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El camino del cooperativismo

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El primer sábado de julio se festejó en el país, el Día Internacional del Cooperativismo. Sin lugar a dudas una de las fechas más emblemáticas del país. Quienes hemos sabido lo que es la vida en cooperativas, podemos señalar sin temor a equivocarnos que bien podría ser denominado el día de la hermandad y de la fraternidad, que no otra cosa es la vida en cooperativas, cuando hay verdadero espíritu cooperativo.

La vivienda es uno de los problemas y carencias principales que tienen las jóvenes parejas de uruguayos a la hora de pensar en formar un hogar, una familia. Es que el precio de la tierra y más el de una vivienda ya construida está fuera del alcance de cualquier pareja que intente tener lo suyo para planificar la vida familiar.

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El cooperativismo es de las pocas posibilidades que tienen los jóvenes de llegar un día cumplir el sueño de la casa propia. Ciertamente que aún resta mucho para considerar que es una posibilidad a la mano de cualquier pareja joven con trabajo.

Seguro que quien no tiene ingresos o éstos están muy ajustados en su presupuesto sigue radiado de la posibilidad de acceder a una vivienda.

El cooperativismo aporta un rol social. Es capaz de educar en la necesidad de compartir de sumar esfuerzos y de trata de buscar soluciones entre todos. El cooperativismo ha demostrado en el mundo que es uno de los esfuerzos que mejores resultados ha dado. Son 760 millones de cooperativistas en el mundo. Seguramente que no es el sistema ideal pero bien vale la pena apuntalarlo y facilitarlo.

Detrás de las cooperativas de viviendas, las representantes por excelencia de dicho sistema, surgen otras formas de cooperativas en el campo y en la ciudad, pero todos mancomunados por el esfuerzo común.

El hombre que aprende a vivir en forma cooperativa, aprende a compartir, a hermanarse, a buscar justicia, paz y diálogo y eso es precisamente lo que pretendemos.

El Estado no debe ser paternalista, pero si puede y debe apoyar y fomentar los sistemas que demuestran su aporte a la sociedad. Es el caso de las cooperativas. Entendemos que aún resta mucho camino para facilitar el acceso a este sistema de todo aquel uruguayo que muestra interés en aportar, como debería ser, pero deberían de tener aún más facilidades.

El trabajo social de familias enteras, como nos consta que existe en algunos casos debe ser reconocido y valorado como tal, por toda la sociedad.

A.R.D.

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