Cuando el enfoque entre Fabricio Bassa como Director Técnico y César Signorelli como presidente, transitando por líneas paralelas, la explosión fue inevitable. El presidente de Ferro le informaba al DT sobre la decisión de truncar el ciclo de algunos jugadores y Bassa sintió que se estaba generando una grieta en la estructura misma del plantel, por el proyecto en cuestión.
El hecho es que Fabricio Bassa sintió que la postura del presidente impactaba «en sus convicciones y en la defensa de los ideales de búsqueda», por lo que en ese ámbito de contrapunto, anunció el final de su ciclo al frente del plantel de Ferro Carril.
Llegaría el momento en que Bassa abrió diálogo con los jugadores, para exponerles la decisión. Cuentan que el episodio no pasó de largo en la interna de Ferro Carril, sobre todo por repercusiones emocionales que parecen entendibles.
Después de todo y a determinados niveles, no solo se trató de un tiempo futbolístico, sino también de «la acción y reacción de un grupo humano».
NO ES HABITUAL EN FERRO
De lo que no hay dudas: el alejamiento de Fabricio Bassa produjo un terremoto sin más vueltas. No solo a nivel de la entidad albinegra, sino en el fútbol salteño, por lo que implica Ferro Carril.
Mientras los veteranos de la causa ferrocarrilera coinciden en que «el club nunca pasó por una situación como esta, rompiendo el vínculo con un técnico en pleno campeonato y con la chance intacta en el Campeonato Salteño».
Por lo demás, Ferro se prolonga en competencia a nivel de la Copa Uruguay.
Igualmente hay quienes en Ferro Carril subrayan que en las últimas temporadas, el plantel superior pasó por cuatro direcciones técnicas distintas: José Enrique «Joselo» García, Richard Usuca, Ramón Romero y Fabricio Bassa. En el caso de Bassa, se definió su enrolamiento en Ferro, en el mes de diciembre del 2022.