Una nota exclusiva de JUANJO ALBERTI, desde Montevideo
DE NIÑA DEDICADA A LA ACTUACIÓN
Fue primera figura en cada telenovela que protagonizó, e hizo muchas. De mala era el papel que más le gustaba, y sabía aplicarlo con estilo. Tenía talento porque había estudiado y lo transmitía en cada desempeño que realizaba en todos los unitarios para la tele y en infinidad de obras de teatro. A partir de la década de los sesenta y durante treinta años de trabajos obtuvo una gran popularidad en Argentina y América toda. Entre sus logros, se la recuerda por estelarizar «Panorama desde el puente», junto a Alfredo Alcón en teatro. Entre sus logros en la pantalla chica fue la heroína de «La sombra», «Todo tuyo», «La cruz de Marisa Cruces», «Entre el amor y el poder», «Stefania», y «Cuando es culpable el amor», en coproducción con Puerto Rico, entre tantos. En los noventa, protagonizó durante tres años «Son de diez», e inmediatamente seguiría con «Collar de esmeraldas». Se llamó Silvia Dina Montanari, una actriz de aquellas, que a sus 76 años acaba de fallecer, el pasado 26 de octubre, en Buenos Aires, debido a una enfermedad que la tenía a mal traer. Silvia Montanari, se había ganado por derecho propio, el respeto de la gente y de sus pares, convirtiéndose en la verdadera estrella del teleteatro porteño.
NACIDA EN CRUZ ALTA, CORDOBA
Silvia es nacida en Cruz Alta, Córdoba, el 14 de enero de 1943. Cuando era pequeña sus padres escuchaban radioteatros y la niña emulaba a los actores que se desempeñaban en aquellas épocas doradas de las broadcasters. Muy pronto su familia se traslada a Quilmes, y desde entonces su pasión por la actuación se hace cada vez màs grande. Así, toma clases de desempeños artísticos, e inmediatamente la convocan para un pequeño papel en «Obras maestras del terror», junto a Narciso Ibáñez Menta, que se interesa por ella brindándole una posibilidad que la actriz no desaprovechó. Fue tal la calidad de su desempeño que pasa por «Hombres en pugna» dejando su marca, «Los otros y nosotros», «La banda del Golden Rocket», «Cita a ciegas», es figura en el ciclo de «Mujeres asesinas», y también en «Gasoleros», bajo la realización de Adrián Suar. Este acontecimiento ocurriría durante los años 1998 y 1999, en dos brillantes temporadas.
LA VIDA DE LA FAMILIA PANIGASI
En una trama basada en la vida de los Panigasi, una familia de clase media algo empobrecida, se basa «Gasoleros», El padre de éste verdadero clan es Héctor -encarnado por el actor Juan Leyrado- un ex-colectivero que termina siendo mecánico, que posee un taller junto a familiares y amigos. A su vez, el desarrollo de la tira se centra en un romance con el propio Héctor con Roxana Presutti -Mercedes Morán- una dama casada con un caballero al que cree amar, Jorge -Manuel Callau- hasta que realmente conoce a Héctor. Emilia Nieto -Silvia Montanari- es otro personaje central en el argumento, que posee un bar al que consiguió con sumo esfuerzo, lugar en el cual ocurren muchas de las historias surgida a lo largo de la novela. Silvia, de fenomenal desempeño, ayuda a reflejar las costumbres argentinas y porque no rioplatenses más comunes y la vida de la gente de clase media, en la época en que fue realizada. Fue producida por Pol-ka, siendo el tema musical central de Vicentico. «Gasoleros» alcanzó un notable rating de teleaudiencia en Argentina y Uruguay, con 464 episodios.
FORMA PAREJA CON DARIO GRANDINETTI
En el plano personal, Silvia Montanari vivió un acalorado romance de dos años con el actor Darío Grandinetti, 16 años menor que ella, y más tarde se casó con Gerardo Aragón, con quien tuvo a su único hijo Rodrigo Aragón, quien reside en Miami en éstos momentos. Montanari fue una de las primeras en declarar que se había realizado cirugías estéticas. Fue a los 29 años cuando pasó por ese momento, ya que según confesó en rueda de amigos, que sentía que su cuerpo y mente se lo estaban reclamando. En sus últimos años, rodó mucho cine y retornó al teatro con «Mujeres de ceniza» en teatro Picadilly, junto a Mercedes Carreras, Zulma Faiad, y Nora Cárpena. Hizo también producciones en teatro y tv, y dejó su marca registrada en el mundo artístico de la vecina orilla. Más allá de la nostalgia.