Pasaron ya varios días y siguen siendo la «vedette» de las redes sociales las fotografías del arco iris que se formó en una tarde de la semana pasada. Es de las cosas maravillosas que da la naturaleza, imágenes que hacen olvidar tantas otras cosas desagradables que también la realidad ofrece. Ojalá la vida nunca pierda los colores.
Algunos jóvenes que acostumbran a salir en las noches, y que reconocen que al juntarse en grandes grupos en la costanera, más de una vez han sido desobedientes con las normas de prevención del Covid, comentaban ayer que «desde hace un mes más o menos es mucho, pero mucho menos la cantidad de gente que anda de noche».
¿El motivo será que el aumento en la cantidad de personas contagiadas, está recién ahora concientizando más? Ojalá que así sea, aunque hay quienes dicen que solo se debe a que en diciembre hubo muchos gastos y enero es un mes que para los bolsillos «se hace largo».
El Palacio de Oficinas Públicas, el que mucha gente todavía identifica como «el del Correo», tiene varios ambientes utilizados como salones de clase por la Universidad de la República. Debe ser por eso, por el receso de enero en los estudios, que la imagen de abandono que muestra su vereda es muy desagradable. Por calle Artigas, desde Treinta y Tres y en todo el largo que ocupa su frente, a las roturas se suma un verdadero pastizal.