“En este período de gobierno a pesar que la economía creció, aumentó la pobreza y la desigualdad”
Pablo Ferreri fue subsecretario del Ministerio de Economía durante el último gobierno nacional del Frente Amplio, hoy ocupa tareas de Hacienda en la comuna capitalina. Políticamente, respalda desde su nuevo sector, el Espacio Socialdemócrata Amplio (ESA), Lista 99 mil, la precandidatura presidencial de Carolina Cosse. En reciente visita a nuestra ciudad dialogó con EL PUEBLO.
– Si se interpretan las encuestas de opinión sobre cuáles son los mayores problemas que los uruguayos avizoramos, daría la impresión que todo tiene que ver con la economía, incluso los problemas con la seguridad, ¿es tan así?
– Creo que hoy los principales problemas que vemos en las encuestas son seguridad y economía, que obviamente tienen vasos vinculantes. En materia económica se reflejan muchas preocupaciones de los uruguayos, como por ejemplo, la posibilidad o no de conseguir un empleo, la posibilidad o no de que tu salario te alcance para llegar a fin de mes, que alcance para cubrir los costos de la casa o para mantener a los hijos. Por lo tanto, ahí vemos probablemente el centro de las preocupaciones de cualquier ser humano. Lo vinculado a la subsistencia, pero también a las posibilidades de desarrollo personal y familiar. Por lo que es bastante esperable que siempre esté dentro de las principales preocupaciones. Donde además, tenemos un país que es caro y los niveles salariales son relativamente bajos para lo que es el nivel de precios de nuestro país, también parece bastante razonable que dentro de esas preocupaciones esté la posibilidad de llegar a fin de mes o las penurias económicas que pasan miles y miles de uruguayos.
Para tener un dato en la cabeza, aproximadamente 550 mil uruguayos ganan menos de $ 25 mil por mes por 40 horas de trabajo semanal. Todos sabemos lo que cuesta vivir en Uruguay, con ese salario es muy difícil llegar a fin de mes. Un segundo dato es que los niveles de pobreza, sobre todo la que tiene Uruguay, es 20%. Vimos cómo en este período de gobierno, a pesar que la economía creció, aumentó la pobreza y la desigualdad. Eso quiere decir que el crecimiento no le está llegando a los que menos tienen, los pobres no se enteran de ese crecimiento económico. Por lo que es razonable que estemos frente a una situación donde mucha gente no tenga oportunidades, carezca de formas de superarse y de medios para poder lograrlo.
– Hay algún precandidato presidencial que estaría dispuesto a bajar impuestos, como el IASS y el IRPF. De acuerdo a lo que usted comenta, más del 76% de los uruguayos no se verían beneficiados con esos descuentos que se proponen. ¿A quiénes beneficiarían?
– Ahí se cometen dos errores conceptuales. El primero es incurrir en un acto de demagogia. Un país que tiene una situación fiscal tensionada, no parecería posible bajar impuestos. De hecho, este gobierno hizo campaña electoral diciendo que iba a bajar las tarifas, los combustibles y los impuestos. No bajó ni las tarifas, ni los combustibles y a los pocos días de asumir redujo los descuentos del IVA, lo cual significó aumentar impuestos. Por lo tanto, creo que incurrir en un carnaval electoral cuando estamos en plena campaña, le hace muy mal al nivel de discusión que tenemos que tener los uruguayos para entender los problemas y tratar de solucionarlos.
En segundo lugar además, bajar los impuestos que generan más justicia en nuestro sistema tributario significa hacer algo parecido no a Robin Hood sino a Hood Robin; es decir, sacarle a los que menos tienen y darle más a los que más tienen. Así que esa es una concepción absolutamente equivocada tanto por lo demagógico como por lo conceptual.
– Para tratar de ser más equitativo, ¿no sería el IVA el impuesto que debería rebajarse?
– Exactamente, aquellos impuestos que pagamos todos, incluso aquellos que menos tienen, en caso de ser posible, deberían reducirse. Por eso pienso que el camino que iniciaron Danilo (Astori) y Tabaré (Vázquez) de una reforma tributaria que es ejemplo a nivel internacional, es el camino que hay que continuar. Un sistema tributario que recaude lo necesario para financiar la vida en sociedad, pero que además incorpore grados de justicia que permita equilibrar un poco las oportunidades en la vida.
– Otro de los postulados de Astori era cerrar las cuentas con el Fondo Monetario y generar lo que él llamó una deuda soberana, algo que logró pero que terminó multiplicando exponencialmente nuestra deuda externa.
– Me formé al lado de Danilo Astori, si bien me considero Seregnista, también soy muy astorista. Esa mirada responsable, prudente, una mirada general de la política pública. Entiendo que fue una muy buena medida generar una deuda soberana. Los gobiernos del Frente Amplio se caracterizaron por el orden macro económico y fiscal, eso le dio solidez a los quince años de gobierno, donde la deuda como porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI) bajó. Cuando asumió el gobierno el Frente Amplio, era la segunda deuda en relación al PBI más alta del mundo, solo por debajo de Turquía. Eso se llevó a valores mucho más razonables porque la deuda en volumen creció, pero creció muchísimo más la economía, y lo que importa al final del día es el ratio de deuda sobre Producto. En este período de gobierno la deuda aumentó 10 puntos del PBI sobre el producto, y ese es un dato muy preocupante, además la mitad de la deuda está en dólares y con el atraso cambiario más importante de los últimos 25 años, hay una contingencia que si sube el tipo de cambio el peso de la deuda va a crecer aún más. Por lo que el próximo gobierno va a asumir en una situación fiscal tensionada, y tendrá que poner un énfasis muy fuerte en recuperar niveles de crecimiento bastante más importantes que los que está teniendo la economía uruguaya en la última década.
– Cuando asumió este gobierno dijo que uno de sus principales objetivos sería abatir el déficit fiscal, cosa que logro hacer durante la pandemia pero se les terminó escapando de las manos y volvió a valores de 2019. ¿Qué está ocurriendo allí?
– La economía uruguaya está con un problema estructural de crecimiento, eso ya no es un tema de un año o dos, llevamos una década de muy magro crecimiento, esto abarca a este gobierno y al gobierno anterior, el último de Tabaré. Cuando se hace el promedio le da un crecimiento del uno y poquito por ciento anual, eso es muy bajo, Uruguay tiene que crecer a tasas de 3% por un periodo prolongado si quiere avanzar hacia el desarrollo. Esto ha hecho que el déficit fiscal en el período pasado aumentara al final. En este período el gobierno asume haciendo un ajuste que fue de mala calidad porque a pesar que en campaña electoral dijo que iba a hacer un ajuste que no iba a tocar las áreas sensibles del Estado, ese ajuste fue justamente hacia las áreas más sensibles. El ajuste reposó en una reducción de salarios, pasividades e inversiones. Yo escribí una columna a fines de 2020, y eso es lo bueno de dejar las cosas por escrito, que había titulado “ajuste de mala calidad”, porque al ser sobre áreas tan sensibles, solo podían ocurrir dos cosas, que cuando se recuperaran los niveles salariales, de pasividades y de inversiones, el déficit volviera a aumentar o que Uruguay se tuviese que acostumbrar a bajos niveles salariales, de pasividades y de inversiones. Ocurrió lo primero, de cara al periodo electoral aumentó el gasto público, y por lo tanto, volvió a aumentar el déficit. Vamos a asumir un próximo gobierno con algo menos de déficit fiscal, tampoco tanto menos con respecto a 2019, pero con una deuda que va a ser mayor, con un atraso cambiario que es el más importante de los últimos 25 años y con una economía estancada, con 10 años de bajo crecimiento y con los últimos 18 meses prácticamente sin crecer. Probablemente en 2024 la economía crezca algo, habrá un efecto rebote del estancamiento que tuvimos en 2023, pero es una situación no cómoda, sobre todo que tiene pocas perspectivas de desarrollo en el largo plazo. No hay una agenda o rumbo estratégico claro para hacer crecer a Uruguay de manera importante y sostenida a lo largo del tiempo.
– La última vez que dialogamos con Carolina Cosse lo tomó a usted como referente en materia económica, ¿usted sería el Ministro de Economía de Cosse en caso de ganar las elecciones?
– La verdad que no hemos hablado de cargos, nosotros estamos ahora en una etapa que nos tiene muy entusiasmados de recorrer el país trabajando por la candidatura de Carolina. Uruguay tiene que dar un salto de calidad en materia de crecimiento y distribución de la riqueza. Al mismo tiempo, recomponer el círculo virtuoso de crecimiento con igualdad que se vio en los gobiernos del Frente Amplio y eso hoy está roto. Creemos que la persona adecuada para alcanzar esa meta es Carolina, por su enorme capacidad de gestión, es una mujer que hace, por su capacidad de liderazgo, de síntesis, tiene 30 sectores muy diversos que la apoyan, lo que termina siendo una enorme riqueza que tiene su candidatura.
También tiene una vasta experiencia en el sector público como Ministra, Senadora, Intendenta, Presidenta de una empresa pública. Por lo tanto, reúne las cualidades adecuadas para llevar adelante ese salto transformador, y nosotros queremos aportar desde el Espacio Socialdemócrata Amplio (ESA), Lista 99 mil, que hemos creado con la confluencia de varios sectores del Frente Amplio, como el Nuevo Espacio, Convergencia Frenteamplista, Convicción, Diversidad Frenteamplista y muchos independientes, como es mi caso o el caso de Florencia Astori, hija de Danilo. Estamos muy contentos con lo que estamos creando, nos estamos transformando en una puerta de entrada al Frente Amplio. En los últimos días se incorporó República Batllista, sector de origen colorado que está integrado por Franzini Batlle.
Estamos en esa etapa de cinchar para que a Uruguay le vaya muy bien en este año bisagra, donde se decide su futuro, y para que eso sea con algo que también nos genera mucha alegría y entusiasmo de hacer historia, porque si todo sale como queremos, Uruguay va a tener la primera mujer Presidenta, y eso es un debe que la sociedad uruguaya tiene, y lo mejor es que esa primer mujer Presidenta sea Carolina. Así que por ahora nada de cargos y mucho de entusiasmo.
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PERFIL DE PABLO FERRERI
Casado, tiene dos hijos.
Es del signo de Escorpio.
De chiquito quería ser el 9 de Peñarol.
Es hincha de Peñarol.
¿Una asignatura pendiente? Compartir este momento con mi padre, que falleció hace 10 años.
¿Una comida? El asado.
¿Un libro? Izquierda y derecha de Norberto Bobbio.
¿Una película? El padrino.
¿Un hobby? Correr.
¿Qué música escucha? Me gusta toda la música, especialmente los tangos.
¿Un día de la semana? El domingo.
¿El peor día de la semana? El final de domingo.
¿Qué le gusta de la gente? Poder conversar y compartir.
¿Qué no le gusta de la gente? La falta de franqueza.
