Días pasados los esposos Arturo Pedrozo y Liliana Chiappino ofrecieron una hermosa fiesta agasajando a su hija Macarena al cumplir quince años.
Cursaron tarjeta de invitación a familiares, compañeros de clase y amigos de la joven con los cuales compartieron gratas horas de sociabilidad y diversión en un local ambientado en los colores rosa y lila. En el parque se dispusieron luminarias delineando el camino a seguir hasta llegar al recibidor donde estaban los dueños de casa recibiendo a los invitados. En este sitio se ubicaron la gigantografía de Macarena y un cuadro en cuyos bordes los invitados iban dejando sus firmas y mensajes como recuerdo de este día feliz.
La quinceañera llegó junto a su hermano Nicolás, realzo su juventud vistiendo modelo de baile blanco, corset de línea straples insinuando corazón presentaba juegos de drapeados combinando gas y tul, delineadas las líneas de terminación con delicados bordados de mostacillas y canutillos, esta guía se repetía señalando el talle, sus largos cabellos peinados sueltos lucían en lo alto tiara de strass.
En el salón se veían cortinados en ambos tonos elegidos, en la galería techada se ubicaron los mayores, disfrutaron las atenciones de los anfitriones.
Los jóvenes tuvieron su sitio amueblado con puff y mesas bajas, la barra de tragos y la mesa de las golosinas fueron ambas muy visitadas por la juventud. En un lateral se ubicó un escenario mientras actuaba un excelente conjunto de samba.
Llegada la medianoche, con su papá, comenzó el vals cambiando luego de parejas con sus amistades, luego con música moderna todos disfrutaron de la alegría del baile. En la madrugada con la llegada de una conocida batucada se repartió el cotillón.
Luego del lunch y cena mientras degustaban el helado, en la pantalla gigante se pasaron secuencias de fotos y videos haciendo un raconto de diferentes momentos en la vida de la jovencita.
En la madrugada tomó relevancia la mesa principal donde estaba la torta de cumpleaños de moderna decoración, formada por tres pisos superpuestos, líneas, rayas y flores de colores blanco de base, rosa y lila, acompañaban pequeños recipientes vidriados conteniendo veloncitos con forma de corazones, al soplarlos la quinceañera recibió múltiples manifestaciones de afecto.
Entre las elegantes de la noche recordamos a la mamá, quien vistió solero de gasa tono celeste, corsage drapeado retenidos cada tanto con perlitas, guías de estas gemas destacaban el escote y breteles, del talle nacía la falda de suave movimiento.
Otro motivo de alegría para la joven fueron los hermosos y finos obsequios recibidos.
Días pasados los esposos Arturo Pedrozo y Liliana Chiappino ofrecieron una hermosa fiesta agasajando a su hija Macarena al cumplir quince años.
Cursaron tarjeta de invitación a familiares, compañeros de clase y amigos de la joven con los cuales compartieron gratas horas de
sociabilidad y diversión en un local ambientado en los colores rosa y lila. En el parque se dispusieron luminarias delineando el camino a seguir hasta llegar al recibidor donde estaban los dueños de casa recibiendo a los invitados. En este sitio se ubicaron la gigantografía de Macarena y un cuadro en cuyos bordes los invitados iban dejando sus firmas y mensajes como recuerdo de este día feliz.
La quinceañera llegó junto a su hermano Nicolás, realzo su juventud vistiendo modelo de baile blanco, corset de línea straples insinuando corazón presentaba juegos de drapeados combinando gas y tul, delineadas las líneas de terminación con delicados bordados de mostacillas y canutillos, esta guía se repetía señalando el talle, sus largos cabellos peinados sueltos lucían en lo alto tiara de strass.
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En el salón se veían cortinados en ambos tonos elegidos, en la galería techada se ubicaron los mayores, disfrutaron las atenciones de los anfitriones.
Los jóvenes tuvieron su sitio amueblado con puff y mesas bajas, la barra de tragos y la mesa de las golosinas fueron ambas muy visitadas por la juventud. En un lateral se ubicó un escenario mientras actuaba un excelente conjunto de samba.
Llegada la medianoche, con su papá, comenzó el vals cambiando luego de parejas con sus amistades, luego con música moderna todos disfrutaron de la alegría del baile. En la madrugada con la llegada de una conocida batucada se repartió el cotillón.
Luego del lunch y cena mientras degustaban el helado, en la pantalla gigante se pasaron secuencias de fotos y videos haciendo un raconto de diferentes momentos en la vida de la jovencita.
En la madrugada tomó relevancia la mesa principal donde estaba la torta de cumpleaños de moderna decoración, formada por tres pisos superpuestos, líneas, rayas y flores de colores blanco de base, rosa y lila, acompañaban pequeños recipientes vidriados conteniendo veloncitos con forma de corazones, al soplarlos la quinceañera recibió múltiples manifestaciones de afecto.
Entre las elegantes de la noche recordamos a la mamá, quien vistió solero de gasa tono celeste, corsage drapeado retenidos cada tanto con perlitas, guías de estas gemas destacaban el escote y breteles, del talle nacía la falda de suave movimiento.
Otro motivo de alegría para la joven fueron los hermosos y finos obsequios recibidos.
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