En los primeros años de la década de los 70, ORLANDO REGUEIRA llegó a Salto para radicarse. Fue representante de determinados productos que se comercializaban en nuestro medio. A partir de esa inserción social, descubriendo que también podía ser, lo que él era: un juez de básquetbol de primera categoría.
Llegado el momento, se integró a esa área de la Liga Salteña, conformando una dupla de excepción con Eddi Echeverriborda.

Finales de la década y principio de los 80. ¡No era fácil arbitrar en Salto, a partir de la potencialidad de la mayoría de los planteles!
Pero la personalidad y el talento de Orlando, armas indestructibles para que la misión se contemplase. Quienes fueron parte de aquel tiempo, seguro consentirán esta certeza.
En la víspera se produjo el fallecimiento de Orlando Regueira.
En los últimos años expuso lo más generoso de su resistencia, para enfrentar un mal que fue minando su salud.
Al básquetbol en particular, le quedarán las imágenes irrepetibles de aquel señorial juez y a la sociedad que lo cobijó, valoración eterna por el ponderable vecino que fue.