Ministro de Educacion y Cultura
El Ministro de Educación y Cultura Pablo Da Silveira estuvo recientemente en nuestra ciudad acompañado de otras autoridades nacionales.
En la oportunidad realizó una evaluación de la transformación educativa que se viene aplicando en nuestro país , valorando algunos avances en bachillerato pero señalando que queda mucho por hacer.
Enfatizó que volver a tener centros educativos que generen pertenencia en los estudiantes hace grandes cambios en la permanencia.
«Todo lo que tiene que ver con el cambio de gobernanza de la educación se cumplió al cien por ciento», afirmó al iniciar el diálogo para agregar que «lo que tiene que ver con el avance de la transformación educativa, a pesar de que tenemos en educación un extraño quinquenio de tres años, hoy empieza a haber estudios internacionales que muestran que Uruguay fue de los países que menos sufrió en términos educativos durante los años de pandemia. De modo que eso nos hace sentir satisfechos con lo hecho en aquella época.»
Aspectos a destacar
Da Silveira destacó algunos puntos que consideró importantes al momento de realizar una evaluación.
«Yo creo que hay dos o tres cosas muy importantes que pasaron. Una es que se puso en marcha una dinámica de cambios después de años donde parecía que cada cambio en educación era una especie de batalla definitiva , que se iba a perder y que no era posible hacer nada. Hoy la idea de una educación en cambio, en transformación, está instalada.»
«Luego el haber incorporado el enfoque de competencias, que es el enfoque hoy predominante en el mundo.»
«Luego la mirada integral. Haber vencido esa visión muy condicionada por barreras institucionales que hacía que una cosa era hasta sexto de escuela, después empezaba primero educación media, y ahí había unas pérdidas enormes de alumnos porque no se coordinaban.»
El ministro destacó que ahora existe una planificación curricular integral que pasa por encima de los límites burocráticos tradicionales. No obstante manifestó que así como hay cosas en las que se ha avanzado mucho, hay un peligro frente al que hay que estar muy atentos.
» Es peligroso creer que ya hicimos el gran cambio educativo. En realidad lo que hicimos fue ponerlo en marcha y cumplir una primera etapa y todavía faltan muchas cosas por lograr. Hay muchas cosas con las que no estamos satisfechos.»
Bachilleratos
Pablo Da Silveria se refirió al aumento en la culminación de bachillerato aunque también manifestó que no es suficiente.
«En estos años, por primera vez en años, conseguimos un aumento significativo de la cantidad de chiquilines que terminan bachillerato, que es un gran debe del Uruguay y que llevaban muchos años muy estancados. En estos años conseguimos mejorar esas cifras pero no estamos contentos con donde estamos , tenemos que seguir aumentando la proporción de chiquilines que terminan bachillerato.»
También declaró que esta reforma seguramente no continuará con un cambio de gobierno.
«Alcanza con leer las bases programáticas del Frente Amplio para que quede claro que su gran proyecto es desmantelar lo que se hizo. No hay una sola propuesta de futuro que realmente signifique un cambio importante. Yo creo que sería un retroceso.»
De volver a ganar el gobierno la coalición la transformación continuaría afirmó el ministro.
«No se olviden que esta reforma fue muy conversada dentro de la coalición, formó parte del compromiso por el país. Es una línea de trabajo permanente que, con los ajustes normales que puede haber con un cambio de gobierno dentro de una misma fuerza política, hay un rumbo que se va a mantener.»
Fortalecer los centros educativos
El jerarca sostiene que para lograr un avance en los años de estudio los jóvenes tienen que sentirse parte del centro educativo al que concurre.
«En un tema que tenemos que seguir trabajando es en el fortalecimiento de los centros educativos, de la escuela, del liceo, de la escuela técnica, como un lugar con identidad propia, como una comunidad de la que el estudiante se siente parte. Eso había existido en el Uruguay hace muchas décadas y se había perdido y en todo el mundo se sabe que cuando eso se pierde, aumenta el abandono.»
Siguió reflexionando en el tema diciendo que «un chiquilín que siente que es anónimo, que las autoridades del liceo, los docentes, capaz que ni saben mucho quién es, y que si va o si no va eso no tiene consecuencias, bueno, si la tiene un poquito complicada, corre más riesgo de dejar de estudiar. Un chiquilín que se siente parte de algo donde tiene nombre, donde la familia es conocida, donde si deja de ir alguien se preocupa y va a hablar es distinto. Por ejemplo, los centros María Espinola tienen mucho que ver con eso, con desarrollar centros de educación media que funcionen como comunidades educativas, donde no haya estudiantes anónimos, donde todo el mundo se sienta parte de un proyecto y esa clase de cosas favorece la continuidad.»
