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El representante de Scotiabank en Uruguay (exNuevo Banco Comercial), Diego Masola, se mostró satisfecho con el proceso de trabajo que desembocó en la instalación de esta firma financiera en nuestro país. Destacó la «solidez» de la institución en el marco de la «internacionalidad» del banco y, al ser consultado sobre la posibilidad de adquirir otras firmas en plaza respondió: «Cada vez que haya una oportunidad que valga la pena la estaremos analizando como grupo».
A partir de este lunes ya no se verán los carteles del Nuevo Banco Comercial, la institución que se creó después de la crisis financiera del año 2002 y que heredó la marca del banco más antiguo de la plaza uruguaya, el segundo después del desaparecido Banco Mauá, dará paso a una nueva marca.
Se trata del Scotiabank, el nombre del grupo canadiense que adquirió al Banco Comercial a fines de 2010 y que está presente en 55 países.
Si bien ya hace tiempo que Scotiabank opera ese negocio bancario aquí en Uruguay, a partir de este lunes le pone su propia marca, abandonando un nombre y un logo que eran clásicos en la plaza uruguaya.
En Perspectiva entrevistó a Diego Masola, representante de Scotiabank en Uruguay, el cual dijo que este paso es «el final de un proceso que arrancó a medidos de 2011, cuando el grupo entró a un Uruguay estable, con una clase media que se ensancha, con una estabilidad jurídica considerable y una madurez política superior».
A partir de allí «se armó la idea de tener un servicio financiero completo en Uruguay» y «fue allí que se adquirieron Pronto y el Nuevo Banco Comercial». Tras «dos años y medio de trabajo sus frutos se verán en estas horas ante nuestros clientes», agregó.
Scotiabank «comenzó sus operaciones como grupo hace 182 años, se trata de un banco que nace bastante lejos de Toronto y que, por su labor, se convirtió en el grupo más internacional de Canadá, valuado en 80 mil millones de dólares en el mercado».
Como puntos fuertes Masola destacó la «internacionalidad del grupo, la solidez desde el punto de vista de las calificadoras de riesgo y el hecho de que el banco forme parte del sistema canadiense el más importante del mundo».
Consultado sobre cómo impacta la nueva ley de inclusión financiera en la actividad del banco, Masola respondió: «La ley de inclusión es una oportunidad de negocios que trae nuevos clientes al mercado, obviamente que cambia algunas reglas del juego» pero «el desafío es tratar de tomarlo como una oportunidad», indicó.
Al cierre de la entrevista Masola se refirió a la posibilidad de que el grupo pueda estar interesado en comprar algún otro de los bancos de plaza que están interesados en vender, como es el caso de Discount Bank o HSBC.
En ese sentido explicó: «Nosotros siempre estamos mirando oportunidades, en este momento no pero lo hemos hecho en estos tres años, el grupo siempre está activo en eso, siempre tenemos la oreja atenta cuando aparece una oportunidad».
El representante de Scotiabank en Uruguay (exNuevo Banco Comercial), Diego Masola, se mostró satisfecho con el proceso de trabajo que desembocó en la instalación de esta firma financiera en nuestro país. Destacó la «solidez» de la institución en el marco de la «internacionalidad» del banco y, al ser consultado sobre la posibilidad de adquirir otras firmas en plaza respondió: «Cada vez que haya una oportunidad que valga la pena la estaremos analizando como grupo».
A partir de este lunes ya no se verán los carteles del Nuevo Banco Comercial, la institución que se creó después de la crisis financiera del año 2002 y que heredó la marca del banco más antiguo de la plaza uruguaya, el segundo después del desaparecido Banco Mauá, dará paso a una nueva marca.
Se trata del Scotiabank, el nombre del grupo canadiense que adquirió al Banco Comercial a fines de 2010 y que está presente en 55 países.
Si bien ya hace tiempo que Scotiabank opera ese negocio bancario aquí en Uruguay, a partir de este lunes le pone su propia marca, abandonando un nombre y un logo que eran clásicos en la plaza uruguaya.
En Perspectiva entrevistó a Diego Masola, representante de Scotiabank en Uruguay, el cual dijo que este paso es «el final de un proceso que arrancó a medidos de 2011, cuando el grupo entró a un Uruguay estable, con una clase media que se ensancha, con una estabilidad jurídica considerable y una madurez política superior».
A partir de allí «se armó la idea de tener un servicio financiero completo en Uruguay» y «fue allí que se adquirieron Pronto y el Nuevo Banco Comercial». Tras «dos años y medio de trabajo sus frutos se verán en estas horas ante nuestros clientes», agregó.
Scotiabank «comenzó sus operaciones como grupo hace 182 años, se trata de un banco que nace bastante lejos de Toronto y que, por su labor, se convirtió en el grupo más internacional de Canadá, valuado en 80 mil millones de dólares en el mercado».
Como puntos fuertes Masola destacó la «internacionalidad del grupo, la solidez desde el punto de vista de las calificadoras de riesgo y el hecho de que el banco forme parte del sistema canadiense el más importante del mundo».
Consultado sobre cómo impacta la nueva ley de inclusión financiera en la actividad del banco, Masola respondió: «La ley de inclusión es una oportunidad de negocios que trae nuevos clientes al mercado, obviamente que cambia algunas reglas del juego» pero «el desafío es tratar de tomarlo como una oportunidad», indicó.
Al cierre de la entrevista Masola se refirió a la posibilidad de que el grupo pueda estar interesado en comprar algún otro de los bancos de plaza que están interesados en vender, como es el caso de Discount Bank o HSBC.
En ese sentido explicó: «Nosotros siempre estamos mirando oportunidades, en este momento no pero lo hemos hecho en estos tres años, el grupo siempre está activo en eso, siempre tenemos la oreja atenta cuando aparece una oportunidad».
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