Será el viernes 6 de mayo cuando la Asamblea de la Liga Salteña de Fútbol, resuelva la solicitud del Club de Pesca, quien pretende sumarse a la Divisional «C», pasando a ocupar la plaza dejada por el Club Defensor. «No venimos a desplazar a nadie, sino a ocupar un lugar vacío», argumentó el Dr Luis Moller, uno de los más entusiastas impulsores del objetivo de ingreso.
La asamblea del viernes 6 será posible desde el momento que no fueron pocos los clubes que a través de sus representantes, elevaron una nota al Consejo Superior, para que el llamado sea posible. Contemplado el reglamento, ahora llegará el tiempo de la decisión. A el Club de Pesca se lo avalará o se lo rechazará.

LA OPOSICIÓN DE LA «A»
No siempre es posible tener la certeza definitiva en los pasos previos a una asamblea de este tipo, porque a veces las posiciones suelen variar. Pero el hecho es que las señales son reales. Existen. Por lo tanto, una primera deducción aflora: la mayoría de los clubes de la divisional A son contrarios al ingreso del Club de Pesca. Alguna excepción surgiría, pero siempre como excepción. En la misma medida la mayoría de las instituciones que militan en la Divisional B y C, avalaría el ingreso, aunque NO TODAS. En el caso de la C, hubo un club que a partir de su plana directriz ya anunció el rechazo: Lazareto.
LA AUSENCIA DE FÚTBOL
EN LA HISTORIA DEL CLUB
Al paso de los días se fueron acumulando los argumentos en una y otra dirección. Quienes se plantan en la negativa, lo hacen a partir de un aspecto que unifica a varios: el club de Pesca es un club sin historia futbolera. No la tiene. Y se duda que disponga de un proyecto que sume y no se limite solo a la pretensión de «tener un equipo para jugar al fútbol», como lo manejan algunos directivos de clubes de la A. Por lo demás, desde los neutrales de la Liga Salteña de Fútbol, no se ve con buenos ojos que se sume otro club.
Ninguno de los neutrales de mando, ha generado alguna opinión en pro del ingreso del club de Pesca. A una semana del pronunciamiento los nubarrones existen. Aunque tampoco se trata de descartar a quienes en algún caso «podrían darse vuelta y cambiar el voto»