“El mejor título que uno puede dejarle de herencia a sus hijos, es el que los demás digan: este tipo fue una buena persona”.
Nuestro entrevistado de hoy, Carlos Rey Castillo, es una persona pública de trayectoria, ocupando en la actualidad uno de los cargos de mayor responsabilidad como lo es el de Administrador de Aduanas. Habiendo estado por un período en nuestro Departamento, hoy se desempeña en la misma función en el Departamento de Artigas. También, es curul y, posiblemente, vuelva a postularse por un escaño en la Junta Departamental de Salto para el próximo período.
Licenciado en Relaciones Internacionales, considera que siempre hay tiempo para la formación, siendo un constante estudioso de temas varios,
Compartimos con ustedes sus palabras, para esta nueva entrega de Al Dorso.
1)Cuéntenos quién es Carlos Rey.
Quizás habría que preguntárselo a las personas que me conocen. Intentaré, entonces dar mi versión. Es una persona sencilla, que viene transitando por esta vida tratando de ser cada día mejor persona, mejor compañero, mejor amigo, siempre en base a los valores que me han inculcado desde que nací, mis padres y mis hermanos, más allá de la influencia de los excelentes amigos que uno tiene, que los va cosechando a lo largo de toda una vida. Con todo eso nos nutrimos para tratar de ayudar a los demás, de ser solidario, de ser comprensible y, desde los lugares que nos ha tocado estar, de ser uno más, de formar equipos, de fomentar las relaciones armónicas entre las personas para solucionar los problemas que surgen de la mejor forma posible.
2) Háblenos de sus inicios en la Administración Nacional de Aduanas.
Mi relación con la Administración Nacional de Aduanas comenzó hace 44 años; allá por 1981, ante un llamado público que hubo, porque estaba a punto de inaugurarse el puente sobre la represa de Salto Grande, y la Aduana iba a funcionar las 24 horas del día en ese lugar y precisaban gente. Me anoté en ese llamado, y al mes nos tomaron exámenes en distintas áreas. Recuerdo que eran cientos que concurrieron a la vieja UTU de calle Varela, y de esa camada, unos 30 o 32 fuimos los seleccionados para ingresar al organismo. El trámite se demoró un poco porque el puente se habilitó el 25 de agosto de 1982, donde hubo un primer llamado al cual nos presentamos, pero quedó pendiente, siendo el ingreso definitivo en 1983. Es decir que voy a cumplir 42 años de funcionario de Aduanas, habiendo cumplido funciones en diferentes administraciones. Empecemos por Artigas, que es donde estoy actualmente, pero donde estuve anteriormente; en Bella Unión, Salto; como Receptor -como se decía antes-, como Administrador en Paysandú, en Carmelo y en Colonia, o sea, una larga trayectoria. Muchos años en los que empezamos desde el grado más bajo, siempre formándonos, estudiando. También, en ese tiempo ingresé en Facultad de Derecho para estudiar Abogacía, profesorado de Matemáticas, Secretariado Comercial en UTU y, finalmente, logré hacer Relaciones Internacionales, habiéndome recibido como Licenciado en la Universidad de la República.
En más de cuatro décadas como funcionario, desde aquellos comienzos en 1983, estamos cumpliendo diferentes actividades. Así fuimos transitando hasta ocupar cargos de relevancia. Finalmente, por el año 1995 o 1996, accedí a ser Subreceptor -como se decía en aquel tiempo-, quedando, también, encargado, interinamente, por varias veces de la Receptoría de Salto, hasta que, por primera vez, fui designado Receptor de Aduana de Salto, en 1999. O sea que, ya hace 25 años que cumplo tareas de Receptor, primero, y ahora de Administrador, que es el cargo más alto dentro de la administración.
3) ¿Cuáles han sido los mayores desafíos que ha tenido que enfrentar en todos estos años de labor pública?
Creo que ningún organismo, que ninguna empresa, escapa al tener que haber asumido posturas totalmente diferentes a lo largo de todos estos años; sobre todo a finales del siglo pasado, más precisamente en la década del 90, donde aparecieron las computadoras, los celulares. Recuerdo que, nos dieron cursos intensivos, porque se iba a empezar a sustituir todo lo que se hacía a papel, expedientes escritos a máquina, por las computadoras. Comenzar a trabajar con esa tecnología fue un cambio muy interesante, muy difícil para muchos, porque había gente de más de 60 años, costándole el cambio del papel a la tecnología de las computadoras; a nosotros, no tanto, porque teníamos 30 y pocos años. Fueron desafíos que se fueron asumiendo y salvando con éxito, poco a poco; y, hoy en día, tenemos tecnología de punta, con expedientes electrónicos, etc., movilizándose toda la parte interna sin papel, sumándole la camada de gente joven que fue ingresando, todos muy capacitados, formados, lo que nos ayuda y mucho, en que las tareas se cumplan de forma eficiente.
4) ¿Ha cambiado el rubro desde sus comienzos a la fecha?
Si y no. En cuanto a la función misma, continuamos desarrollando las mismas tareas. Aduanas, tiene objetivos claros a desempeñar, y eso es poco variable. Sí ha cambiado o evolucionado en cuanto -como lo dije en la anterior pregunta-, a las formas en ejercer dichas funciones. La tecnología ha simplificado mucho la labor y, la formación de los nuevos funcionarios, aggiornados a los nuevos tiempos, es un complemento importante.
5) ¿Qué lo llevó a incursionar en la política?
La política siempre me gustó, siempre me atrajo. Seguí programas periodísticos donde los políticos más destacados a nivel nacional y departamental intercambiaban ideas; sumado a la formación que uno ha tenido en abogacía o en Relaciones Internacionales, con muchas materias como Historia de las Ideas, Ciencias Políticas, Evolución de las Instituciones Jurídicas, Sociología, y varias materias más, donde uno se nutre y conoce el pensamiento de los principales líderes políticos de todos los tiempos, las principales características, condiciones y resultados que han tenido las distintas ideologías a lo largo de la historia. Fui demorando mi ingreso a la política, hasta que el Senador Germán Coutinho, cuando fue Intendente de Salto en 2010, me ofreció si quería acompañarlo en alguna función de la Intendencia, pero estaba en plena actividad aduanera. Recuerdo que en ese momento estaba en constantes viajes en representación del organismo, muy enfocado en mi carrera, en la cual quería seguir creciendo.
Posteriormente, en la anterior elección, en 2019, nuevamente fui acercado a la política, a través de la relación con mi pareja, apoyando a la lista 20115 de Vamos Salto, liderada por el exdiputado Omar “Paco” Estévez, por lo que no hace tanto tiempo que militamos en política. Creo que, en base a mi actividad, cuando se estaban conformando la lista a ediles, en la tercera línea, encabezada por Carmen Fusco, se me ofreció ser su suplente en el edilato, y acepté. Tuvimos suerte, ya que la 20115 sacó tres ediles, de los cinco que sacó el sector Vamos Salto. Ahí empezó una tarea nueva para mí. Renuncié al cargo en la Junta Electoral, por ser incompatibles, y empezamos a trabajar, dedicándonos de lleno a la tarea. Me gustó mucho el trabajo, me he sentido cómodo, no faltando casi nunca, habiendo logrado trabajar en equipo, siendo una actividad muy útil. La Junta Departamental tiene que seguir posicionándose como el otro órgano de importancia en el Gobierno Departamental, como lo es la Intendencia misma.
6) ¿Por qué el Partido Colorado y el sector al que pertenece?
Siempre me simpatizó y trabajé dentro del Partido Colorado, que fue el partido de mi padre, a quien acompañaba a los comités antes de la década del 70. Desde joven me sentí atraído por el ideal batllista, por José Batlle y Ordóñez, quien fue quien encaminó al Uruguay, a que sea un ejemplo en América ,con todas las leyes sociales, con todos los adelantos que se originaron desde su primer mandato en 1903, signado por la guerra civil y, sobre todo, durante el segundo, a partir de 1911. Ese pensamiento de llevar al Uruguay a un nivel social con derechos, oportunidades, de inculcarle al que menos tiene que, el Estado, lo iba a ayudar, pero, como contrapartida, le iba a dar a cada niño y adolescente la oportunidad de estudiar para que se formaran, construyendo los liceos departamentales, por ejemplo. Esa es la gran diferencia que a veces tenemos con algunos simpatizantes de izquierda; nosotros, los batllistas, queremos ayudar a los que menos tienen, pero, dándoles las herramientas para que se formen y se construyan, como en aquella obra de Florencio Sánchez, Mi Hijo el Doctor, donde cualquier hijo de cualquier trabajador, vecino nuestro de cualquier barrio, pueda ser un profesional o, sin que lo sea, tenga una formación que le permita desarrollarse y salir adelante con el esfuerzo de su trabajo. Muy diferente a darle caridad, dádivas, para mantenerlos en la pobreza y, con esa recompensa, tener el voto cautivo. El batllismo es diferente; siempre buscó que el Uruguay y su gente se desarrollara de otra manera. Eso fue lo que nos gustó de esa ideología, por lo cual, siempre, nuestro norte, aggiornado, abierto al mundo, el de tomar medidas para ayudar a los que más necesitan y, a su vez, solventarlas por medio del comercio exterior, abriéndonos al mundo, donde el Estado poco a poco se retire de algunos quehaceres, dando al privado más lugar, sea como socio, o solos, generando más trabajo, más oportunidades. Es la conjunción del batllismo de Batlle y Ordóñez y de Jorge Batlle, el batllismo liberal.
7)Podría llegar a ser candidato nuevamente a la Junta Departamental, ¿qué cree que está necesitando Salto en la actualidad?
Sería un honor volver a ser edil. Creemos que, con la experiencia de estos cinco años, podemos mejorar mucho el rendimiento que tuvimos en la Junta. En cuanto a los problemas de Salto, son varios. Salto está deteriorado, siendo un pálido reflejo de lo que era hace 20 o 30 años atrás. Esta actualidad, duele. Un ejemplo es la cantidad de asentamientos, que la administración Lima ha promovido, ha fomentado para que crezca, con el famoso les doy terrenos, júntense, hagan pseudos cooperativas a cambio de militancia partidaria, haciendo un tipo de política nefasta de clientelismo. Falta, por lo tanto, viviendas dignas.
Para eso, u otros temas, es importante atraer inversiones reales, que vengan a instalarse con fábricas, industrias, ofreciéndoles beneficios, materia prima que es la mejor del país. Salto tiene arándanos, olivos, cítricos, energía, suelos, lana, turismo; se puede elegir qué instalar. Hace falta que se generen empleos, es un tema esencial. El turismo, olvidado totalmente por esta administración. Termas del Daymán cerrada los miércoles; Termas del Arapey en franco deterioro, etc. Es una muestra de la pésima gestión de la Intendencia en materia de turismo.
En fin. Muchos temas para tratar. Un Salto abandonado a su suerte que da pena y nos preocupa muchísimo.
8)Familia
Mi familia fue, es y será muy importante en mi vida. Son responsables de todo lo bueno que puedo llegar a tener; el 90% sale de la familia, de todo lo bueno que uno es, el otro 10% le corresponde a uno con esfuerzo, constancia, la dedicación.
Desde mi padre que fallecido hace muchos años, don Raúl; mi madre “Titina”, doña Clara Castillo, que aún la tengo con 92 años y anda como un rifle; mis hermanas Susana, Miriam. Mis hijos y mi actual pareja; ellos son el presente y un sostén fundamental.
9) ¿Tiene asignaturas pendientes en la vida?
Pienso que siempre las hay. Me hubiese gustado aprender y tocar bien la guitarra o el saxofón. Haber tenido una formación completa en inglés, poder hablarlo y escribirlo de forma buena. Y, quizás, en algunos otros aspectos siempre hay algo que se pudo haber hecho y no se hizo porque hay opciones que elije, quedando la incertidumbre sobre la decisión. Es seguro que, las decisiones que he tomado, las he meditado, las he razonado y, en general, estoy satisfecho de haber elegido el camino tomado. De eso se trata. El mejor título que uno puede dejarle de herencia a sus hijos, es el que los demás digan: este tipo fue una buena persona.
10) ¿Cuáles serían los próximos objetivos en lo personal, laboral y en lo político?
En lo personal, tratar de disponer de más tiempo, de más momentos en los que uno pasa bien; rodearse de todas aquellas personas con las que uno se siente a gusto, cómoda, con las que por suerte son muchas. Tengo amigos (el grupo de fútbol Salto Grande B) que somos prácticamente una familia, amistades de más de 30 años, que son de esos amigos que, cuando alguien está mal, ellos están. El hacer a lo que uno lo hace feliz. Más allá de las obligaciones. En lo laboral, queda poco en la etapa de la carrera aduanera; por lo que aspiro a terminarla de la forma que la transité. Y, en lo político, me gustaría ser nuevamente Edil. Me encuentro muy a gusto en ese ámbito. La 20115 que integró resolvió apoyar la candidatura del Dr. Carlos Albisu, en la Coalición Republicana, sabiendo que sus candidatos son buenos, y que de ese nuevo partido saldrá el nuevo Intendente de Salto. Por lo tanto. Seguiremos trabajando desde la Junta, sea quien sea el Intendente para que Salto vuelva a ser el departamento número 1 del país.