A un año de la partida del “Flaco”Malaquina.
El Esc. Eduardo Malaquina fue un hombre de servicio. Él mismo siempre se definió como político antes de ser escribano. Y así vivió su vida.

Ejerció la actividad profesional en su juventud y también durante la dictadura, donde fue un activo militante que abogó desde la clandestinidad por la reconquista de la Democracia. Luego, desde el día que pudo retornar a la militancia política se dedicó full time a la actividad pública, habiendo sido electo tres veces intendente de Salto y Senador de la República. Malaquina se caracterizó por ser un intendente de puertas abiertas. Recibía a quien le pidiera una reunión, y atendía gente cada vez que se lo solicitaran, no sólo en sus salidas y recorridas, sino también en la cotidianeidad de la Intendencia, donde usualmente demoraba en llegar a su despacho ya que desde la vereda atendía Salteños que lo paraban por una u otra cosa. Fue un hombre con una visión social de la política que logró -entre otras cosasque miles de Salteños encuentren una solución habitacional, especialmente ante el histórico problema de los asentamientos inundables en las costas del Río Uruguay. A toda esa gente la reubicó en distintas partes de Salto, principalmente en el barrio Horacio Quiroga, barrio fundado desde cero con familias desplazadas de las inundaciones que hoy presenta una evolución importantísima. En la misma línea, fue de los primeros y mejores ejecutores a nivel país del plan de readecuación de los asentamientos irregulares. Una cantidad importante de barrios de Salto fueron fundados en el desarrollo de este programa, que si bien no era departamental, él lo aprovechó e impulsó como una prioridad en su gestión. Por otro lado, “El Flaco” fue una persona con una visión ambiental futurista para la época. Fue un firme defensor de la protección al acuífero Guaraní. Le preocupaba muchísimo el avance de la perforación de los pozos termales, siendo un convencido que había que extremar los cuidados ante estas prácticas, pero a su vez nunca dejando de preocuparse por el sector turístico, balance éste que no era fácil de encontrar Bajo su gestión se inauguró el primer hotel cinco estrellas en las Termas de Arapey, que si bien fue un proyecto privado, contó con la cooperación y colaboración de la Intendencia, acontecimiento que significó un antes y un después para el sector en el Departamento. También bajo su mandato se reinauguró el Hotel Horacio Quiroga, que siendo propiedad de la CTM de Salto Grande, lo explotó durante años la Intendencia de Salto. El intendente Malaquina era una persona que luchaba por sus convicciones contra vientos y mareas. Tal es así, que en la época del Cancro (enfermedad en las plantas citrícolas que abatió a la producción departamental), las autoridades técnicas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca sugerían -y ejecutaban- el corte de los árboles enfermos, sin excepciones. A instancia de Malaquina y con su co-participación, logró que el Ministro Gasparri elaborara un Decreto para terminar con el corte de los árboles. Sin esa lucha del intendente, la citricultura de Salto se hubiera quedado sin árboles. En su momento, propios y ajenos entendían que la citricultura en Salto no era viable, que había que trasladarla, y sin la intervención de Malaquina probablemente así hubiera terminado. Hoy en día, Salto cuenta con una citricultura en bonanza, que da trabajo a cientos si no miles de salteños, con una reconversión de variedades que están a niveles de exportación a los mercados más exigentes, con empresas pujantes, y todo esto el sector se lo debe a un intendente que tuvo una visión integral de lo que fue esa epidemia citrícola, tomando en cuenta no sólo opiniones técnicas, sino considerando las variables económicas, sociales y el impacto que iba a tener en la sociedad salteña la adopción de medidas tan radicales. Por otro lado, Eduardo Malaquina siempre tuvo una visión de la ciudad de Salto como una ciudad universitaria. Y así lo plasmó en los hechos al haber construido en su primer mes de gobierno, un Hogar Estudiantil para albergar jóvenes liceales del medio rural. A su vez, en el marco de la “Reforma Rama”, puso en funcionamiento el primer CERP, para que los estudiantes pudieran en la ciudad de Salto desarrollar los estudios requeridos para convertirse en Profesores. En el mismo sentido, desarrolló exitosamente maratónicos esfuerzos a nivel nacional para conseguir los fondos necesarios para la construcción de la Regional Norte de la Universidad de la República, que hoy enseña a varios miles de estudiantes. Una descentralización real que le dio -hasta entonces- la impensada posibilidad a muchísima gente de alcanzar los estudios terciarios. Un hecho que lo pinta de cuerpo entero, es que en sus 15 años al frente de la Comuna, tuvo un excelente relacionamiento con los funcionarios de la Intendencia, incluso habiendo preservado funcionarios que provenían de Gobiernos anteriores de partidos contrarios. No tuvo nunca ese revanchismo que a veces se da en esa actividad. Mención aparte merece el manejo financiero que desempeñó en la crisis de principios de siglo. Realizó una administración de fondos prudente, íntegra y transparente, y teniendo en cuenta que el nivel de morosidad de los contribuyentes rondaba el 50%, no fue tarea fácil. Esta gestión catapultó su imagen pública a nivel país, siendo de los intendentes con más aprobación en esa época. Una pieza clave en esta conducción, fue el haber sembrado un buen relacionamiento con ADEOMS, que le permitió llegar al acuerdo de bajar los sueldos por un período de tiempo a todos los funcionarios municipales, desde el Intendente hasta el último peón, que si bien después fue restituido, marcó un voto de confianza sin precedentes de parte de los trabajadores hacia su jerarca. Un acontecimiento que quedará escrito en la historia no sólo de su Gobierno, sino también del Departamento, fue el de la visita probablemente más ilustre en la historia de Salto: la visita del Papa Juan Pablo II. Malaquina sin ser católico, fue coprotagonista de la organización de la multitudinaria misaque celebró el pontífice polaco en el Parque Mattos Netto. Un hecho que marcó un hito en la historia del Departamento, donde fue el centro del mundo católico por un momento. Naturalmente que la vida, obra y legado de un hombre de estas magnitudes no se pueden resumir en pocas líneas, pero éste ha tratado de ser un compendio de sus hitos más destacados, tanto por haber sido emblemas de sus ideas y convicciones, como por el impacto que han tenido para el Departamento de Salto.Un gran batllista, un excelente gobernante y una mejor persona.
Eduardo Ramón Malaquina Ugolini
1936-2021