La tecnología no debería ser usada en contra del hombre. En los hechos se supone que al servirse de ella se estaría facilitando o aliviando algunas de las tareas más pesadas que realiza la humanidad.
Se trata de uno de los temas más frecuentes y recurrentes en estas columnas. Pero es también una de las mayores preocupaciones de nuestros días. Como lo hemos dicho el trabajo de la gente es el mejor y mayor remedio para todos los problemas incluida la violencia, que tiene un pueblo.
Cuando en la familia escasea el trabajo comienzan los reproches, la desesperación y es frecuente que se caiga en alguna forma “fácil” de obtener dinero. Máxime en una sociedad que ha tolerado o incluso incentivado a generaciones enteras a “hace la tuya”.
La tecnología actual es usada contra el hombre y de allí que el temor de quedarse sin trabajo, sobre todo por parte de los jóvenes que no se han preparado, es real y entendible.
Es el mismo temor que lleva a pedir medidas contra los emigrantes (en un país que según nuestros mayores fue formado en gran parte por los migrantes), que lleva a adoptar medidas discriminatorias contra minorías étnicas.
Es más nos parece que estamos enfocando mal el problema, porque si algo hay que corregir es el concepto o el criterio con que los empresarios toman la tecnología.
Nos explicamos, Los tecnología debería ser para aliviar o hacer más llevaderos ciertos trabajos, nunca para suprimir puestos o erogaciones, porque mientras lo miremos de esta forma estaremos ignorando el tema social, los grandes y graves problemas que puede acarrear la falta de trabajo.
Hemos escuchado muchas veces que uno de los mayores problemas existentes en las cárceles es precisamente el poco o nulo conocimiento de trabajos u oficios existente entre los privados de libertad.
Seguramente es sólo una punta del iceberg, pero se trata de una de las consecuencias de las sociedad que estamos formando. De los valores o “antivalores” que les estamos inculcando y alguna vez tendremos que admitir que por este camino no lograremos mucho.
Es hora que usemos adecuadamente la tecnología. Es hora de que asumamos errores y consecuencias, porque de lo contrario nos convertiremos en otro de los países donde “manda y todo lo corrompe, don dinero”.
Tener dinero, poder o influencias, sin reparar cómo se lo logra es lo que hemos trasmitido. Mientras sigamos así es poco o nada beneficioso lo que podemos lograr.
A.R.D.
