Lic. Andrea Dos Santos
Joven, profesional, y emprendedora. Nuestra entrevistada de hoy, reviste una multifacética actividad empresarial, docente y profesional, que la destacan en nuestro medio. Activa, responsable y sumamente seria en sus labores, Andrea Dos Santos, forma parte de una nueva generación que, con convicción, va detrás de sus objetivos, hasta alcanzarlos.
Con ella dialogamos al respecto de diversos temas, para esta entrega de Al Dorso, que compartimos con ustedes, estimados lectores.

¿Su carrera fue elegida por una cuestión de vocación?
Sí. Ya finalizando 4° año de liceo sabía que quería estudiar Psicología. Fui educada en valores, donde la solidaridad y la empatía fueron pilares, tanto en mi familia como en la educación formal. Por eso en ocasiones he dicho que la Psicología para mi es una profesión que elegí y que me eligió. Los psicólogos tenemos la ventaja (como otras pocas carreras) que te permite hacer de la disciplina una verdadera filosofía de vida utilizando nuestras dos grandes herramientas: la palabra y la escucha. Si bien hice clínica los primeros años de recibida, ya luego fui inclinándome y formándome en la gestión humana y dedicándome a la tarea que el psicólogo puede hacer en las organizaciones. Es desde este rol que también ejerzo la docencia, en la Universidad Católica y he estado también formando parte del equipo docente en el Instituto CTC. Todo aquello que tenga relación con la gestión humana hoy se ha convertido en mi gran pasión. En la docencia particularmente, encuentro la posibilidad de trasmitir a quienes serán los nuevos profesionales que ocuparán diversos cargos en las empresas del mañana, que la adecuada gestión de las personas en la organización puede llevarte al éxito o al fracaso de la misma, en tanto somos las personas las que le agregamos valor o no a la organización a la que pertenecemos. Con la clínica me reencontré en el 2018 cuando gané un concurso de oposición y méritos en Bienestar Universitario de la UdelaR donde integro el equipo como psicóloga del servicio. Esta profesión y especialización también es la que me permite trabajar desde la Consultora de Gestión Humana que comparto con una colega y socia de Montevideo, llevando soluciones de selección de personal, capacitación y consultoría a las empresas. Así como también es la que me ha permitido asumir la gestión del Parque Acuático Acuamanía.
¿Cómo es el ejercer dicha materia en un mundo tan cambiante?
Es un desafío constante. Porque, como bien dices, el mundo cambia permanentemente y la adaptación a ese cambio no es algo que se nos dé bien a los seres humanos. Los cambios nos cuestan, nos llevan un tiempo de adaptación y muchas veces sin quererlo nos encontramos ofreciendo resistencias. Por eso lo de desafío constante, porque las personas, en las organizaciones en que formamos parte, debemos ser capaces de innovar y de reinventarnos. Así como también de adaptarnos al dinamismo que el mundo nos obliga cada vez con una vertiginosidad mayor, enmarcado a su vez en la cultura de la inmediatez. Hoy todo debe ser «ya».
¿Considera al trabajo del hombre como una herramienta para alcanzar un objetivo o un fin en sí mismo?
Es una pregunta que podría llevarnos a desarrollar concepciones filosóficas y éticas que lo explicarían muy bien, pero sin dudas nos requerirá un tiempo que excede a esta nota. Rápidamente podría decirte que son las dos cosas: un medio para alcanzar objetivos y un fin en sí mismo. Creo que en la vida siempre existen matices y cuando hablamos de trabajo y teniendo en cuenta que el mismo genera identidad, sentido de pertenencia, satisfacciones y frustraciones, que a su vez nos pasamos gran parte de la vida en el trabajo, entiendo que sería muy simplista llevarlo a un plano o al otro, sino que el lado para el cuál se incline la balanza dependerá de nuestro momento vital y en este momento también dependerá de la concepción que tengamos del trabajo.
Desde su punto de vista, ¿cuál es el mayor desafío laboral a enfrentar hoy en día?
Estar a la altura del desafío que asumo es mi mayor desafío hoy. En materia de formación, ya que las exigencias y las especificidades de cada área son cada vez mayores, pero también, y fundamentalmente, es un desafío enorme y permanente actuar en todo momento con profesionalismo.
Cuéntenos alguna anécdota que la haya marcado.
No es una anécdota única y puntual, pero algo que me ha marcado y hace la diferencia en el plano laboral, es generar ambientes laborales distendidos y descontracturados. Imprimir un adecuado sentido del humor a los equipos de trabajo mejora el clima laboral y el rendimiento de todos los trabajadores de una manera formidable.
¿Cuándo, cómo y por qué surge su perfil empresarial?
Me hablas de «perfil empresarial» y me cuesta encontrarme y verme claramente dentro de esa definición. Creo que lo que surge en mí, frente a los distintos desafíos laborales a los que me enfrento, es un perfil de gestión, netamente. Soy de valorar, respetar y me apoyo siempre y en todo momento en cada una de las áreas de la empresa (contable, legal, administrativa, mantenimiento, etc.) y logro la interrelación adecuada cual «engranaje que hace funcionar el motor». Estoy también en esa etapa de la vida en donde va cobrando sentido cada experiencia vivida y donde los años te van brindando esa sabiduría de sacar el rédito a cada cosa y ponerla al servicio de tus competencias.
Si tuviera la posibilidad de tomar una sola resolución para cambiar el rumbo de la realidad del sector al que representa ¿cuál sería?
Estoy convencida que en el turismo, el camino es generar procesos de trabajo, con un plan de acción del departamento de Salto a corto, mediano y largo plazo. Con iniciativas privadas, públicas, y público/privadas. En donde son los privados los que deberían bregar por el cumplimiento de dicho plan de acción, porque el gobierno y sus representantes cambian cada 5 años y los privados permanecemos, las empresas permanecen y son las que sostienen y aseguran las fuentes de trabajo, los ingresos económicos al departamento, entre otros múltiples factores que mueve el sector privado y fundamentalmente el turismo en Salto.
Familia
Mi familia es mi motivo de orgullo. Es la prueba viva de que el amor genuino existe. Es diversión, contención, regocijo, celebración, es ir del llanto a la risa en un segundo, es el mejor regalo que la vida me dio. Tengo amigas, también, que en esta misma línea, son familia, porque como digo siempre: los amigos son la familia que elegimos.
Asignaturas pendientes en su vida
En términos literales de «asignatura» como lo preguntas, tengo que finalizar la maestría en gestión humana que me encuentro cursando. Pero en términos generales, busco la forma de no dejar pendientes, vivir intensamente y disfrutar.
El mañana
Con proyectos, tanto personales como laborales y «haciendo» para que se concreten. Soñando con un mundo mejor, y desde mi rol, accionando para que esto sea un posible.
Hoy por: Adrián Báez