«Nosotros sabíamos bien lo que estaba en juego y porque además enfrentamos al ganador del Acumulado. O sea, menos perder. Por eso cuando llegó el segundo gol, lo gritamos como lo gritamos. Por el valor que tiene en lo anímico y porque es arrancar de punta en la tabla. Seguro que sabíamos lo que estaba en juego».

-La noche en que Universitario ganó, pero también la noche de NICOLÁS SÁNCHEZ para el más encendido rescate.
Porque no solo debajo de los palos, sino porque hizo la justa cuando debió salir. Y allá fue. Allá prevaleció.
No dejó márgen para la duda. Fue la sensación abierta del no fácil vulneración.
Cuando esa sensación habla de agrande. Cuando el arquero responde desde las convicciones. Y el «Nico» fue eso en el arco de Universitario.
Por eso fue el mejor. Por eso a partir de la solidez en cada respuesta, el Universitario que ganó y sumó.
La tabla no lo reniega. Bien arriba. El oficio de un postulante.
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«Uno no está solo en todo esto, porque siente el respaldo de los compañeros y la confianza del técnico. Hubo momentos del segundo tiempo, en que la pasamos mal, pero lo bueno es que defendimos bien, sobre todo a la hora de apruparnos y cerrarles los caminos. Tampoco un empate era mal resultado, pero ante un rival directo como Ceibal, nada mejor que ganarle. Cebal fue el campeón del Acumulado. llegó con ese antecedente. Había que respetarlo, pero también desde nosotros, no descartar pasar al ataque pese al jugador de menos. Cuando el segundo gol, ocurrió eso. Pasar al ataque y encontrar el camino despejado. Fue lo que terminamos haciendo. Por eso ganamos».
-Fue en ese segundo tiempo, cuando la pelota le quedó servida a Matías Leal. El ingresado delantero de Ceibal acomodó el cuerpo y sacó el latigazo de derecha. El instinto del «Nico» para funcionar y rechazar. Quizás esa fue la situación psicológicamente clave.
Responder cuando la necesidad lo exige.
Lo reclama. Y ahí el «Nico». Ahí siempre. La definitiva razón.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-