Seis cuadras era el viaje que una persona se dispuso a hacer en pleno centro, cuando ayer de mañana se precipitó un fuerte chaparrón. $ 150 le dijo el chofer que sería el costo. Le explicó que tenía orden de cobrar ese precio en viajes cortos, y no basarse en las fichas, con lo que sin dudas costaría menos.
El cliente agradeció la amabilidad del taxista y el hecho de haberle explicado esto antes de ponerse en marcha, concretamente en la Parada de Uruguay y Treinta y Tres.
Pero le pareció una tarifa fuera de lugar, algo que no debería pasar si se controlara debidamente. Porque al fin de cuentas, en ese caso seguro que las fichas indicarían unos $ 80. ¿Por qué entonces la decisión arbitraria de establecer $150? ¿Realmente se están controlando estas situaciones en Salto?
Dos temas de los que hemos hablado varias veces, llegaron nuevamente estos días, como quejas a nuestra Redacción. Uno es el de las facturas en papel de los entes públicos. “Nos cobran por impresión y envío $ 27,73 ¡y los recibos no llegan! Así que pagamos eso más el recargo que se suma si se nos pasa la fecha por confiar en que van a llegar a tiempo”, nos decía muy enojado un lector.
El otro tema es el de la locomotora La Criollo: “mucha gente otra vez durmiendo allí, y está a una cuadra del Hotel Biassetti; si la Intendencia no frena esto, le está dando cobijo en un lugar público a quienes tendrían que estar en el refugio de la otra cuadra”, nos comentaban.