Por Jorge Pignataro
Como ya fue comentado, el pasado miércoles 14 quedó inaugurada en el Museo Olarreaga Gallino la muestra retrospectiva “Geometría Poética”, de Aldo Franzoni, con seguridad el artista visual salteño de mayor nivel y trascendencia en este momento. La inauguración tuvo una cantidad de público verdaderamente inusual para una ceremonia de esta índole: más de una sala del Museo se llenó de gente que observa con admiración las pinturas y esculturas de Franzoni. Pues ahí no terminó la cuestión: ahora nos llegó el catálogo de la muestra, una verdadera joya por la calidad de impresión, del papel, de los colores y brillos. No menor es el nivel de quienes allí dejan plasmados sus conceptos. El catálogo se inicia, bajo el título de Presentación, con estas palabras:
“La labor conjunta de los Amigos de Las Nubes y los Amigos del Museo María Irene Olarreaga Gallino, con el auspicio de la Intendencia Municipal de Salto, ha permitido la realización de esta Muestra retrospectiva de la obra de Aldo Franzoni Malaquina. Nacido en el seno de una familia volcada a la vida cultural y a una activa participación en instituciones que marcaron un hito en las actividades culturales y pictóricas en nuestro medio -la Asociación Horacio Quiroga y luego a través de la creación de Casa de Nuna- era casi ineludible que Aldo manifestara tempranamente su vocación por la pintura. En 1990 ingresa al Taller Arte Contemporáneo del pintor Daniel Amaral Oyarvide, y bajo su guía llegó a la madurez de las obras que hoy se exhiben. Silenciosa y minuciosamente, fue elaborando esa obra que hunde sus raíces en las corrientes del arte geométrico, en el que la forma conduce al color. Así Aldo Franzoni ha construido su «universo geométrico”, al tiempo de ir creando un «inventario de geometrías» sobre la construcción del color y la línea, los planos en la geometría y la pintura, muchas veces junto a la textura de la madera. Hace casi veinte años, en ocasión de su primera muestra individual, el curador Alfredo Torres ya hablaba de una «poética de lo geométrico”, en sus obras, en las que las relaciones entre geometría y artes visuales y assemblages constituyen un asunto constante en sus «modos de ver», que son «modos de resolver» de la pintura en la tradición moderna. En esta línea, Aldo Franzoni ha construido su propia «geometría poética” y hoy nos honramos en presentarla, en un justo reconocimiento a una vida volcada a la pintura”.

Luego se expresan Garet, Amaral Oyarvide, Alfredo Torres, De Espada y Von der Becke.
LOS COLORES DE ALDO, por Leonardo Garet: “Una naturaleza geométrica se mueve al ritmo de los colores. El cuadrado y el rectángulo no son suficientes; cada pieza inaugura un contorno con su cuerpo. Aldo no es pastor de estrellas, pero lleva de la mano a sus colores al casillero correspondiente. Las artes plásticas no son dinosaurios chapoteando en las salas de exposiciones, ni tampoco el payaso que tira naranjas contra un muro blanco. Aquí estamos, como hace tantos años, apreciando la elaboración intelectual y la frescura expresiva. Aquí estamos, ante la intrepidez del trabajo de un hombre que susurra cuando habla porque habla fuerte cuando pinta. Cada pieza de Aldo Franzoni es una bandera al viento, una fiesta de trompetas, una señal de que el hombre en el universo es el que instala el orden de las cosas”.
-De Daniel Amaral: «Si el arte es una manifestación intelectual del secreto equilibrio entre el hombre y el universo, Aldo Franzoni conoce las palabras que se lo revelan. En sus silencios nacen los silencios geométricos de su obra. En sus silencios elabora sus actitudes de hombre solidario y austero. En sus silencios habitan los infinitos misterios de su lenguaje».
-De Alfredo Torres: «La simplicidad, la mesurada gracia visual de la geometría consagrada por las obras de Aldo Franzoni, terminan generando imágenes impregnadas de una cálida poética. Una poética que modula y amplía proposiciones, con un clima similar a las variaciones de ciertas piezas musicales, donde un canon vertebral es modificado, cambiado, sin que se aparte demasiado de su esencia».
–Roberto de Espada: «Lo primero que impresiona del conjunto es la coherencia inflexible que lo articula y lo segundo es la flexibilidad, la convicción en el vibrante uso cromático que se limita a sí mismo, a los básicos y complementarios, sin buscarle pleitos a otros juegos que la propuesta misma no requiere ni admite…Debe reconocerse como logro mayor de esta muestra la proeza de emparentar, integrar, amalgamar, en una bienvenida unidad conceptual un corpus presidido por los rigores geométricos».
GEOMETRÍA Y SILENCIO, por Benjamin Von der Becke, Madrid, abril 2023: “Se han cumplido tres décadas desde la primera exposición de Aldo Franzoni. Durante estos años transcurridos lo hemos visto aplicado a su arte con un silencio honesto y laborioso, como si el sigilo y la constancia fueran las huellas de identidad de su talento (…) desarrollo evolutivo de su procedimiento creativo, la consistencia en la calidad de su arte y en su dimensión estética actual en congruencia con la obra del pasado. Una muestra que puede entenderse en sentido gestáltico, puesto que nos ayuda a comprobar que la totalidad de la obra de Aldo Franzoni es mayor que la suma de sus partes. O lo que es lo mismo: su arte trasciende cada una de sus piezas (…) La obra de Franzoni nos cautiva de manera conjetural, quizá porque sabe aplicar al dedillo la “ley de la multiestabilidad» desarrollada por el danés Edgar Rubin (…) Puede evaluarse la obra de un artista que se nutre, pieza a pieza, de un impulso experimentador inagotable. Franzoni es un cultor empedernido de técnicas y procesos que enriquecen permanentemente su quehacer, hasta rozar la perfección (…) Franzoni sabe traducir el inconmensurable silencio asequible para un contemplativo, un matemático o un poeta, en la materia prima de su obra plástica, expresada en geométricas fascinantes (…) También discurre por sus pinturas una paleta rigurosa, donde las luminiscencias que nos atrapan pudieran ser parte de una operación alquimista en la que se absorbe nuestra energía atencional para luego devolvérnosla transmutada en radiaciones de belleza vivificante. Quizá por ello también descubrimos algo de espíritu metafísico en la propuesta estética de Franzoni. Me gusta imaginar que el artista intuye que Dios desea acercarse al hombre…Ser expresado por el hombre, porque el humano necesita tanto de cordura como de anhelo. La cordura de quien se sabe criatura a pesar de ser también un creador y el anhelo de construirse en lo que aún no es (…) Las formas y colores de Franzoni habilitan nuevas posibilidades y encienden perspectivas futuras. Y esto es así porque “a pesar” de su rigor formalista late en ellas una fuerza lúdica donde lo geométrico no encorseta, sino que, por el contrario, exalta, es decir, pone de manifesto de un modo estimulante lo que una mente acostumbrada a pensar con volúmenes complementa (…) Aldo Franzoni provoca atracción y sugestión constante, sugestión y atracción renovada…”.