


El Espacio Cultural Eduardo Piñeyro celebró el cierre anual de sus talleres con una jornada colmada de color, creatividad y participación comunitaria. La actividad reunió a decenas de familias, amigos y vecinos que se acercaron para acompañar a los niños, adolescentes y adultos que integraron los Laboratorios Artísticos y el Taller de Cerámica durante todo el año.
Los Laboratorios Artísticos de Niños, coordinados por la docente Betania De Souza, desplegaron una puesta en escena que combinó expresión corporal, juego, imaginación y sensibilidad. La propuesta invitó al público a observar el proceso creativo más allá del resultado final, poniendo en primer plano la espontaneidad y la libertad expresiva.
Por su parte, el Laboratorio Artístico de Adultos, dirigido por Zully Vallarino, presentó un trabajo escénico donde la exploración personal y el camino colectivo se revelaron en cada movimiento. La presentación reflejó el compromiso del grupo y la evolución lograda durante el año, evidenciando la importancia del arte como espacio de encuentro y reflexión.
La jornada incluyó también la muestra del Taller de Cerámica, a cargo del docente Francisco García, donde las piezas expuestas —variadas en texturas, formas y colores— mostraron el crecimiento técnico y creativo de los participantes. La diversidad de obras dio cuenta de un proceso que prioriza la experimentación y el vínculo con los materiales, más allá de la pieza terminada.
El cierre formal estuvo marcado por la entrega de certificados de asistencia, acompañada por el coordinador de Cultura del Gobierno de Salto, Pablo Bonet, y el equipo docente del Espacio Cultural. El reconocimiento simbolizó la culminación de un ciclo, pero también la importancia de mantener propuestas artísticas públicas, libres y gratuitas que permitan el acceso democrático al arte.
La presencia de padres, familiares y amigos reafirmó el valor comunitario que este espacio ha construido: un lugar donde la formación, la expresión y el encuentro fortalecen el tejido social y promueven el crecimiento personal y colectivo.
Con esta celebración, el Espacio Cultural Eduardo Piñeyro cierra un año de intenso trabajo, reafirmando su compromiso con la cultura local y con el arte como herramienta transformadora.









