El registro gráfico de MASSARINO FOTOS, para EL PUEBLO, es la síntesis de lo que se buscó: que Ceibal y Salto Nuevo afrontarán un partido, en este caso en el Parque Rufino Araújo y con una copa en juego, exponiendo sobre hecho consumado, que es posible «salir del Dickinson y llegar al barrio», tal como pregonaron a los cuatro vientos los directivos de uno y otro club.
Hubo división de parcialidades: Ceibal al sector este y Salto Nuevo al oeste. El Comando de Jefatura de Policía realizó un operativo básico con vallados en las zonas de acceso.
Por lo tanto, cada hinchada supo de libertad de movimientos: cada uno entre los suyos.
Antes del partido, posaron los 22 jugadores que iniciarían el partido. Fue el primer mensaje que el hincha captó. Por lo tanto, cada quien debió ofrecer respuesta. Los jugadores adentro y los aficionados en el entorno. ¡Claro que en los 90 minutos minutos no faltaron roces y fricciones! Natural y entendible. Pero los jugadores respetaron EL LÍMITE. A la hora de los penales, la diferencia en pro de Salto Nuevo que se quedó con la copa instituida por La Casa de los Deportes de la Intendencia.
Por lo demás, no se podría hablar de HERMANDAD entre Ceibal y Salto Nuevo a partir de la encendida rivalidad que se plantea, pero EL HECHO más significativo generó su propia elocuencia: SE JUNTARON PARA JUGAR Y JUGARON.
Eso no es algo: eso es mucho. Principio van queriendo las cosas. ¡Gratificante pues!
