Cuenta la historia reciente que, al llegar a la sede cada jugador de Libertad, fue tirando esa frase al viento primero, pero aterrizando en lo inmediato para que el factor colectivo fuera siendo parte del fin. Tanto desde Cristian Lentinelli como David Fernández, los hombres de mando, «no han dejado de reflejar en palabras la importancia del grupo. No tiene Libertad un plantel largo, pero tiene el plantel justo para aspirar a esto que se aspìra».
Cuenta la historia reciente que «en los más gurises se vio la impaciencia y hubo que bajar esa ansiedad, para que no nos superara a la hora del partido. El hecho es que para el equipo no había mañana. Era ese día y no pasaba de eso. No era una noche cualquiera. No había que dar el brazo a torcer».
«HUBO QUE REMARLA;
NADIE SE GUARDÓ NADA»
El 2 a 1 de Libertad sobre Dublín Central, para que el equipo del Barrio Cien Manzanas, alcanzara el objetivo esencial: ganar y jugar un partido definitivo. Para el «Moco» Lentinelli, «esto queríamos y esto se dio: quedar mano a mano con ellos. Cuando expulsan a Cortés, la vimos complicada. A eso hay que decirlo también, porque es de los jugadores que más trasciende en el equipo, además del gol que tiene. Hubo que remarla y lo bueno es que nadie se guardó nada. La actitud de cada jugador tiene que reconocerse y yo lo hago. Fuimos un equipo de espera, pero no descartamos el contragolpe. Es cierto que no tuvimos tantas situaciones. Pero con poco aprovechamos».
La noche en que Libertad se hizo victoria y pasaje al duelo definitivo. En la tribuna, la respuesta del hincha. «Al vecino de Libertad», como algunos suelen decir, «como los partidos terminan medio tarde, a mucho se les complican porque los ómnibus a esa hora o pasan menos o no pasan».
¿QUIEN POR CORTES?
Ayer lunes para que el plantel del «Lobo» retornara a la escena preparatoria, ahora con la mira puesta en el juego del sábado. En Libertad, la ausencia para el lamento: la de Sebastián Cortes. ¿Quién por él?
En tanto el partido que se jugó, sin producir lesiones en el plantel. La chance de afrontar sesión de fútbol el miércoles, pero evitando riesgos, «porque hay que llegar en plenitud, sobre todo desde lo físico. Lo que teníamos que hacer en materia de preparación para acondicionar los físicos, ya está hecho. A ese nivel, no hay más nada que hacer o que decir».
Mientras desde los hinchas más cercanos a Libertad, el eje de una prioridad: «que los de a pie, puedan llegar al Dickinson y cuántos más seamos mejor, A través de EL PUEBLO, el llamado para los que no tienen conducción: ir a la sede, para coordinar el traslado. Los que sienten a Libertad tienen que estar».
Mientras que en ese hincha de Libertad, se fueron acumulando tres imágenes vitales del segundo tiempo: los dos rechazos de Bruno Roldán y la definición de Maicol Trindade que significó el segundo gol. El frentazo del delantero rival, y el vuelo del golero. ¿Cuánto significó esa primera atajada de Roldán? Acaso medio boleto del pasaje a la final. ¡No es mucha duda la que cabe!
