FUE EN
I’MARANGATU
DE PUNTA DEL ESTE
El tiempo pasó tan rápidamente, que casi no nos dimos cuenta. Hace 50 años atrás nacía artísticamente uno de los números musicales más importantes de todos los tiempos en el Río de la Plata. Fue en I’Marangatu de la península, un día como el de hoy, pero de 1964. A una semana de comenzar la temporada estival, llegaban los hermanos Fattoruso -Hugo y Osvaldo- junto a Carlos «Caio» Vila y Roberto «Pelín» Capobianco, a presentar un show distinto estilo «Beatles», pero criollo, es decir a la uruguaya, con la misma tonada, la misma pronunciación y canto en inglés: dueños de una musicalidad increíble. Se trataba de Los Shakers, que luego harían historia por América del Sur. Estos cuatro uruguayos que ya antes habían pasado por el citado reducto esteño, pero con otra denominación, practicando otro estilo, fueron observados por un ejecutivo de la fonográfica Odeón de la vecina orilla, que maravillado por el sonido del grupo, los convocó a viajar a Buenos Aires ante la inminente posibilidad de ser contratados por la fonográfica. Así comienza la mágica historia de un suceso arrollador, en abril de 1965, donde graban tres notables álbumes, infinidad de simples, filman una película y un documental, se convierten en artistas exclusivos del espacio de moda en tv «Escala Musical», hacen infinidad de presentaciones, se convierten en el verdadero espejo para diferentes músicos argentinos que llegarían a posteriori y su fama se expandió por lugares como Estados Unidos, donde llegó a editarse su tarjeta de presentación «Rompan todo» -«Break it all»- en vinilo estéreo. Aún hoy, se les admira y se les respeta por lo que dejaron; más allá de un sinfín de temas impresionantes y de un fabuloso lineamiento marcaron una época.
DÉCADA DEL SESENTA, CUNA DE GRANDES
Década del sesenta, cuna de grandes. De autores y excelentes músicos. Apogeo total de John, Paul, George y Ringo; los magistrales y célebres Beatles, que no se cansaban de acaparar los diferentes rankings de venta y popularidad, primero en Gran Bretaña, luego por Europa, más tarde Estados Unidos y el mundo entero. Mientras tanto, en Montevideo debutaban Los Beetles -léase con e en lugar de a- norteamericanos, copia fiel de los ingleses en audio y vestuario, que fueron contratados para actuar por Montecarlo TV Canal 4, en sus viejos estudios de 18 de Julio y Eduardo Acevedo. Sonaban espléndidamente en vivo y con unos equipitos que no existían, causaron una verdadera sorpresa entre el público juvenil especialmente, que los esperó en el Aeropuerto de Carrasco.
Allí los conoció Hugo Fattoruso, los acompañó al hotel donde se hospedaron y luego los invitó con mate -bien a la uruguaya, ¿no?- en su casa de la calle Justicia, donde vivía junto a su hermano Osvaldo y sus padres Josefina y Antonio. Se hicieron buenos amigos y le dijeron al batero David Hieronymus, que les agradaría formar un conjunto parecido en Uruguay, algo que el líder del grupo lo tomó como una broma. El tiempo realmente demostró lo contrario.
TRÍO FATTORUSO,
LOS HOT BLOWERS y
ORFEO NEGRO
Hugo y Osvaldo habían estudiado música y se perfilaban como verdaderos fenómenos. Junto a su padre formaron el verdadero Trío Fattoruso, siendo unos pibes, tocando en donde los llamaran o los dejaran. Más tarde, integraron Los Hot Blowers junto a Cacho de la Cruz, Bachicha Lencina, Rubén Rada y otros. Hicieron sus pininos dentro del jazz, distinguidos varias veces en el rubro. En ese deambular se cruzan con Pelín y Caio, bajista y percusionista, respectivamente de magníficas ejecuciones. Y resurge la idea de armar una orquesta. Inicialmente, y sin nombre, tocaron en Orfeo Negro de Carrasco ¡Un suceso! Después, ya con el nombre Los Shakers, a partir del 15 de diciembre de 1964 en I’Marangatú de Punta del Este con el presentador y disc-jockey Nolo Mainero. En poco tiempo, en la vecina orilla serían requeridos para convertirse en todo un «boom». Metiéndose en el corazón de todos. Parece que fue ayer que los vimos en la rambla de Pocitos frente al Club Banco República, en el Palacio Peñarol o en el Parque Hotel, pero no fue ayer, ocurrió hace ¡cincuenta años! Estos cuatro uruguayos conocieron las mieles del éxito, viajando prácticamente por toda América Latina junto a su bagaje de hits descollantes, utilizando como plataforma de lanzamiento Buenos Aires, pero anunciando a los cuatro vientos que provenían de Montevideo.
FABULOSO DEBUT EN
CLUB HURACÁN
Llegaron a la capital porteña el 3 de abril de 1965 y se instalaron en el Hotel Transocean de Lavalle y San Martín. El 15 de setiembre del mismo año se mudaron a San Martín 933, entre Paraguay y Charcas, quinto piso, segundo block, departamento 37. Fueron artistas exclusivos del sello Odeón «pops», lanzando «Los Shakers», «Shakers for you» y «La conferencia secreta del Toto’s Bar», sus tres LP, rodaron «Escala Musical» y «Llegaron Los Shakers», debutaron en Club Huracán de Parque Patricios, donde en ese momento solamente estaban los nombres rutilantes, y si las figuras no gustaban el público arrojaba monedas -eran tiempos de vacas gordas-. Solo que el cuarteto hizo lo suyo frenéticamente siendo ovacionados por la multitud allí presente. Consiguieron el mayor respeto de sus colegas, porque eran buenos de verdad.
LA CONFERENCIA
SECRETA DEL
TOTO’S BAR“
Más allá de haberse inspirado en los cuatro de Liverpool, su estilo y forma de tocar, dejó -entre tanto- «La conferencia secreta del Toto’s Bar», su exquisito tercer larga-duración, incorporando un bandoneón por primera vez en este estilo; una especie de obra cumbre. Se constituyeron en el verdadero número uno, que más trabajó en territorio argentino durante el período 1965 a 1968, inclusive. «Rompan todo», su mayor impacto, aún hoy goza de una vigencia enorme, transitando por las discotecas de varias generaciones. La grabadora Odeón, conmocionó Argentina con una formidable promoción de los compatriotas, hasta en el lanzamiento inicial con la prensa; en aquel momento su música ya estaba sonando mucho por las radios, pero ellos no habían tocado aún en ningún sitio y no se registraron fotos ni notas. Los periodistas se preguntaban ¿Quiénes son?… ¿Europeos o norteamericanos?… Hábilmente, los ejecutivos de la fonográfica, entregaron a todos los asistentes a la conferencia de prensa, una genial gacetilla publicitaria con fotos del grupo y su biografía. Hoy cuando observo con atención los clips de «Break it all» y «Never never», que con tanta profesionalidad y esmero realizó «Tato» Ariosa, resaltan a la vista entre otros aspectos la caravana por la rambla montevideana y el recordado recital de Pocitos, donde Los Shakers tocaron ante las cámaras de Canal 4 Montecarlo TV, desde un escenario especialmente montado sobre un quiosco de bebidas refrescantes, siendo contemplados por un auditorio de miles y miles de almas, que se dieron cita en el lugar para ver a sus ídolos, a través de un fanatismo desacostumbrado que fue desde gente en los balcones de los edificios, trepados en los árboles y hasta montados en una garita policial de respetables dimensiones que había desaparecido del mapa entre tanta gente allí existente. Ocurrió un 8 de diciembre de 1965. Evidentemente, Los Shakers fueron grandes de América. Habrá un antes y un después de ellos. Más allá de la nostalgia.“
FUE EN I’MARANGATU DE PUNTA DEL ESTE
El tiempo pasó tan rápidamente, que casi no nos dimos cuenta. Hace 50 años atrás nacía artísticamente uno de los números musicales más importantes de todos los tiempos en el Río de la Plata. Fue en I’Marangatu de la península, un día como el de hoy, pero de 1964. A una semana de comenzar la temporada estival, llegaban los hermanos Fattoruso -Hugo y Osvaldo- junto a Carlos «Caio» Vila y Roberto «Pelín» Capobianco, a presentar un show distinto estilo «Beatles», pero criollo, es decir a la uruguaya, con la misma tonada, la misma pronunciación y canto en inglés: dueños de una musicalidad increíble. Se trataba de Los Shakers, que luego harían historia por América del Sur. Estos cuatro uruguayos que ya antes habían pasado
por el citado reducto esteño, pero con otra denominación, practicando otro estilo, fueron observados por un ejecutivo de la fonográfica Odeón de la vecina orilla, que maravillado por el sonido del grupo, los convocó a viajar a Buenos Aires ante la inminente posibilidad de ser contratados por la fonográfica. Así comienza la mágica historia de un suceso arrollador, en abril de 1965, donde graban tres notables álbumes, infinidad de simples, filman una película y un documental, se convierten en artistas exclusivos del espacio de moda en tv «Escala Musical», hacen infinidad de presentaciones, se convierten en el verdadero espejo para diferentes músicos argentinos que llegarían a posteriori y su fama se expandió por lugares como Estados Unidos, donde llegó a editarse su tarjeta de presentación «Rompan todo» -«Break it all»- en vinilo estéreo. Aún hoy, se les admira y se les respeta por lo que dejaron; más allá de un sinfín de temas impresionantes y de un fabuloso lineamiento marcaron una época.
DÉCADA DEL SESENTA, CUNA DE GRANDES
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Década del sesenta, cuna de grandes. De autores y excelentes músicos. Apogeo total de John, Paul, George y Ringo; los magistrales y célebres Beatles, que no se cansaban de acaparar los diferentes rankings de venta y popularidad, primero en Gran Bretaña, luego por Europa, más tarde Estados Unidos y el mundo entero. Mientras tanto, en Montevideo debutaban Los Beetles -léase con e en lugar de a- norteamericanos, copia fiel de los ingleses en audio y vestuario, que fueron contratados para actuar por Montecarlo TV Canal 4, en sus viejos estudios de 18 de Julio y Eduardo Acevedo. Sonaban espléndidamente en vivo y con unos equipitos que no existían, causaron una verdadera sorpresa entre el público juvenil especialmente, que los esperó en el Aeropuerto de Carrasco.
Allí los conoció Hugo Fattoruso, los acompañó al hotel donde se hospedaron y luego los invitó con mate -bien a la uruguaya, ¿no?- en su casa de la calle Justicia, donde vivía junto a su hermano Osvaldo y sus padres Josefina y Antonio. Se hicieron buenos amigos y le dijeron al batero David Hieronymus, que les agradaría formar un conjunto parecido en Uruguay, algo que el líder del grupo lo tomó como una broma. El tiempo realmente demostró lo contrario.
TRÍO FATTORUSO, LOS HOT BLOWERS y ORFEO NEGRO
Hugo y Osvaldo habían estudiado música y se perfilaban como verdaderos fenómenos. Junto a su padre formaron el verdadero Trío Fattoruso, siendo unos pibes, tocando en donde los llamaran o los dejaran. Más tarde, integraron Los Hot Blowers junto a Cacho de la Cruz, Bachicha Lencina, Rubén Rada y otros. Hicieron sus pininos dentro del jazz, distinguidos varias veces en el rubro. En ese deambular se cruzan con Pelín y Caio, bajista y percusionista, respectivamente de magníficas ejecuciones. Y resurge la idea de armar una orquesta. Inicialmente, y sin nombre, tocaron en Orfeo Negro de Carrasco ¡Un suceso! Después, ya con el nombre Los Shakers, a partir del 15 de diciembre de 1964 en I’Marangatú de Punta del Este con el presentador y disc-jockey Nolo Mainero. En poco tiempo, en la vecina orilla serían requeridos para convertirse en todo un «boom». Metiéndose en el corazón de todos. Parece que fue ayer que los vimos en la rambla de Pocitos frente al Club Banco República, en el Palacio Peñarol o en el Parque Hotel, pero no fue ayer, ocurrió hace ¡cincuenta años! Estos cuatro uruguayos conocieron las mieles del éxito, viajando prácticamente por toda América Latina junto a su bagaje de hits descollantes, utilizando como plataforma de lanzamiento Buenos Aires, pero anunciando a los cuatro vientos que provenían de Montevideo.
FABULOSO DEBUT EN CLUB HURACÁN
Llegaron a la capital porteña el 3 de abril de 1965 y se instalaron en el Hotel Transocean de Lavalle y San Martín. El 15 de setiembre del mismo año se mudaron a San Martín 933, entre Paraguay y Charcas, quinto piso, segundo block, departamento 37. Fueron artistas exclusivos del sello Odeón «pops», lanzando «Los Shakers», «Shakers for you» y «La conferencia secreta del Toto’s Bar», sus tres LP, rodaron «Escala Musical» y «Llegaron Los Shakers», debutaron en Club Huracán de Parque Patricios, donde en ese momento solamente estaban los nombres rutilantes, y si las figuras no gustaban el público arrojaba monedas -eran tiempos de vacas gordas-. Solo que el cuarteto hizo lo suyo frenéticamente siendo ovacionados por la multitud allí presente. Consiguieron el mayor respeto de sus colegas, porque eran buenos de verdad.
LA CONFERENCIA SECRETA DEL TOTO’S BAR“
Más allá de haberse inspirado en los cuatro de Liverpool, su estilo y forma de tocar, dejó -entre tanto- «La conferencia secreta del Toto’s Bar», su exquisito tercer larga-duración, incorporando un bandoneón por primera vez en este estilo; una especie de obra cumbre. Se constituyeron en el verdadero número uno, que más trabajó en territorio argentino durante el período 1965 a 1968, inclusive. «Rompan todo», su mayor impacto, aún hoy goza de una vigencia enorme, transitando por las discotecas de varias generaciones. La grabadora Odeón, conmocionó Argentina con una formidable promoción de los compatriotas, hasta en el lanzamiento inicial con la prensa; en aquel momento su música ya estaba sonando mucho por las radios, pero ellos no habían tocado aún en ningún sitio y no se registraron fotos ni notas. Los periodistas se preguntaban ¿Quiénes son?… ¿Europeos o norteamericanos?… Hábilmente, los ejecutivos de la fonográfica, entregaron a todos los asistentes a la conferencia de prensa, una genial gacetilla publicitaria con fotos del grupo y su biografía. Hoy cuando observo con atención los clips de «Break it all» y «Never never», que con tanta profesionalidad y esmero realizó «Tato» Ariosa, resaltan a la vista entre otros aspectos la caravana por la rambla montevideana y el recordado recital de Pocitos, donde Los Shakers tocaron ante las cámaras de Canal 4 Montecarlo TV, desde un escenario especialmente montado sobre un quiosco de bebidas refrescantes, siendo contemplados por un auditorio de miles y miles de almas, que se dieron cita en el lugar para ver a sus ídolos, a través de un fanatismo desacostumbrado que fue desde gente en los balcones de los edificios, trepados en los árboles y hasta montados en una garita policial de respetables dimensiones que había desaparecido del mapa entre tanta gente allí existente. Ocurrió un 8 de diciembre de 1965. Evidentemente, Los Shakers fueron grandes de América. Habrá un antes y un después de ellos. Más allá de la nostalgia.“
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