“Tenemos que ver qué hacemos con las injusticias que hay en nuestra sociedad”
Juan Carlos Gómez acaba de ganar por novena vez la Presidencia de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales de Salto (ADEOMS), paralelamente se encuentra terminando de cursar la Tecnicatura de Comunicación y Periodismo del Polo Binacional de Salto Grande como forma de perfeccionarse como sindicalista y con la intención de algún día poder ejercer el periodismo. Tuvo una vida sacrificada de niño trabajando para ayudar a su familia y tratando de superarse permanentemente.

1. Dicen que uno es la suma de lo que ha sido, ¿quién es Juan Carlos Gómez?
– Una persona común y corriente, como muchos, que tiene una historia de vida muy diferente a la que algunos creen en función de lo que ven, más que nada en los medios de prensa, porque mi rol de dirigente sindical es circunstancial. Es decir, hoy estoy acá porque los y las compañeras nos han dado el apoyo para que los representemos, pero soy un funcionario municipal con un pasado, al igual que muchos. Te puedo contar, por ejemplo, desde mis 10 años cuando arranqué a trabajar en un taller mecánico, iba a la escuela y a la tarde ayudaba a lavar fierros y herramientas, y con esa plata me compraba la merienda todos los días. Llegaba el fin de semana y con lo que me quedaba, compraba leche y pan para mi casa. Colaboraba con mi hogar porque mi padre siempre fue un changador que la luchó para poder mantener a la familia, nunca nos sobró nada, siempre tuvimos lo justo.
2. ¿Cómo fue la época de liceal?
– Fui al liceo como cualquier otro hijo de vecino y trabajaba en los aserraderos haciendo cajones y cajas para la fruta y la verdura desde los 13 años. Terminé el liceo trabajando en la construcción, y como tenía dificultades económicas no pude seguir estudiando una carrera. En mi casa somos 6 hermanos y en ese momento las cosas eran difíciles. Terminé yendo a la Escuela de Paracaidismo Militar en el Batallón de Infantería N° 14, ahí me recibí como paracaidista militar, cumplí mi contrato de 2 años en donde me formé en diferentes áreas de lo que es el ejército, pero entendí que ese no era mi futuro. Me vine para Salto, entré a trabajar como guardavida zafral, terminaba el verano y volvía a la construcción, me fui a Chile, a Brasil. La última obra grande en la que trabajé fue en Botnia en Saceem en el año 2005, y en el 2006, después de varias temporadas como zafral entré a trabajar en Termas del Arapey como guardavidas, ahí arranqué mi carrera como funcionario municipal.
3. ¿No fueron fáciles esos primeros años?
– Trabajé haciendo de todo, hasta me tocó juntar abono de corral en el campo como sustento, y lo hice junto a muchos compañeros de mi adolescencia y juventud. O sea, soy una persona como tantas que la ha venido luchando tratando de progresar, y a través del trabajo construir una familia. Hoy tengo 5 hijos con quienes trato de tener la mejor relación posible, vivo con uno de ellos porque soy separado, pero por suerte con mis hijos como con las madres de mis hijos tengo una excelente relación, y trato que mis hijos le den el valor que corresponde a la vida y que sepan que todo es en base de sacrificio. Hoy mi señora es otro pilar fundamental en toda mi vida, que me ha ayudado a equilibrar la balanza en muchos aspectos.
4. ¿Cómo incorpora su ideología a esas vivencias que me acaba de contar?
– Obviamente que mi concepción ideológica también forma parte de mi persona, es a raíz de todas mis experiencias y vivencias que he tenido. Siempre vi a mi padre luchar y muchas veces ser explotado, y a veces en aquellos tiempos en donde no habían las mismas garantías que hay ahora, tenías que agachar la cabeza para llevar un plato de comida a la casa, trabajando en condiciones a veces muy precarias y a cambio de un salario que no era el mejor. Por eso digo que mi padre es la persona más importante de mi vida y el héroe más grande que he conocido.
5. Imagino que esos mismos valores que absorbió en su casa querrá trasladarlo a sus hijos.
– Sí, por supuesto. Lo que siempre resalto de mi padre, que por ahí en eso no somos tan parecidos, es la serenidad que tiene mi padre, lógicamente el valor que mi viejo le da al sacrificio y al trabajo, que nada en esta vida es gratis y nada te cae del cielo, esa es la realidad. Y después también el valor que le da mi viejo, y sobre eso trato de hablar mucho con mi hijo, es el valor que le da a la familia, porque si bien hablo mucho de mi padre, el otro pilar fundamental fue mi vieja, que hacía maravillas en plenas crisis, cómo con lo que tenía hacía maravillas para poder servirnos un plato de comida. Son cosas que a uno le pegan e intento que nuestros hijos valoren al máximo estas cosas, aunque quizás tengan un pasar un poco mejor al que tuvimos, pero que igualmente le den la importancia que se merece ese plato de comida que quizás a otros les falte y tengan que ir a una olla popular para poder comer.
6. ¿De dónde sale Cholín?
– Mi sobrenombre Cholín sale de la infancia, me acuerdo patente el momento en que por primera vez alguien me dice Cholín y nunca más me lo sacaron de encima, sobrenombre con el que me he acostumbrado tanto que me genera mucha más comodidad que me digan Cholín a que me digan Juan Carlos. Cholín es un personaje de un dibujito animado, y cuando me lo dijeron por primera vez tendría 12 años. El dibujito eran dos lagartos que vivían en un pantano donde uno se llamaba Cholín y el otro Floyd, y una tarde jugando a la bolita y como todo, peleando entre compañeros, que si había quedado en la raya o había salido, un compañero me dice, “bueno, no te enojes Cholin”, y ahí quedó para el resto de mi vida.
7. ¿La bicicleta es un hobby?
– Sí, la bicicleta es un escape, es un hobby pero también lo hago por un tema de salud. A veces me pregunto por qué no arranqué en mi adolescencia, es algo que me cuestiono todos los días. He conocido un montón de compañeros y de lugares, he vivido un montón de experiencias, me gusta mucho la naturaleza, la travesía, el desafío. Tengo 45 años y sinceramente intento que eso no me pese y trato de hacer las mismas cosas que cuando tenía 20. Toda mi vida hice deporte como algo recreativo, fútbol, basquetbol, natación, atletismo, karate, artes marciales mixtas, es decir, hice un montón de deportes.
8. Uno ve su vida, de constante superación y no se lo ve terminando como Presidente de ADEOMS, ¿tiene claro qué sigue?
– Sinceramente no, hoy me siento cómodo en la tarea de representar a mis compañeros, más allá del prejuicio que tienen algunas personas. Para mí la tarea sindical hoy es mi trabajo, le dedico muchísimo tiempo, trato de prepararme continuamente, y lo que sí creo junto con otros compañeros es que si bien reconozco lo que me dicen quienes andan a mi alrededor, que uno ha crecido en esto, también considero que me falta una enormidad, que podría hacer muchísimas más cosas en mi trabajo, que podría formarme muchísimo más y que dentro de la tarea sindical no existe un límite para seguir aprendiendo. Es más, el hecho que hoy esté haciendo la Tecnicatura de Comunicación y Periodismo es porque entendí que es un aspecto fundamental que debía explotar muchísimo más en beneficio de la organización sindical y por qué no, también personal, porque ayuda a uno a autoconstruirse.
9. Justamente, hoy participa de uno de los programas de televisión más visto por los salteños (“Bancátela”, por Canal 4 Flow), ¿cómo es el Cholín comunicador?
– Primero que nada trato de aprender a transmitir en un lenguaje que la gente entienda. No es fácil a veces hacerlo teniendo la personalidad que uno tiene, y hacer que el mensaje llegue a todos. Entiendo que entre mi personalidad y el rol de comunicador hay cosas que ajustar con mi rol de sindicalista, y en eso estoy trabajando. Me gusta la comunicación, entiendo que es todo un desafío, intento aprender todos los días y aspiro algún día a poder ser periodista.
10. La última palabra es suya.
– Mirando hacia adelante, trataré que mis hijos no cometan los mismos errores que yo y que tengan un mejor pasar del que tuve. Luego, siempre digo que no me veo fuera de la militancia, ya sea política o social, es algo con lo cual me aferraría hasta el último día de mi vida, así que como militante, siempre. Desde la militancia y de lo que me resta de vida, me gustaría tratar de hacer los aportes que sean necesarios como persona para cambiar algunas cosas con las cuales uno no está de acuerdo. Siempre lo digo, no basta con la crítica o el cuestionamiento, no basta con el análisis o la reflexión, sino que lo que tenemos que ver es qué hacemos en función de esas cosas que forman parte de las injusticias que hay en nuestra sociedad y que se pueden cambiar.
