Siempre hemos insistido en este tema.
Mientras no se sepa la verdad y toda la verdad sobre lo sucedido en los años “oscuros” de nuestra patria, la herida seguirá abierta y no será posible una verdadera “reconciliación” entre los uruguayos.
No con esto estamos tomando partida por sector de opinión o partido político alguno. Solamente estamos diciendo que la ley es una y quien la viola o la desconoce tiene que responder tarde o temprano por ello.
Aún queda mucho por saberse de aquellos años y hay gente que no quiere admitirlo, pero hubo asesinatos y “desapariciones” que nunca se supieron y esa mancha nos persigue y perseguirá hasta el fin de nuestros días.
Dentro de la ley todo y fuera de ella nada. Esto que fue la razón de ser de la policía, auxiliar de la Justicia en nuestro país y de las fuerzas armadas, naturales custodias de nuestros más caros valores constitucionales, en determinado momento fue totalmente desconocido y dejado de lado y por lo tanto quienes hicieron esto deben responder ante la ley.
Seguramente que no podemos vivir en el pasado, pero también es muy cierto que quien desconoce estos hechos está condenado a repetirlos.
Quien asume como “natural” lo sucedido de alguna manera lo justifica y no es nuestra opinión precisamente.
Por estos días en Argentina se ha prestado mucha atención a la captura de uno de los sicarios en el tema de Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, es un paso adelante en el esclarecimiento, pero no alcanza.
Aún hay mucho por saberse y no estamos con esto reclamando otra cosa que no sea el conocimiento de la verdad.
Un día se apagará la luz. Ya no habrá 20 de mayo que reclamen “Verdad y Justicia”, no quisiéramos que estos suceda antes de que se conozca toda la verdad de lo sucedido.
Por nuestros hijos, por nuestros nietos y toda la descendencia, más que nunca debe conocerse la verdad. Saber todos los hechos. Tener conocimiento de la información para luego tomar partido, es un deber de todo uruguayo.
Que “ya fue” o que “no podemos vivir en el pasado” son argumentos muy peligrosos, aunque parezcan inocentones, porque alguien los impulsa precisamente para que no se conozca toda la verdad y probablemente para ocultar sus propios errores, por no llamarlos de ota manera.
Hoy más que nunca debemos reclamar “Verdad y Justicia”, como forma de asumir nuestra responsabilidad.
A.R.D.
