Cuando vemos y leemos que por fin se ha detectado una forma racional de aprovechamiento de esa gran riqueza ictícola que representa el Rio Uruguay, nos alegra saber que por lo menos hay alguien que está pensando en la forma de recuperar esa riqueza que nos regaló la naturaleza y poco a poco se va perdiendo.
Nos acordamos cuando era frecuente ir a pescar a algunos lugares del río donde se sabía que había buena pesca. Salto Chico, Salto Grande y la meseta de Artigas por nombrar algunos de los lugares cercanos y más conocidos de los pescadores.
Nos acordamos también de las otras partes del río, en lo que también había buena pesca, aunque de otras especies de peces. Tiempos en que el denominado Club de Pesca Salto contaba con más de un centenar de chalanas y además realizaba concursos de pesca casi que todos los domingos.
Recordamos haber visto en alguna oportunidad el puerto lleno de pescadores, participantes en el concurso y no descartamos volver a verlo, porque la pesca con devolución es una buena opción y ojalá prospere.
Recordamos también cuando era habitual ir a Concordia, en lancha y se nos vienen a la memoria los lancheros más conocidos y los baqueanos que conocían el río como la palma de su mano. Era también una forma más aceptable de controlar el pasaje de mercadería.
Aunque la corrupción siempre existió, también la hubo aquí, pero no es lo mismo pasar un par de bolsos por persona que pasar un vehículo cargado por un puente…
Si alguien nos hubiera planteado y demostrado la posibilidad de que Salto Grande se convertiría en uno de los puntos de pasaje de mercadería ilícita, más cuestionado, otra hubiera sido nuestra postura y la de mucha otra gente.
Somos salteños y nos sentimos orgullos de esta bendita tierra, pero día a día hacemos lo posible y lo imposible también por destruir la riqueza que Dios (para los creyentes) o la naturaleza nos ha regalado.
El río es una de ellas y obviamente que en estos momentos esta desaprovechado o mal aprovechado al menos.
Se nos dirá que lo que hoy tenemos es mejor y supone un aprovechamiento del río. De acuerdo pero la generación de energía no representa todas las posibilidades que el río ofrece. Ni siquiera un aprovechamiento íntegro, porque sin desconocer lo que hoy tenemos, deberíamos de compatibilizar otras posibilidades que este río generosamente nos ofrece y no tratar de destruirlas consciente o inconscientemente.
A.R.D.