repollo es una de las hortalizas más cultivadas en climas templados y trópicos, apreciado por su sabor y beneficios nutricionales.
Disponible todo el año, su mejor época es el invierno, como ocurre con otras coles: brócoli, coliflor y repollito de Bruselas. Crudo o cocido, aporta vitamina A, C y folatos, claves para la formación de glóbulos rojos y blancos.
Las variedades se dividen en tempranas, que maduran en 50 días y son de consumo inmediato, y tardías, que maduran en 80 días, con cogollos grandes ideales para almacenamiento. Los tipos más comunes son el blanco, el morado y el crespo.
Mercado agroalimentario y tendencias invernales
Según datos de la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM), el lunes 23 de junio se registró una mayor concurrencia de compradores, impulsada por la ola polar. Se incrementó el interés en hortalizas secas o pesadas.
Hubo descensos de precios en morrón verde, tomate redondo, perejil, puerro, cebolla de verdeo, apio y mandarinas. Por otro lado, se encarecieron morrón rojo, frutilla, choclo y brócoli.
Durante la semana del 14 al 20 de junio, se observó una mayor oferta de hortalizas de hoja, brote e inflorescencia de la familia Brassicaceae (brócoli, coliflor, repollo, rúcula, rabanito, repollito de Bruselas). Mejores calibres y calidad empujaron los precios a la baja. En acelga, espinaca y lechuga, los precios se mantuvieron estables. Productos como apio y nabo aumentaron en precio por la alta demanda durante días fríos.
La cebolla de verdeo del litoral norte —especialmente del tipo blanca— mostró mayor presencia y se perfila como alternativa parcial a la cebolla seca. En el caso del choclo, la plaza se abasteció con partidas importadas desde Brasil y Argentina, siendo el choclo superdulce nacional el de mayor cotización por su calidad.