Corrupción es: demorar la ley de financiación de los partidos políticos o buscar la manera de hacerla Inocua (como la JUTEP o la Corte Electoral).
Corrupción es dejarle la puerta abierta al narcotráfico (que maneja mucho dinero) para que coimeando o de cualquier otra manera pueda desempeñar sus actividades con la inmunidad que necesita.

Corrupción es: aceptar donaciones generosas de gente que luego adquiere un poder inusual que nadie discutirá y puede de esta manera quedarse con grandes licitaciones.
Corrupción es proclamar abiertamente que al Uruguay nunca llegará el narcotráfico, mientras un día sí y otro también se descubre a “cabecillas” del narcotráfico viviendo en Punta del Este. En algún caso desde hace mucho tiempo y sin que nadie los moleste.
Comencemos entonces por sincerarnos. Uruguay no es una isla y el narcotráfico está presente en nuestro país de diferentes maneras, porque precisamente está “protegido” por ese manto tan difundido. Cada vez hay más autoridades sospechadas e indagadas por casos de corrupción.
Es bueno saber que “todo hombre tiene su precio” y eso está en la propia naturaleza humana. Cuando “alguien afirma” que no es así, habría que saber antes que nada si resiste archivos (como se dice hoy) o sea si es coherente y ha hecho en su vida lo que pregona.
Hay diferentes formas de corrupción, y para nosotros es corrupto todo aquel que viola las leyes del sistema democrático al que adherimos. En muchos casos la violación se salva con mucho dinero, porque una multa irrisoria (para el capital del que se dispone) o una sanción futura “arregla” las cosas.
Esto sólo demuestra que no hay verdadera voluntad de arreglar las cosas. Que es muy bonito y favorable decir que se combate la corrupción, mientras de alguna manera se le está dejando la puerta abierta y las medidas que verdaderamente le pondrían límites, se demoran o se vuelven ineficientes por falta de recursos o similares.
El narcotráfico avanza en el país y mientras nos mantiene ocupados con el “menudeo” los verdaderos “capos” del narcotráfico pasan desapercibidos. Poco a poco nos vamos acostumbrando a situaciones que antes eran impensadas en nuestro país.
Hoy poco a poco nos vamos acostumbrando a enterarnos que hay dos o más homicidios diarios, que muchos quedan impunes y también que gran parte de ellos son cometidos por sicarios menores de edad.
Mientras tanto los que deben arreglar las cosas, o saber sus causas al menos, creen que con penas más “duras” solucionaremos las cosas. Nunca será así.
A.R.D.