La cuestión nos tiene hartos. Los dos grandes bloques de legisladores del país gastan su tiempo en dar a conocer las encuestas que más les favorecen en el tema de seguridad.
Es así que nos enteramos qué bajaron las rapiñas, pero subieron los asesinatos.
Cerraron tantas bocas de droga, pero no sabemos cuántas de esas bocas volvieron a funcionar en lugares cercanos.
Siempre hemos considerado que es una buena forma de perder tiempo.
El narcotráfico va mucho más allá de esto y las causas son muchas, exceden lo que las encuestas indican.
Mientras no halla un estudio profundo, pormenorizado sobre el tema, no habrá verdaderas variantes.
Mientras la alternativa a pasar necesidades, incluso hambre, sea “hacerse narco” no tendremos otra cosa que más delincuentes, porque al fin y al cabo ¿que diferencia hay entre morirse de hambre en las calles, sin que a nadie le importe y morir por una bala de la ley, o incluso por alguna rencilla en la cárcel?
No es esta la forma de encarar posibles cambios en la situación social.
Todos sabemos que el cierre de una “boca” es puro “humo”, como dicen actualmente los menores.
Se saca de circulación a algunos de los vendedores, pero queda el “mercado” y pronto es ocupado por otro u otros vendedores.
Cuando no responden a los “dueños” originales, puede terminar en tragedia, por algo se dan lo que se conoce como “ajuste de cuentas”.
De una vez por todas es necesario detenerse a considerar la situación social, quienes son, de que viven, ¿Por qué han optado por el camino de la delincuencia?
No cuestionamos la dureza de las multas y otras sanciones, que entendemos debieran ser mayores aún, pero sabemos muy bien que no se trata de querer salir de esta situación pensando que todo se arregla con penas más duras.
Tan errado como creer que no tenemos culpa alguna en el tema. Cuando nos desentendemos de los jóvenes que han caído en esta situación, cuando bajamos los brazos asegurando que “están así porque quieren…”
En realidad lo que estamos diciendo es “no es mi problema”.
En realidad este es un problema de todos. Basta con saber que en algún momento nos puede alcanzar y alguien de la familia, puede caer como tantos que lo han hecho, para que entendamos que no somos ajenos al tema.
En algún momento tenemos que entenderlo.
A.R.D.
No es cuestión de números
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