La familia. El periodismo. El fútbol. La fiscalía..
Solía hablar de su familia, desde la emoción.
Y cuando su señora Estela, se convirtió en abogada, no había quien no reconociera su orgullo, «porque ella fue una luchadora de siempre».
Pero además, el periodismo que igualmente sintió desde aquellos primeros años de la década de los 90. Se incorporó al staff de EL PUEBLO, para ser uno más en la sección de Deportes.
Al fin de cuentas, Luis asociaba al periodismo con aquella condición de Director Técnico en divisiones formativas de River Plate.
Cuando asumió la función en el diario reclamaba «no ir donde juega River, porque me sale el hincha. No podría ser muy objetivo con el club, porque ahí están los sentimientos».
Cuando de la opinión se trataba, el querido «Petiso» Díaz, no andaba con vueltas: había que relojear el blanco y apuntaba desde su crítica a veces mordaz y sin tanto convencionalismo.
Persistía en que «si los clubes no jerarquizan abajo, la chatura los envuelve al paso de los años».
No se bajaba de esa convicción.
¿Y cómo soslayar al Luis Alberto Díaz en el Poder Judicial?. Uno más de la barra de tantos años en la Fiscalía. Tanto el «Tony» como Gabriel, seguro convivirán con la añoranza por el amigo que se fue.
Entre el laburo que los juntó y la fraternidad humana en cada sorbo de vida compartida.
Los últimos años para Luisito, fueron complejos desde su salud. Le fue costando todo y le dolió arriar alguna bandera. Planteaba que «tengo que tener la conciencia de cuidarme un poco más, porque razones para seguirla no me faltan».
Es seguro que Luis por sobre todo, invocaba ese reino familiar. El de los afectos cotidianos. Mandamientos del corazón.
Una y otra vez, ¡seguro que siempre!
El viernes amaneció con esa noticia.
A veces la muerte consiste en «ir perdiendo la costumbre de vivir»….y entonces duele , y entonces solloza el tiempo inmediato.
Sin embargo y a despecho de la melancolía que va golpeando, el recuerdo se queda y no se va.
Hasta nos junta, milagrosamente nos junta, humanamente no nos distancia tanto.
Por ejemplo, desde ese tanto de Luis.
De ese tanto, de vos…
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
