Días atrás trascendió que un perro cruza con Pitbull, mató algo así como 27 ovejas y dejó una veintena heridas, que según el dueño de las mismas también se morirían porque las heridas de mordeduras de canes no se curan.
El hecho sucedió en el departamento de Rocha, pero podría haberse registrado en cualquier otro.
Si de por sí resulta un caso grave, sobre todo por las consecuencias económicas para el propietario de los lanares, es aún peor el hecho de que al día siguiente el can volvió a atacar y esta vez el daño fue mayor aún.
Esto nos lleva a pensar ¿si lo que está haciendo Bienestar Animal, es lo correcto.
Se atribuye la ferocidad de un can a la forma de crianza. Mucho nos equivocamos o éste es sólo uno de los elementos que inciden en el tema. Entendemos que las mascotas son parte de la familia, sin embargo no dudamos en opinar que hay razas muy feroces, cuya cría debería estar prohibida.
Basta con que un día se levanten de mal humor o no les guste algo, para que se vuelvan sumamente peligrosos. Está en su ADN y no con esto responsabilizamos al animal.
La forma de criarlos no soluciona todo. Sabemos que hay perros que se crían junto con gatos y hasta protegen a estos. Pero la génesis de los perros es perseguir a los gatos y hasta exterminarlos.
Sabemos incluso que existen variantes de canes que han sido “criados” para atacar, supuestamente a animales de caza. La cuestión es que luego al can le resulta difícil distinguir cuando es un animal “atacable” y cuando no lo es.
Cuando se vuelve contra sus dueños o terceras personas, generalmente niños o ancianos suelen ser casos muy graves, incluso los ha habido fatales.
En estas columnas hemos insistido en que debe prohibirse la cría de estas razas de animales, por su ferocidad. Debieran saber sus dueños que no basta con el cartelito de “cuidado con el perro”, porque la responsabilidad será siempre de sus propietarios a poco los jueces y la policía tomen el tema con la seriedad que le corresponde.
Somos amantes de los animales, pero tenemos muy claro que cuando se trata de la vida humana y la de un animal no hay otra opción posible, cueste lo que cueste duela a quien duela.
Los legisladores tienen la palabra…
A.R.D.