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viernes, 9 de mayo de 2025
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No se sabe o no se quiere saber…

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Diario EL PUEBLO digital
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Los principales cargamentos de drogas prohibidas que han salido del país, o pasado por aquí, han utilizado en los últimos tiempos el mismo sistema. Vale decir que entre los contenedores “legales” y debidamente autorizados, porque ya se los ha controlado supuestamente, y entre la producción o la mercadería que se exporta se esconde “la merca”.
Ahora bien, los “narcos”, han usado a través de los años diversos sistemas de envíos de la droga ilegal, desde aviones a barcos y hasta un submarino se dijo que poseía un connotado narco colombiano.
La cuestión es que tenemos entendido que existe un sistema aparentemente seguro de envío por este método y por lo tanto, si se hicieran los controles debidos tanto en el punto de partida como en el destino, no habría posibilidades de remitir otra cosa que lo realmente declarado.
Tenemos entendido que este sistema debidamente lacrado y cerrado ante las autoridades y los controladores correspondientes, es el más utilizado por el comercio mundial hoy día, porque permite pasar por diferentes puntos o países sin que se los vuelva a controlar, si posee la documentación correspondiente.
Salvo claro está, que se lo haga de ex profeso, para introducir en ellos mercadería que no está declarada, aprovechando que el contenedor ya ha sido revisado y comprobada su carga. La adulteración del precinto, sustituyéndolo por un “clon” idéntico, resulta clave.
Todo esto es sabido y conocido, no sólo por nosotros, y no funcionaría jamás si realmente se usara el sistema como corresponde. Sabemos que si se llegaran a realizar los controles estrictos que corresponden, no habría otras posibilidades. Se estaría resguardando debidamente el sistema comercial más usado en el mundo en estos momentos.
Pero como la corrupción humana no sabe de honestidad alguna, prefiere corromper y atentar contra él, antes de resguardarlo, arriesgando incluso que se lo cancele.
Más aún, por lo general el propio sistema “cobija” al corrupto, al delincuente, de tal forma que termina por saberse jamás, quien ni donde (porque no se quiere) se adulteró el sistema comercial de referencia.
Por el bien del comercio legalmente establecido, creemos que ha llegado la hora de revisar las fisuras que suele tener el sistema que sin duda alguna es bueno y sirve, si los corruptos no lo manchan.
A.R.D

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