La vuelta a escena de Salto Fútbol Club
«Quien más o menos la va sobrellevando es Cerro Largo, sobre todo porque tiene a su favor unos empresarios argentinos que vuelcan determinado directo en el proyecto. Ahí está el caso de Tacuarembó que se fue al descenso y jugará en la Primera División Amateur. Uno que anda por aquellos lares del sur o del este, donde mucho se sabe respecto al fútbol y toda una serie de aspectos internos que hacen al funcionamiento, pasa a tener en claro que el dinero que se tenga abre o cierra puertas en materia de consolidación o de crecimiento.
El hecho es que a un club que se considera profesional, todo le sale, todo le cuesta. Los pasos que se dan, surgen a partir de la capacidad económica que se tenga o no se tenga. No hay otra verdad».
Con SERGIO VALLEJO, la derivación es inevitable hacia el retorno de Salto Fútbol Club, en la menor de las divisionales del fútbol capitalino. Piensa y apunta. Tiempo argumental.
«Cuando los empresarios llegan a un club, no siempre plantean un proyecto de largo aliento, porque el propósito que los rige es el de una ganancia entendible. La pregunta es concreta: ¿qué pasa si no desquitan lo que ponen en materia de dinero? Generalmente es la apuesta por jugadores juveniles, los más apetecibles en el mercado. Difícilmente se gestione por un jugador de 25 o 26 años. ¿Y si pasa el tiempo y no se plantea un retorno en materia económica? ¿Hasta cuándo resiste un empresario? Esa es la duda que surge cuando un club no tiene recursos propios o no puede autofinanciarse»
