Por Analía Rodríguez y Valentina Moraes
Qué es la estimulación temprana?
La estimulación temprana es el conjunto de medios, técnicas, y actividades con base científica y aplicada en forma sistemática y secuencial. Se emplea en niños/as desde su nacimiento hasta los 6 años, con el objetivo de desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, físicas, emocionales y sociales, evitar estados no deseados en el desarrollo y ayudar a los padres con eficacia y autonomía en el cuidado y desarrollo del infante.

Los niños/as desde que nacen reciben estímulos externos al interactuar con otras personas y con su entorno. Cuando estimulamos a nuestros bebés les estamos presentando diferentes oportunidades para explorar, adquirir destrezas y habilidades de una manera natural y entender lo que sucede a su alrededor.
Cada etapa de desarrollo necesita de diferentes estímulos que se relacionan directamente con lo que está sucediendo en el desarrollo individual de cada niño. Es muy importante respetar este desarrollo individual sin hacer comparaciones o presionar al niño.
El objetivo de la estimulación no es acelerar el desarrollo, forzando al niño a lograr metas que no está preparado para cumplir, sino el reconocer y motivar el potencial de cada niño en particular y presentarle retos y actividades adecuadas que fortalezcan su auto-estima, iniciativa y aprendizaje.
Las investigaciones han avanzado por lo que hoy sabemos mucho más sobre el desarrollo del cerebro infantil y la importancia que tienen los primeros años de vida. Estamos totalmente seguros de que la estimulación que un niño recibe durante sus primeros años constituye la base sobre la cual se dará su desarrollo posterior.
Al inicio las actividades se enfocan en reforzar el vínculo emocional, masajes y estímulos sensoriales, respetando el desarrollo natural del bebé, y el instinto natural de sus padres. Luego se inician actividades de motricidad gruesa, motricidad fina, concentración y lenguaje. Es muy importante cuidar y proteger la iniciativa, la independencia y la autoestima del niño durante todo su proceso de aprendizaje. Al mismo tiempo vale la pena tomar en cuenta factores importantes para lograr aprovechar los estímulos adecuados a los cuales nuestros hijos pueden estar expuestos.
Es importante comprender que los niños NO son iguales, cada uno tiene su propio ritmo de desarrollo ya que el desarrollo individual depende de la maduración del sistema nervioso, cada niño es un mundo y no hay dos que se comporten justo de la misma forma siempre o desarrollen los mismos gustos en todo.
Esta experiencia debe ser positiva, no se debe forzar al niño a hacer ninguna actividad.
La única forma que el niño aprende durante esta primera etapa es si está predispuesto a aprender y asimilar nueva información, es decir jugando. El juego es la mejor manera de estimular a un niño.
La estimulación temprana tiene por objetivo aprovechar la capacidad de aprendizaje y plasticidad del cerebro en beneficio del bebé. Mediante diferentes ejercicios y juegos su intención es la de proporcionar una serie de estímulos repetitivos, de manera que se potencien aquellas funciones cerebrales que a la larga resultan de mayor interés. No sólo se trata de reforzar aspectos intelectuales, como su capacidad para la lectura o el cálculo matemático, sino que la estimulación temprana también contempla los aspectos físicos, sensoriales y sociales del desarrollo.
Durante la estimulación, no solo se reforzara el desarrollo motriz, cognitivo, social y emocional del bebé, como también se respetará su desarrollo individual, sus capacidades, su predisposición, y su ritmo. Cada niño es único y diferente, y los padres lo deben tener muy en cuenta a la hora de estimularle. El bebé deberá vivir libremente esta experiencia y no como una obligación. Jamás se deberá obligar al niño a que haga alguna actividad para la que él no esté preparado ni suficientemente estimulado. El bebé debe sentirse libre y motivado para mantener siempre una buena autoestima durante todo el proceso de aprendizaje. Por esta razón los padres deben respetar su desarrollo individual, evitando comparaciones y presiones sobre su hijo.
En la estimulación temprana se debe buscar el equilibrio por esto, debe ser integral, tanto física como intelectual. La estimulación temprana debe circular por todos los caminos: físico, intelectual, emocional, en todos.
Los beneficios de la estimulación temprana se ven reflejados en el área cognitiva, permitiéndole al niño comprender, relacionar y adaptarse a nuevas situaciones, para esto el niño necesita de nuevas experiencias; en el área motriz, se destaca la motricidad gruesa, como las habilidades para moverse y desplazarse y a su vez la motricidad fina comprendida por la coordinación, tocar, pintar, dibujar. Es necesario que se le permita al niño explorar pero sin dejar de establecer límites frete a posibles riesgos, al igual que dejar que manipulen cosas con supervisión.
En el área del lenguaje, le ayudara al niño a una mejor comunicación con su entorno; en el área socio-emocional, le permitirá al niño sentirse querido y seguro, capaz de relacionarse con otros de acuerdo a normas comunes.
En Agilmente comprendemos la importancia de la estimulación temprana, por ello, brindamos un espacio que nos permite trabajar sobre dichas aéreas a base del juego y la motivación ya que niños motivados son niños felices.
Agilmente un espacio pensado para aprender jugando.