El Día del abrazo:
El pasado sábado, 21 de enero, se celebró, una vez más, «El Día del Abrazo». Siendo sinceros, los dejamos transcurrir sin mucha publicidad, y quizás con cierta ignorancia de su existencia. Si nos ponemos a pensar, tal vez no abrazamos a nadie en ese día, y si lo hicimos, no le dijimos, «feliz día del abrazo».
Dicha celebración, nació gracias al psicólogo de la Universidad de Michigan, Kevin Zaborney, quien concluyó que a las personas estresadas les traería una mejora si recibieran abrazos, en favor de su bienestar mental, físico y emocional.Su tesis ganó popularidad y rápidamente el 21 de enero se estableció como el Día del Abrazo.
Desde tiempos remotos, el hombre estudió los comportamientos humanos, y los analizó desde diferentes ángulos, la ciencia, la política, la religión, la cultura, y según nos internemos en cada una de esas ramas, conoceremos en profundidad cada detalles del humano vivir.
Dicen los que saben que: «Abrazar es hablar el lenguaje del corazón. Todos sabemos qué es un abrazo o en qué consiste el acto de abrazar. Según lo define la RAE en su primera acepción, sería el acto de ceñir con los brazos, aunque también señala otras como el estrechamiento de los brazos en señal de cariño o el hecho de rodear, ceñir por sí mismo».
