POR NICOLÁS CAIAZZO
Con sede en el autódromo francés de Paul Ricard, la F1 Academy completó dos días de pruebas preparatorias para el inicio de la temporada inaugural de la categoría femenina.

Con algunas variables climáticas menores, Maite Cáceres completó todas las tandas a bordo del monoplaza del equipo español Campos Racing.
Al igual que hace dos semanas en Montmeló, Barcelona, las tandas de entrenamientos en Paul Ricard estuvieron centradas en probar diferentes elementos del auto y distintas condiciones de puesta a punto, neumáticos y con carga máxima y carga mínima de combustible.
“Han sido, tanto Barcelona como Paul Ricard, jornadas muy productivas para el equipo con una infinidad de datos que ahora se van a procesar con el equipo de ingenieros. Con esa información podrán trabajar en la puesta a punto previa para el estreno dentro de una semana en Austria. Por otra parte, fue un gusto y un verdadero honor conocer a Susie Wolff que es la Directora General de F1 Academy. Cada minuto que conversamos fue una enseñanza para mí. Ahora me queda trabajar fuerte en el simulador para llegar lo mejor preparada posible a Red Bull Ring a fin de mes”, señaló Maite Cáceres desde Francia.
CAMBIOS PRESUPUESTARIOS Y SOSPECHAS
Avisó Red Bull en plena polémica por incumplir el límite presupuestario en la temporada 2021 que el resto de equipos debían relajarse en las pretensiones de sanción sobre el equipo de la bebida energética, ya que con la inflación que estaban experimentando, estimaban que iban a ser muchos los equipos que iban a tener problemas para cumplir el límite en 2022, a pesar de que la FIA levantó la mano y permitió un poquito más de gasto.
Seis equipos bajo sospecha
El año 2022 fue extremadamente complicado, pues Reino Unido experimentó su propia crisis financiera con una alta inflación a causa del ‘Brexit’, y luego se unieron todas las consecuencias derivadas de la invasión de Ucrania. Esto llevó a un ahorro extremo por partes de los equipos que pudo ser apreciado por las pocas evoluciones y las reticencias a estrenar componentes.
Las previsiones de Red Bull parecen haberse cumplido y en la Fórmula 1 existe una preocupación real ante los datos de las auditorias. Así lo ha expresado Stefano Domenicali en una entrevista a SkySports, donde aseguró encontrarse más que nervioso sobre el tema.
Domenicali es plenamente consciente del problema de credibilidad que tendría la Fórmula 1 si tal y como estimó Red Bull, hasta seis equipos exceden el límite. De poco sirve establecer un límite si al final la mayoría lo incumple y las sanciones lejos de arreglar la situación solo la empeoran. ¿A quién beneficia llegar a sancionar a un equipo con retirarle la mitad de sus horas de túnel de viento? Desde luego, a la Fórmula 1, no.
La Fórmula 1 cree transcendental en todo este proceso adelantar las fechas. Al final, del incumplimiento de Red Bull no se tuvo constancia hasta finales de la temporada 2022, casi un año después de los hechos, y con unas sanciones que no han sido aplicadas hasta 2023. “Estamos discutiendo sobre esto. Asegurarnos de que el control y la auditoría se realice mucho antes.”, afirmó Domenicali, quién añadió que es fundamental sancionar con más rapidez para aumentar la credibilidad.
Aumento de costes descontrolado
Desde Red Bull apuntan a que ya a finales de 2022 algunos equipos confesaron que se iban a exceder, lo cual choca de lleno con lo tajantes que se mostraron tanto Ferrari, como Mercedes, y especialmente McLaren, a la hora de pedir sanciones ejemplares. Christian Horner apunta a que el aumento de los costes energéticos eran imprevisibles y que con presupuestos tan ajustados, no hubo forma de reaccionar.
CAMBIOS EN MERCEDES
Mercedes lo ha llamado reordenación, o intercambio, pero en la realidad, James Allison vuelve al frente del coche de F1 y Mike Elliot le deja el puesto para ocupar a su vez el otro, un jefe técnico más amplio.
El flojo arranque del equipo tanto en 2022 como en 2023, con el cambio de reglamento, el efecto suelo y demás, y el arriesgado diseño con las entradas verticales en los pontones (que hasta Hamilton ha terminado criticando abiertamente), ha terminado por convencer a Toto Wolff de recolocar en su puesto al veterano ingeniero.
Elliot, artífice también del éxito aerodinámico del coche en la era híbrida reconoce que el papel de jefe técnico no es el adecuado a sus habilidades y por eso da un paso al lado. Allison capitanerá los cambios que ya están en marcha en el Mercedes de este año, con el límite de costes encima, y trabajará a fondo en el del año que viene, donde tendrá el control general del diseño del monoplaza.
Allison se unió a Mercedes en 2017 procedente de Ferrari y, junto con el genio técnico de Red Bull, Adrian Newey, es uno de los dos mejores líderes tecnológicos de los últimos 30 años.
Elliott ahora tendrá una visión más estratégica de los planes de Mercedes en el futuro, incluido el próximo cambio de reglas de F1 en 2026 centrado en una fórmula de motor revisada y la introducción de combustibles 100% sostenibles.