-Es una tradición que viene de lejos. De muy lejos. Establecer al cabo de un torneo, los once mejores. Se trata en este caso del equipo ideal. La idea se inauguró en 1993, cuando EL PUEBLO despuntó a la segunda etapa y en ese entonces con Luis Alberto “Ruso” Giovanoni en la Jefatura de Deportes.
Aunque pasen los años, esa misma idea no deja de prosperar. Por eso ahora no es la excepción, cuando en el sábado que pasó y con los dos partidos del Parque Dickinson, finalizó la primera rueda que generó el primer puesto a cuenta de Ceibal.
Se trata de los 11 mejores. En cada puesto. Es la opinión de EL PUEBLO y es el valor de la estadística que también suma. Los números después de todo, se transforman en aliados de los conceptos. Enriquecen el porque en cada caso y esta vez no es la excepción.
LOS QUE MÁS JUGARON
Para establecer los once mejores en cada puesto, un aspecto muy básicamente se tiene en cuenta: el mayor número de partidos disputados por quienes acceden a la distinción.
Pero sobre todo, el fin de premiar a la regularidad. El lector comprobará en la elección de los once mejores, que ese factor está planteado. Hubo futbolistas que de repente produjeron un saliente nivel en tres o cuatro partidos y la decadencia de rendimiento existió en el resto. A la luz de ello, la exclusión entre los once es inevitable.
DESDE LA CUESTIÓN DE PUESTOS
Por lo demás, en este fútbol salteño, no se permanece al margen de una característica que envuelve al restante universo, en el lugar geográfico que fuese. Esto es, sobre todo de mitad de cancha para arriba, la ausencia de puestos fijos y los roles que varían.
Desde EL PUEBLO sostenemos en ese aspecto que en un medio campo conformado por un doble “5”, los externos pueden ser Nicolás Fagúndez (Ferro Carril) y Valentín Fornaroli (Universitario). ¿Por qué no? Fagúndez aún siendo zurdo, suele manejarse por derecha y Valentín aparece por donde cae la pelota, relegando la condición de especialista. Tiene demasiado potencial como para limitarlo a una determinada función.
No está demás establecer esta serie de puntualizaciones. Vale la pena.