Dr. Juan Pérez Jones
Días atrás se concretó la venta de Merino Fino de “Los Manantiales”. Hoy se pueden dar todos los datos, cifras, el rendimiento y todo lo que importa para el Merino y la cabaña salteña. Juan Pérez Jones brindó información acerca de esta operativa.
“En realidad, la operativa se concretó el 14 de julio con determinados parámetros–manifestó-, dependiendo de la finura final que diera el lote. Estuvo entre 18 y 19 micras, y los precios, 11 dólares y 11,70 al barrer. El resultado final fue de 18,2 micras y el precio final es 11,64 al barrer, o el equivalente al sistema uruguayo: 90.10 de 12.82 y 1 el subproducto”.
¿Consideran que es un buen valor?
Sí, por supuesto. Resolvimos la operativa tan adelantados porque veíamos que en ese momento los precios eran más que satisfactorios para nosotros. No sabíamos qué iba a pasar, pero nunca habíamos soñado con lana de 10 dólares el kilo y esto era por arriba de eso. Así fue que resolvimos “tirarnos al agua”, y por suerte se dio. De todas maneras el mercado ha ido bajando pero está a niveles muy interesantes de precio. Cuando se hablaba del indicador australiano a 800 centavos de dólares era muy buena plata. Hoy estamos hablando de 12,37, o sea 1.237 centavos de dólares el indicador. Si bien ha bajado un 20 o 22% sobre el pico máximo de junio, que era de 1.515 el indicador máximo, sigue estando a muy buenos niveles. Creo sin duda que para el tipo de campo de basalto superficial, esta opción de lana fina es muy interesante.
– Evidentemente que se sigue en esas líneas que ustedes marcaron hace mucho tiempo de producir lana, porque se sabe el resultado. A pesar de esos vaivenes que a veces tiene es más fácil que ocurran cuando están muy altos, que haya un reacomodo y se estipule un valor. Pero para nada quiere decir que la lana se ha desplomado o que hoy el negocio no sirve.
– Eso es clarísimo. Es así, creo que es una opción que no es sustituible. En este tipo de campo se han jugado solo al vacuno en campos muy duros. El tema de la sequía cada vez más frecuente hace muy inestable el negocio. No sé si es la relación tan alta que tenemos nosotros, 7 a 1, pero creemos –lo demuestran números regionales de CREA para la zona- que a más alta relación de vacuno con lana fina cierran mejor los negocios. Pero de todas maneras, cada uno sabrá cómo implementar sus establecimientos y qué orientación dar a sus majadas.
– En todo este proceso que ha ido cayendo por distintos motivos el stock ovino en estos últimos dos o tres años, ¿cómo ha sido el comportamiento de la raza?, ¿acompañó ese mismo porcentaje o logró retener más y producir más corderos?, ¿o está en los mismos parámetros que las demás razas en ese sentido?
– Es muy interesante la pregunta. Se dio el fenómeno de que la Merino – porcentualmente, porque no tengo exactamente las cantidades en el stock total- es la que no ha bajado sino que ha ido aumentando. Cuando empezamos el proyecto Merino Fino andaba en un 10 o 12% la majada nacional, y hay una encuesta de hace dos años donde estaba cercano a un 30%. O sea que es bien claro que la gente que ha quedado con ovejas ha sido principalmente en este tipo de suelos, en este tipo de campos, y principalmente con Merino.
– Quiere decir que el merinista, en momentos difícil fue el que menos abandonó la oveja y el que más trató de aguantar y de superar las dificultades?
– Es verdad, pero es bastante lógico por lo que decía antes: es difícilmente sustituible porque no hay alternativas de intensificar o de diversificar la producción en este tipo de campo. La posibilidad de mejoramiento del suelo es muy baja, la duración de esos mejoramientos es menor que en otras zonas o en otros suelos, y para diversificar, no hay agricultura que se pueda hacer en ese tipo de suelo, a no ser algún sorgo para autoconsumo. Pero es muy poca la posibilidad de intensificar o de diversificar.
– Con el excelente momento que está pasando la carne ovina, ¿cuál ha sido el comportamiento de la raza?
– En general se sigue viendo un afinamiento de la majada Merino. Cuando empezamos el proyecto Merino Fino estaba cercano a las 22 micras: 21.8 era la información que teníamos y hoy se habla de inferior a 21 micras el promedio de Merino uruguayo. Sin embargo, con las herramientas de evaluación genética que se tienen, se ha ido afinando pero también se ha ido mejorando el peso vellón y hasta el peso de cuerpo. O sea que no estoy diciendo que sean Merinos más carniceros, pero sí que es un doble propósito con un buen ingreso por lana pero también produce carne. En nuestro caso no lo hacemos porque no tenemos posibilidad de hacer mejoramiento. En el cordero pesado que se hace con Merino y Merino Fino hay casos concretos en la zona. Además, aunque no fuera con cordero pesado, nosotros vendemos capones todos los años y es muy buen ingreso por carne también.
– ¿Vuelve el capón a sumar? Porque veíamos en las estadísticas que venía cayendo notablemente. Ahora, con el valor que tiene la lana, ¿hay gente que está dejando un poco más el ganado en el campo?0
– Seguramente siga cayendo. Lo que sí se ha visto y están evaluando INIA y SUL es que, con capones muy finos, quedando con la parte más fina, que es lo que venimos haciendo nosotros hace varios años, sacando todo lo que es grueso y más viejo, ahí sí vale la pena retener capones porque además se sabe bien que las condiciones sanitarias y de trabajo con esa categoría son muy bajas y se pueden destinar los campos más inferiores.