Esta es la situación de juego, que generó la más sostenida polémica en el fútbol del sábado, cuando Alfonso Trezza crea la confusión entre el árbitro que concedió y Andrés Cunha que avaló desde el VAR, para que todo se asemeje a un acto de maldad. O cuando el fútbol se vuelve injusto, en beneficio de algunos y en menoscabo de otros.
El penal que no fue. Claramente no fue. La simulación del jugador de Nacional fue demasiado notoria, en el partido en que los tricolores finalmente batieron a Boston River 3 a 1, por la nueva fecha del Campeonato Apertura de Primera División.
Cabe preguntarse a la distancia y frente a estas situaciones, si el VAR llegó para quedarse, evitando el pistolazo de la injusticia. Una sanción poco entendible. Lejos de la justificación. Sería justificar la antirreglamentariedad de un hecho, finalmente consumado. O fatalmente consumado.
