Este miércoles 25, el Sindicato de Docentes de Formación en Educación (SIDFE) realizará un paro nacional con movilización central, es decir, de los núcleos de la zona metropolitana, hacia la sede del Consejo de Formación en Educación, donde se llevará adelante una nueva reunión bipartita con los representantes del consejo. Concretamente en Salto, el paro abarca entonces el CERP y el IFD.
EL PUEBLO consultó a integrantes del sindicato sobre la plataforma de reivindicaciones, y explicaron que puede resumirse así:
-Contra los abusos de poder y la persecución sindical.
-Instalación de un espacio de negociación real del Capítulo XIV.
-Mantener derechos emergentes de los concursos del 2019. Habilitar a docentes jubilados reintegrados a anotarse al llamado a aspiraciones vigente.
-Eliminación de las Unidades Horarias de Desempeño Docente (UHDD).
Cuestiones concretas; declaración de pre-conflicto
Además, dieron a conocer las siguientes explicaciones:
“Sin duda, estas reivindicaciones, salvo la primera, pueden sonar muy técnicas o ajenas para el conjunto de la población. Sin embargo, estamos hablando de cuestiones concretas que afectan a la calidad de la formación de los docentes en todo el país. Esto incluye a maestros de primera infancia, maestros de primaria, profesores, educadores sociales y maestros técnicos.
El actual Plan 2023 ha significado la eliminación de carreras, disfrazada como una fusión de especialidades. Por ejemplo, el profesorado de Sociología fue fusionado con Derecho, y Electrotecnia con Electromecánica, sin criterios pedagógicos claros. Además, se han eliminado asignaturas (o unidades curriculares) y otras que antes eran anuales ahora son semestrales, lo que ha ejercido mayor presión sobre los estudiantes. Esto ha resultado en abandonos de carrera y, en muchos casos, episodios de ansiedad y depresión entre los jóvenes.
En este contexto, las autoridades del CFE han planteado modificaciones no negociadas al Capítulo XIV del Estatuto del Funcionario Docente, que regula quiénes pueden acceder al CFE y bajo qué condiciones. Una de estas modificaciones es la creación de las Unidades Horarias de Desempeño Docente (UHDD). Estas unidades buscan que un profesor acumule la mayor cantidad de horas posible dentro de una especialidad, sin importar si concursó para ello o si está formado en esa área.
La eliminación de horas de departamento, destinadas a investigación, apoyo a estudiantes y tareas administrativas, ha llevado a una reducción salarial y ha generado profesores «atrapa-todo» que buscan equilibrar su sueldo. Aunque se decía que era una exageración, la realidad es que el sistema de formación tiene más de mil docentes menos. Muchos de ellos cuentan con posgrados, maestrías o doctorados, y poseen más de una titulación.
Al mismo tiempo, es contradictorio que el 60% de los docentes de las carreras de los diferentes centros e institutos tengan menos de 25 horas de trabajo semanales, lo que genera subocupación y destruye la especialización. Además, en el concurso de 2019, los derechos generados por docentes interinos no han sido reconocidos. En el más reciente llamado a aspiraciones, que tiene menor relevancia que un concurso formal, estos docentes ven peligrar su fuente laboral, ignorándose su experiencia y años de trabajo.
Otra preocupación es la persecución hacia quienes disienten o protestan. En un centro del sur del país, algunos docentes, con excelente calificación y prestigio académico, fueron sancionados por motivos absurdos como criticar la transformación educativa o «pasar sin saludar», algo que incluso fue escrito en un informe de dirección. Situaciones similares han ocurrido en el INET, y estas denuncias se han presentado ante la DiNaTra.
Todo esto puede parecer un tema «de nicho», pero es fundamental que la población entienda que la reducción salarial, la baja en la calidad de la formación, la falta de reconocimiento de las necesidades estudiantiles y la pérdida de puestos de trabajo especializado están desmantelando la formación docente. Esto afecta no solo a los futuros maestros y profesores, sino también a los niños y adolescentes que recibirán una educación de menor calidad.
Finalmente, la persecución y la arbitrariedad están erosionando la calidad democrática. Por todo esto, nuestro sindicato se declara en pre-conflicto, esperando que la administración esté dispuesta a negociar y a revertir decisiones que han sido contraproducentes para trabajadores, profesionales y estudiantes del CFE”.
