Pantallazo Hortícola – La Granja al Día
Mientras el Mercado Central de Buenos Aires muestra fuertes descensos en precios mayoristas, persisten diferencias de más del 120% con los supermercados. Importaciones y estacionalidad agitan el escenario.
Un problema rioplatense persistente: ¿por qué sigue siendo difícil que los precios justos lleguen al consumidor?
A pesar de las caídas de precios en origen, el consumidor final sigue enfrentando costos elevados en frutas y verduras. Una realidad que golpea tanto en Argentina como en Uruguay, y que vuelve a poner el foco en las brechas comerciales.
Durante mayo de 2025, el Mercado Central de Buenos Aires mostró fuertes retrocesos en los precios mayoristas de frutas y verduras, con impactos directos en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Un relevamiento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) indicó que el segmento de Verduras, Tubérculos y Legumbres (VTL) —como papa, tomate, zapallo, cebolla, lechuga y batata— cayó en promedio un 16,9% respecto a abril. El caso más extremo fue el tomate, con una baja del 39,7%, mientras que el zapallo se encareció un 27,8%, destacándose como la excepción.
Estas bajas derivaron en una proyección de caída del 23,4% en el índice minorista, según CEPA. En frutas, también se observaron descensos: naranja -12,4%, banana -8,8%, limón -8,5%, y manzana -1,9%. Sin embargo, el comportamiento interanual fue distinto: el limón subió un 70,1%, y el promedio de frutas marcó un alza del 16,2%.
Brechas que alarman
Aunque los precios bajaron, las brechas entre mayoristas y supermercados superaron el 120%, con picos del 228,3% en productos como la lechuga. Por el contrario, el zapallo fue el único producto cuya brecha fue negativa: costó más barato en supermercados que en el Mercado Central.
Otros productos como la papa y el boniato mostraron también variaciones relevantes: la primera redujo su brecha del 66,9% al 40%, mientras que el boniato la aumentó de 68,6% a 85,2%.
Supermercados: precios más bajos, pero aún lejanos del productor
El CEPA también analizó el comportamiento de precios en supermercados, donde el segmento VTL descendió un 30% en mayo. Las mayores caídas se dieron en la lechuga (-44,3%), el tomate (-30,4%), y la papa (-15,0%). Solo la cebolla se encareció, con una suba del 2,1%.
Además, la dispersión de precios en supermercados fue notable: 52,2% para el tomate, 30% para el boniato, y 25,8% para la lechuga. La única especie con precios estables entre cadenas fue la cebolla.
¿Y los importados?
El informe también reflejó el impacto de los productos importados en el precio general. En papa, las partidas provenientes de Chile y Brasil ingresaron con precios muy superiores a los nacionales: $1.036,7 y $796,5 por kilo, frente a los $204,4 (Río Negro) y $366,7 (Villa Dolores) de la papa local.
La naranja, en plena cosecha local, también sufrió por el ingreso de productos desde España y Egipto, que duplicaron el valor de las producciones nacionales. Esto generó tensiones en el mercado y afectó la competitividad de los productores locales.
Canales de venta: ¿quién tiene más peso?
Las verdulerías siguen liderando la venta con un 51,5% del volumen, seguidas por los supermercados (23,1%) y los autoservicios (20,3%). Este dato es clave para entender cómo los precios mayoristas influyen en el IPC, dado que no todos los canales ajustan con la misma intensidad.
U.A.M.: el mercado mayorista uruguayo también sufre altibajos
Mientras tanto, en Uruguay, la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (U.A.M.) informó que el lunes 16 de junio la actividad fue más retraída por lluvias previas, lo que impactó en la demanda minorista. No obstante, se espera una reactivación hacia el fin de semana, con el cobro de aguinaldos.
En cuanto a precios, se observaron bajas en morrón, tomate redondo, espinaca y pomelos, y subas en tomate perita, berenjena, chauchas, remolacha, lechuga mantecosa, choclo, acelga, brócoli y limón.
