Mi mayor emoción es traer estos instrumentos a Uruguay, preservando una tradición cultural invaluable
Mario D’Amico
Mario D’Amico Holzmann, organero sanducero radicado en Suiza, lideró la restauración del órgano de Notre Dame y trabaja en un proyecto para dotar a Uruguay de órganos y clavecines.



Un uruguayo en Notre Dame: restauración histórica
Mario D’Amico Holzmann, sanducero y organero, ha alcanzado reconocimiento internacional al participar en la restauración del icónico órgano de Notre Dame, París. Este instrumento, de 8.000 tubos, quedó severamente afectado tras el incendio de 2019. Gracias a un equipo de expertos y un trabajo meticuloso, el órgano volverá a sonar el 7 de diciembre, marcando un hito en la recuperación del patrimonio cultural.
Restaurar el órgano de Notre Dame fue un proyecto ejemplar y un orgullo profesional
La restauración no solo implicó trabajo técnico sino también superar desafíos como protocolos de descontaminación por amianto y plazos administrativos ajustados. D’Amico describe este proyecto como «ejemplar», subrayando la precisión y pasión de todos los involucrados.
Un camino musical desde Paysandú a Europa
La fascinación de D’Amico por el órgano comenzó en su adolescencia, influenciado por la organista Cristina García Banegas, quien lo introdujo al mundo de la música barroca. Su formación lo llevó a trabajar en los talleres más prestigiosos, como Gerhard Grenzing en Barcelona, y a colaborar en catedrales y auditorios de renombre internacional.
El órgano no es solo un instrumento musical, es una obra de arte que debe ser preservada como patrimonio cultural
En Europa, D’Amico se especializó en armonización, combinando habilidades de carpintería, herrería y diseño, necesarias para mantener y restaurar órganos históricos. Actualmente, trabaja en Orgelbau Kuhn, en Suiza, una de las empresas más antiguas del sector.
Un proyecto para Uruguay
A pesar de su éxito internacional, D’Amico mantiene un fuerte compromiso con su país natal. Lidera la campaña “Un órgano y un clavecín para cada capital departamental”, con el objetivo de enriquecer el patrimonio musical uruguayo. Este proyecto ha permitido traer instrumentos donados o adquiridos a precios accesibles, aunque enfrenta obstáculos como altos costos de importación y falta de infraestructura adecuada en Uruguay.
“Mi mayor emoción es traer estos instrumentos a Uruguay, lo que preserva una tradición cultural invaluable”, destaca. Sin embargo, alerta sobre la necesidad de mayor apoyo estatal y conciencia sobre la conservación del patrimonio musical.
Perspectivas y desafíos futuros
Actualmente, D’Amico gestiona la instalación de instrumentos en Salto y Colonia, pero señala que aún faltan recursos para alcanzar su meta. Aboga por políticas culturales que protejan instrumentos históricos, similares a las implementadas en Europa. «El órgano no es solo un instrumento musical, es una obra de arte que debe ser preservada como parte del patrimonio cultural de la humanidad», concluye.
Fuentes: Rosana Zinola / Búsqueda y La Canoa / Medios Públicos(Audio entrevista)