Débora ha conformado hace unos años, un hogar con su esposo Martín. En el que encontró apoyo incondicional, de un gran compañero, para llevar adelante juntos, diferentes proyectos.
Y han logrado complementarse en toda la tarea que realizan.
Se sienten acostumbrados a vivir plácidamente al aire libre, en zona rural de nuestro departamento, donde comenzaron a llegar sus hijos.
Sostienen hasta hoy, la actividad de cosechas de frutales, cría de animales y producción propia de productos que fueron aprendiendo a elaborar y luego a comercializar.
Con el tiempo, se trasladaron a Colonia Osimani y continuaron con sus costumbres de trabajo.
Entre ellas, cría y elaboraciones alimenticias de cabras, dulces y mermeladas de diferentes frutas, picles de distintos sabores, un vivero de plantas de interior – exterior, así como las aromáticas y como si todo ello fuera poco, también cuentan con la fabricación de jabones naturales, donde se puede apreciar suma delicadeza en su presentación y aroma.
Así comienza la historia de “Débora emprendedora”. Con algunos sacrificios, pero también colmada de satisfacciones:
“Hace 20 años que estoy casada con Martín, llevando él una actividad rural, y en realidad lo que ha hecho, ha sido contagiarme de ese amor por el campo, que hoy me encanta”, nos dice.
Anteriormente a ello, lo veía de lejitos al tema.
Nos casamos, nos fuimos a vivir a su campo y mi actividad fue por aproximadamente 5 años allí. Al principio, dentro de la casa.
Venía a la ciudad solo a ver a mi familia.
¿A qué se dedicaban en el campo?
A todo un poquito.
Comenzamos por realizar una huerta, con parte de flores, que siempre me gustó.
Como allí existe un tambo, criábamos animales y es así que me fui enamorando de todo ese entorno de campo.
Y cuando mi hijo mayor tenía 5 años, nos mudamos de residencia a la ciudad, para luego llegar a Colonia Osimani y Llerena.
Pero actualmente vivimos en la ciudad, por motivos de estudios de nuestros hijos. No sé cuánto vamos a quedarnos… (sonríe).
¿La actividad era la misma en Colonia Osimani?
Si, logramos una granja, con una cantidad importante de animales, entre ellos, gallinas, cabras, terneros y más.
Contamos también con el apoyo de mi suegro, que es donde actualmente tenemos los animales.
¿Cómo se conforma su familia?
Por mi esposo Martín y mis hijos Germán, Joaquín, Bruno y Juan Pedro, que tiene 13 años.
De los cuales tengo un enorme apoyo, lo nuestro trata de un emprendimiento familiar y todos están siempre al pié del cañón, para darme una mano, no solo el pelar las frutas o verduras cuando hay que hacerlo, sino en distribuir los pedidos cuando la ocasión asi lo amerita.
¿Cuánto hace que comenzó con el emprendimiento?
Hace mucho, pero lo fuerte fue en el 2012, cuando comencé a darme cuenta que era redituable.
¿Comenzó primero la elaboración o el vivero de plantas?
La elaboración. Lo casero siempre tiene “buena salida”.
Lo primero en realizar fue el dulce de leche.
Luego el de zapallo, para luego comenzar con los productos de cabra, como eran quesos, dulce de leche y yogurt.
Como ya no contamos con las cabras, no elaboramos productos provenientes de ellas.
Da mucho trabajo la cabra, pero también mucha satisfacción, sobre todo en lo económico.
Y lo último en elaborar fueron los picles, no solo con una excelente elaboración, sino que la técnica de envasado que aprendimos, nos permite almacenarlos, incluso por un año. Y eso rinde mucho.
¿Cómo comienza a difundir sus productos?
En cuanto a la elaboración, al principio, fue dándoles pruebitas a nuestros amigos, conocidos y familiares. Al conseguir pequeñas ventas, hacíamos un poquito de más, para regalar, que probaran y funcionó.
Así comenzaron a solicitarnos.
Algo que me atraía mucho, era poder trabajar desde mi casa, manejando mis horarios, ya que mis niños eran pequeños y me dejaba muy satisfecha el hecho de poder estar y acompañarlos, todo el tiempo.
Y en cuanto a las plantas, siempre me han atraído las aromáticas y he realizado muchos cursos interesantes, que me han brindado conocimiento, asi como fue el caso de los elaborados, con los envasados por medio de la Comisión Fomento de Colonia Osimani, entre otras instituciones.
La Comunidad Emprendedora a la que pertenezco, también nos ofrece mucha capacitación, sin ningún costo.
¿Cómo es la demanda hoy?
Está un poco difícil la situación y hay que moverse bastante para lograr la venta.
Estamos haciendo feria los días domingos en Plaza de Deportes, luego dos días al mes, con la Comunidad Emprendedora, y también integro el grupo de Feria de Colonia Osimani y Llerena. Completo con solicitudes de particulares y Termas. Donde bajó mucha la concurrencia.
Estoy en Facebook y eso me permite mostrar lo que vamos haciendo.
Y con el vivero, me pasa que es algo nuevo para mí. Estoy sumando plantas, incorporando todos los días. Es algo que requiere de mucha paciencia, tiempo y dedicación.
Me gusta leer mucho acerca de ellas, porque todas tienen diferente técnica, y más cuando se trata de las aromáticas, que son Cedrón, Romero, Tomillo, Menta, Albahaca, Salvia, entre otras.
¿Cuál es la mejor época para estas plantas?
Es ahora. Cuando comienza la primavera, ya que se comienza a ir el frío.
Algunas de ellas, las hacemos de semilla y otras de muditas.
¿Se puede vivir de su actividad?
Es un ingreso lindo, pero siempre va a depender de la cantidad de integrantes de la familia.
Cuando hay adolescentes para estudiar, no se hace muy fácil.
Pasa que a mi cocinar me encanta y fue el motivo por el cual me incliné al rubro.
Si estoy en la cocina soy feliz y además, me llaman para hacerme algún pedido y es lo que me pone contenta, porque quiere decir que les gusta lo que hago. Es muy reconfortante.
Me pasa igual con la fabricación de jaboncitos naturales. Mucha gente me los solicita para regalitos.
¿Cuáles son los proyectos en puerta?
Veo tan difícil la situación, que con vender, ya estamos conformes.
Aún con la pandemia, hemos trabajado, haciendo muchas entregas a domicilio.
También con la Comisión de Colonia Osimani, creamos una Feria Online y eso ha servido de mucho. También el hecho de estar involucrada a diferentes instituciones.
Tanto en conocimientos, como en cuanto a lo económico.
Como mujer emprendedora, ¿nunca se ha rendido?
No, porque valoro mucho el poder trabajar desde casa y estar con mis hijos.
Aunque se necesita tiempo para reuniones y demás, por diferentes proyectos que muchas veces quiero llevar adelante, pero son necesarias.
Siempre he puesto en una balanza de necesitar a alguien que me ayude para llevar la casa adelante y me quedo como estoy, porque cuento con muchos beneficios.
Actualmente, no puedo comprometerme con más cantidad de elaboración, porque estoy al tope de trabajo. Todos los días elaboro, para que el tiempo me rinda.
¿Tiene planes de continuar con lo que hace?
Sí, voy a continuar, porque es lo que me gusta.
Estoy feliz con lo que hago, que es lo más importante.
Es mi gran pasión.
Con Débora Soldevila. Principal de K´ Sol Productos Artesanales. «La actividad que llevo adelante, es mi gran pasión»
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