Quien se ponga a reconquistar anécdotas con los cerrenses de antes, seguro que tendrá en claro que se trata de «los clubes de barrio» que aún sin ser Campeón Salteño en la historia, es capaz de celebrar tantos hechos y situaciones, eternas siempre.
Porque en el caso de Sportivo Cerro, el que este 26 de julio llegó a los 78 años de vida (1943), los personajes están ahí y uno de ellos, «el Quique Risa», como reflejo de la condición de hincha incondicional. De esos personajes irrepetibles.
Pero no han faltado ni faltan en la entidad de la Villa, mujeres de elocuente apego a la causa. CARMEN CORREA MONTERO es de esos casos que no pasan de largo en la historia de los sentimientos por Cerro. En la tribuna o contra la alambrada. En el escenario que sea, donde juega «el equipo del amor de siempre», según su propia y humana confesión.
Entonces, frente al nuevo aniversario de Cerro, ¿no es del caso valorar a esta Carmen y tantas como ella, que no han dejado de querer a los colores azules y blancos?
Ocurre que en una buena mayoría de los clubes, no faltan mujeres en ese mismo tránsito: adherir a la causa, ser parte de ella. No solo los domingos: en la semana también.
Y en el caso de «la Carmen del Cerro», hasta de repente al margen de las recompensas deportivas. O este Cerro en la Divisional «C», ¿es consecuencia de qué?
Pero sin embargo «ese amor es más fuerte» y va más allá del resultado o de la colocación en la tabla. El «Cerro-Cerro» de Carmen se fuga de todo lo que se diga, de lo todo lo que se murmure. Es ella y Cerro. Mientras el corazón no deja de resistir.
¡Resiste y está, con el signo de batalla!
Por Cerro, como en tantas veces. Y por más Cerro…¡el que vendrá!
