Un homenaje a las mujeres, a Juana y Zitarrosa
Estos primeros días de marzo dan motivo a las letras que compartimos hoy. Por un lado el Día Internacional de la Mujer, motivó que Leonida Amarilla (tacuaremboense radicada en Salto desde hace muchos años) nos enviara tres poemas alusivos.
Pero además, en otro poema, Leonida recuerda en versos a Juana de Ibarbourou, ya que el mismo 8 de marzo se cumplió un año más de su nacimiento (Juana nació en Melo el 8 de marzo de 1892 y falleció el 15 de julio de 1979).
Por otro lado, ayer se cumplieron 88 años del nacimiento de Alfredo Zitarrosa (Montevideo, 10 de marzo de 1936 – 17 de enero de 1989), lo que nos lleva a compartir una canción escrita hace algunos años por el salteño Ruben Ciocca Breventano, el popular “Papino”, en homenaje a Don Alfredo. Vale recordar que el pasado 8 de febrero se cumplió un año del fallecimiento de “Papino”, nacido el 22 de julio de 1962.
EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
I
Entre celajes de una panacea
universal, aplica su teoría
para vivir como hermanos
en obras de vida
de compañía y de entrega sincera.
Tienen un legado
con lenguaje de vida,
sobre el misterio de la creación
con historia maternal
emerge su fraternal figura,
libre y fuerte actúa
conscientemente orientada
desarrolla su misión
con gozo en el corazón
se siente una reina
conservando serenidad y equilibrio
entre emociones y razonamientos.
II
Nace soñando desde su infancia.
Siente que la poesía…
es simiente que en tierra fértil engendra,
como ella…
donde ama y vive
con temperamento poético,
de la naturaleza percibe
la esencia de su ser…
inspirada
por el amor y ansias de consagrar,
destellos de recuerdos realzan su perfil
marcando su derrotero…
cualidades propias de leyenda
despliegan en melodías
y nacen poemas con vivencia y armonía
conjuga sus deseos
en fugaces palabras…
Se vuelven canciones
que despiertan ideas…
como las cuentas del rosario…
añorando tiempo vividos,
va por caminos…
donde el viento se lleva la tristeza
y aún sonríen cobijando
celosamente el misterio de la creación.
III
Mujeres…hermanas
una fecha más…
y el recuerdo perdurará
por siempre, empero
continuamos por el sendero
tal vez con desafíos y desencuentros
y late una contextura con destellos
que marcaron el perfil de la mujer
su derrotero…con igual deseo e instinto
luchamos en la batalla
más dura, recorriendo el largo camino
para conquistar un destino
con nobleza de espíritu
enriqueciendo la mente…
Dejamos una lección…
porque hay suficiente
inteligencia para aprender
con humildad…elaborando una hermosa
vida…continuamos con la frente
en alto, con enorme belleza espiritual
rescatamos una visión
profunda y nueva…donde se ama
se vive y se llega a soñar…
RECORDANDO A JUANA
Musas de ensueño,
y luces de mitos…
impregnan su albor el terruño…
besando el horizonte, despiertas
con proverbios románticos…
Oh Juana, Juana…errante poeta
inspirada…descubres un pasaje
de amor y ternura…emerge un haz de luz
con diamantinas estrofas literarias…
“Las lenguas de diamante”…
Dulce resonancia en los albores de Melo,
tus ilusiones florecían,
con sutil flor…exhala su aroma…
cumpliendo una profecía…
embriagada de dulzura.
Renace tu alma de heroína
refulgentes luceros del alba
al trasluz reflejan alabanzas
en un son de campanas…
Expresan el verbo predecido,
en cada poema que emana…
del propio corazón
recordando a Juana…
Leonida Amarillo
RUMBO AL HOMBRE
(de Ruben Ciocca)
Por la inmensa llanura del presente,
cabalgando van sus versos rumbo al hombre.
Hacia donde están los sueños más profundos
del que busca igualdad en este mundo.
Va regando con su canto los caminos,
deja huellas muy profundas con su voz.
En adagio avanza, inunda, crece y sella…
La canción, su canción, quiere y es por vos.
Tal vez se encuentra en Brasil, en Venezuela o Bolivia,
quizás Chile o Argentina o algún punto del paisito.
(Estribillo:)
Subiéndose a un escenario, vaya a saber en qué sitios,
el Maestro cantará desgranando sus principios.
Se detiene el tiempo cuando toca en la guitarra negra…
Huellas, cielitos, milongas, cifras candombes y tangos…
Una chamarra, una zamba, por ahí una chacarera.
Más siempre irá reclamando todo lo que el pueblo espera.
Amanece el Continente y no hay invierno,
pero el frío dejó huellas en el alma.
Su cantar calma el dolor y es como el sol,
nos da calor y para siempre brilla eterno.
Vuelve Alfredo consecuente con su gente.
No se ve, pero se siente, y allí está.
Puño en alto, bien peinado a la gomina,
por América camina, viene y va.
Ruben “Papino” Ciocca