Verano: Peligra la apertura de las piscinas barriales
Trabajadores que se desempeñan en la temporada veraniega como guardavidas contratados en modo zafral por la Intendencia de Salto, vienen denunciando la posibilidad de pérdidas de trabajo ante el anuncio de la no apertura este verano de las piscinas barriales. Para conocer detalles de la movilización que se viene llevando a cabo, EL PUEBLO dialogó con Germán Fagúndez, quien es guardavida zafral desde hace 15 años.
«El planteo de los guardavidas zafrales –comenzó diciendo Fagúndez- ante la negativa de la administración de no abrir las piscinas barriales este verano, es en repudio a ese planteo. Nos fundamentamos en que si las termas de Daymán y de Arapey pudieron abrir con un protocolo, tranquilamente las piscinas barriales pueden también manejarse con un protocolo de salubridad y dar el servicio de piscinas a todos los barrios».
- ¿Cuántas fuentes de trabajo se perderían?
- Convengamos que de 50 guardavidas que más o menos que se necesitan para sacar una temporada cubriendo piscinas, ríos, lago, y algunos puestos en Daymán y Arapey, estaríamos bajando a más de la mitad. O sea, quizás se perderían de 25 a 30 puestos de trabajo. Para que haya medianamente un buen servicio, en cada piscina barrial ocupamos a 3 guardavidas. Un guardavida que se ocupa del turno matutino y 2 guardavidas que trabajan en el turno de la tarde. Por lo pronto, multiplicado por 7 piscinas, son 21 puestos solo de los compañeros que allí trabajan en temporada. Y sumémosle también aquellos que cubren los días libres trabajados, ya ahí nomás serían alrededor de 25 a 26 guardavidas.
- Un día como hoy (ayer) tuvimos una sensación térmica que rondó los 38° en pleno mes de octubre, imagino el verano que nos espera…
- Son conocidas las altas temperaturas en la ciudad de Salto, y por suerte, desde hace muchísimos años, desde que el intendente (Eduardo) Minutti tuvo esa brillante idea de construir las piscinas y darle esa posibilidad a los que menos tienen para que puedan combatir el calor, aprender natación y disfrutar de las piscinas barriales, hasta el día de hoy que ya en diferentes períodos se han ido incrementando y brindando ese servicio a la población. Sería entonces una locura pretender dejar sin piscinas a todos los barrios de Salto.
La población que abarcan estas piscinas es enorme al cubrir barrios muy grandes de la periferia de la ciudad. Hablamos del Cerro, Salto Nuevo, Ceibal, Arralde, Artigas, Palomar, Saladero y tampoco me quiero olvidar de la piscina de Valentín, que también seguramente si se adopta la medida de no abrir las piscinas barriales tampoco la estarían abriendo por allí. O sea que estamos dejando de rehén a la población y sin fundamento alguno, porque si usted me dice que se midió con la misma vara y se tomó una resolución amparándose en la pandemia de que no se abre ninguna piscina para evitar la aglomeración de gente, uno quizás lo entendería. Pero cuando vemos que se habilitó bajo un protocolo de sanidad las termas de Daymán y Arapey, y tampoco olvidemos que el Club Remeros está funcionando bajo estrictas medidas de seguridad brindando un servicio a sus socios. Entonces, no entendemos cómo se quiere privar de gozar del servicio de las piscinas barriales a la gente de menos recursos que no pueden pagar una entrada en Daymán o Arapey, o tampoco pueden ser socios de un club privado, quitándole la posibilidad de disfrutar gratuitamente de las piscinas barriales. Aparte de las escuelas que van en diciembre con los veranos educativos. No olvidemos que históricamente las piscinas barriales han sido formadoras de guardavidas, como es nuestro caso, que aprendimos a nadar en una de esas piscinas, porque cumplen un rol fundamental de la enseñanza de la natación en este período de verano, en el que muchísimos niños hacen natación por primera vez, así como el combate a muchísimas enfermedades respiratorias, como el asma, por ejemplo, a través de la natación. O sea que es impresionante la cantidad de gente que se estaría perjudicando con esta medida.
- Luego de las manifestaciones que realizaron dentro y fuera de la intendencia, ¿han podido reunirse con las autoridades comunales?
- Aún no hemos logrado reunirnos ni hemos tenido una respuesta concreta de las autoridades de la Intendencia. Hemos estado gestionando para reunirnos para expresar nuestro rechazo total a esa medida que están intentando tomar, y también generar reuniones en diversos ámbitos con aquellos que tienen participación dentro de la sociedad salteña, como con los diputados, con el mismo sindicato de ADEOMS, más allá que no somos socios del sindicato porque no estamos activos, una vez que pasemos a ser parte de la plantilla municipal, pasamos de inmediato a ser funcionarios municipales.
- ¿Se está a tiempo de alcanzar una solución?
- Sí, ni qué hablar. Apostamos a que las autoridades pertinentes, no solo las que están sino también las que vayan a tomar el mando en noviembre, hablo directamente del gobierno de Andrés Lima que cuando asuma, tendrá en sus manos la voluntad o no de dar el servicio de piscinas a los niños en cada barrio ya que las piscinas estarían comenzando el 8 de diciembre, y para esa época, Lima ya será nuevamente gobierno. Esperemos entonces que las autoridades recapaciten y enmiende este terrible error que están por cometer.