Día del medico de familia

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Hoy 19 de mayo se celebra el Día mundial del Médico de Familia 

 En el año 2010 la Organización Mundial de Médicos de Familia (WONCA) propuso la creación de este día, para destacar la importancia y contribución de los médicos de familia en los sistemas de salud a nivel mundial.

¿Qué es un médico de familia?

El médico de familia es un especialista que ofrece atención médica personal, primaria e integral a las personas y familias que forman parte de una comunidad. La medicina familiar es una especialidad médica, con una formación científica que tiene una duración de 3 años.

Entre sus principales funciones se destacan las siguientes:

  • Dar atención médica integral al paciente, de acuerdo a su perfil de edad, sexo, patología o grupo de riesgo, que incluye el abordaje de aspectos biológicos, psicológicos, laborales, familiares y sociales del individuo.
  • Transmitir información relacionada con la promoción de salud, diagnóstico precoz y prevención de enfermedades, tratamientos, rehabilitación y cuidados paliativos.
  • Asistencia y atención a pacientes en Centros de Salud, en domicilios y en el ámbito comunitario.
  • Orientación a las personas acerca de la oportunidad, uso y acceso a los niveles de atención dentro del sistema de salud, según sus necesidades de atención.

WONCA: una organización internacional

La Organización Mundial de Médicos de Familia, denominada en inglés World Organization of National Colleges, Academies and Academic Associations of General Practitioners/Family Physicians (WONCA), es una organización a nivel internacional afiliada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reúne a universidades, academias y asociaciones interesadas en la práctica de la medicina general o de familia.

Fue fundada en el año 1972 y actualmente cuenta con 120 organizaciones de 99 países, representando a más de 500.000 médicos de familia en todo el mundo. Su principal misión es mejorar la calidad de vida de la población, mediante la aplicación de estándares de atención en medicina general y de familia.

Asimismo, fomenta y apoya el desarrollo de organizaciones académicas de médicos generales y de familia, así como la investigación educativa en materia de salud y atención médica.


Dra. Verónica Tambucho, médica en Medicina Familiar y Comunitaria

“La idea es que estemos inmersos en la comunidad donde estamos trabajando”

Verónica Tambucho, es médica especializada en Medicina Familiar y Comunitaria, trabaja tanto en ASSE como en Centro Médico. Además, es docente universitaria en la Facultad de Medicina en su especialidad. En diálogo con EL PUEBLO nos cuenta de qué trata su trabajo.

– ¿Cuál es el rol que cumplen los médicos de familia?

– Hay gente que cree que una es un médico general que de alguna forma vemos a niños, pero en realidad el ser médico de familia es una especialidad de la Facultad de Medicina que lleva tres años de estudio, además de la carrera de doctor en medicina general. Se trata de una especialidad que nos habilita a hacer controles de las personas en todas las etapas de su vida, algo que termina siendo muy rico porque vamos a atender a los abuelos, a los adultos jóvenes, a los niños, a los adolescentes, o atender a una misma persona a lo largo de todo el recorrido de su vida de esa familia. Entonces, tenemos como la función de acompañar los diferentes procesos de salud, hacer muchas actividades de prevención de enfermedades, promoción de salud y por supuesto, también acompañar en los procesos patológicos, o sea cuando las personas se enferman. 

Así que acompañamos en el estado de buena salud haciendo actividades de prevención y en los estados de enfermedad y de rehabilitación también, porque muchas veces una persona puede hacer, por ejemplo, un ACV, está unos días en CTI o en sala de hospital, sale de alta y el médico de familia es el que después va a acompañar su rehabilitación, a prevenir que no hayan nuevos eventos, nuevas complicaciones. Inclusive muchas veces somos como el nexo entre la familia del paciente y los especialistas como el cardiólogo o el neurólogo, que a veces son más difícil de acceder en el sistema de salud de acuerdo a como está planteado.

El médico de familia no solo tiene atención en la policlínica sino que también tiene atención en el domicilio a personas que muchas veces no son auto válidas, que están de repente con otras complicaciones, acompañando a la familia en un largo proceso de enfermedad crónica o que está en un proceso terminal, porque conocemos a la familia, al usuario o paciente y también a la comunidad donde estamos trabajando, porque nuestra especialidad se llama Medicina Familiar y Comunitaria. Entonces, conocemos algunas barreras que pueda haber para acceder a los servicios de salud, o barreras culturales que puedan haber también, porque la idea es que estemos inmersos en la comunidad donde estamos trabajando.

– ¿Cómo sería la forma de acceder a sus servicios como médica de familia? ¿Se le asigna la familia o piden por usted de acuerdo a la zona en dónde trabaje?

– En realidad, no hay tantos médicos de familia en Salto de acuerdo a cómo está planteado actualmente nuestro sistema de salud, otra cosa es cómo idealmente tendría que ser. También es diferente para lo que es un usuario de ASSE como uno de Centro Médico por cómo están hechos los servicios de salud en Salto y de Uruguay en general. Si bien estamos en una etapa de cambio en la forma de asistencia, las personas acceden al médico de familia como en cualquier otra especialidad, como pasa con el cardiólogo, si alguien necesita consultarlo, va y saca fecha para él, nada más que a veces no está tan visualizada nuestra especialidad como tal, entonces nos encontramos dentro del repertorio de médico en medicina general, pero con las diferencias que le acabo de referir. 

En realidad, el médico de familia debe trabajar muchas horas en una misma policlínica periférica en primer nivel de atención, que serían las policlínicas de los barrios, donde desarrollamos nuestra actividad, y poder atender a las diferentes edades, porque a veces la policlínica se divide en policlínica de niños, de edad adolescente, adulto mayor, va todo separado, entonces el médico de familia podría atender a todos esos grupos etarios.

Lo ideal sería que pudiésemos trabajar de manera geo referencial, es decir, solo en un barrio, con una población limitada para poder llegar a conocer a todas esas personas, porque la atención del médico de familia tiene la particularidad de que no es una atención puntual, por ejemplo, por una gripe o por un problema cardíaco, sino que es una asistencia longitudinal. Eso quiere decir que lo voy a atender a lo largo de toda la vida.

– ¿Tengo que ser usuario de ASSE o de la mutualista para acceder a sus servicios como médico de familia?

– Habemos médicos de familia en los dos prestadores de salud acá en Salto, ahora, no todas las policlínicas están pensadas como de medicina familiar. Yo atiendo en medicina general, pero cuando veo a mis usuarios les explico la importancia de esta atención longitudinal y por qué es importante el concepto del médico tratante, de ir siempre con el mismo médico porque conoce todos sus estados de salud y se los atiende cada vez que necesitan y no necesitan contarnos toda su historia médica porque ya lo conocemos, y sabemos incluso cuáles pueden ser las cuestiones motivacionales que lo pueden estar moviendo y conocemos a toda su familia, lo que lo vuelve una atención bien integral. 


Dr. Carlos Rattín, Adjunto a la Dirección del Hospital Regional Salto

Dr. Carlos Rattín

Las diferencias y aspectos en común que hay entre los médicos de referencia y los médicos de familia

Carlos Rattín es Adjunto a la Dirección del Hospital Regional Salto, médico de larga trayectoria y experiencia, la que comparte en esta oportunidad con nuestros lectores sobre el tema de médico de familia, donde marca la diferencia con el médico de referencia. Dentro de los aspectos en común, se marca una presencia más cercana y personalizada con los pacientes, haciendo un seguimiento de la evolución del estado de salud de cada persona.

– Recuerdo que cuando niño teníamos nuestro médico de familia y luego se perdió, ¿se está volviendo a esa práctica?

– Tenemos que diferenciar entre el médico de referencia y el médico de familia. El primero es aquel médico que antiguamente se le llamaba médico de cabecera, o sea, normalmente es una de las metas prestacionales que le exigen a distintas instituciones que cada paciente elija a un médico de referencia, que es al que uno debe llegar, que lo ve, lo estudia, analiza y en caso de ser necesario, lo deriva a un especialista a los efectos de ser siempre la misma persona que ve al paciente como un todo, si no, la tendencia de la medicina venía a sectorizar, por ejemplo el cardiólogo para el corazón, el otorrino para garganta y oído, y nadie medía al paciente como una unidad, como un todo, como debe ser. Eso es lo que hace el médico de referencia, que antiguamente era el médico familiar.

Después está el médico de familia, que son médicos referentes que se disponen en distintas zonas de la ciudad, que tienen asignado un cupo de familias a la que le hacen el seguimiento tanto de salud como de control de embarazos, educación en salud. O sea, esa es la tarea con una dedicación mayor en horas y asignado a un barrio. Había en Barrio Uruguay, en Barrio Williams, por ejemplo, que cumplen esa tarea, lo que eran las policlínicas vecinales. Ahora no se han nombrado nuevos, era un cargo que en su momento salieron unos cuantos, que tenían ese cometido. Era tomar una población de referencia y tenían que encargarse que las vacunas estuvieran al día, que se hubiesen hecho el Papanicolaou, la mamografía, un control regular de los embarazos. Esa era la tarea del médico de familia.

– ¿De cuántos médicos de familia se disponen en Salto?

– Esos datos se vinculan a la RAP, pero tengo casi la seguridad de que habían seis, distribuidos de acuerdo a las policlínicas de la RAP. Luego fueron creciendo la población en las Unidades Básicas de Asistencia, se fueron agregando más médicos de medicina general y en algunas especialidades, fundamentalmente la ginecología, la pediatría, a los efectos de detectar y controlar los embarazos, cosa que sean detectados precozmente, que sean embarazos controlados y que no lleguen al momento del parto sin control, lo que logró un abatimiento importante en los riesgos y en la mortalidad infantil, porque antes eran madres que llegaban sin control, sin medicación, sin estudio, y directamente a tener familia.

Hay que tratar de volver al médico de cabecera, el médico de familia, porque es importante ver al ser humano como un todo, no compartimentado por sectores especializados y subespecializados, que era a lo que iba tendiendo la medicina, pero perdíamos el objetivo general que era no solo la parte física, sino también la parte psíquica, la parte familiar y emocional como un todo, que en definitiva, son los conceptos que rigen la definición de salud.

– Recuerdo que el médico de familia iba a domicilio, ¿en este caso se plantea lo mismo?

– Sí, los médicos de familia hacían las visitas en los domicilios ya sea porque habían enfermos o porque hacían una visita regular para ver cómo estaba todo, para ver si se estaba tomando la medicación, si se habían hecho los controles, si había alguien que estaba embarazada y no se estaba controlando, si los niños estaban en la escuela, si los niños habían recibido la vacuna. Ese era el objetivo que tenía ese médico de familia con esa población. 


El Dr. Hertz Ganzo rememora un tiempo en que “el paciente era paciente y amigo”

Nacido en Melo, Hertz Ganzo Álvarez concurrió en esa ciudad a la escuela y el liceo. Se fue luego a cursar Medicina en Montevideo, donde coincide en los estudios con quien sería luego su esposa, la Dra. Dora Piriz (nacida en Tacuarembó), una vez recibidos (él con especialización en Radiología, ella en Anestesiología) y ya casados, se radican en Melo. Siete años trabajaron entre Melo y Pando. Seguidamente se instalan en Salto (los motivos pueden ser una buena próxima nota, pero dice Hertz que fue “un poco por casualidad”). Y aquí, ya hace 50 años que residen. Recuerda, entre los primeros colegas con los que compartió en Salto, a Cuculic, Amorim, Revetria, Villar…. 

Luego dice que entre los problemas que nota actualmente está que “hoy en día los especialistas no hacen medicina”, y al preguntársele a qué se refiere, explica: “claro, no hacen medicina sino que uno se ocupa de la garganta, otro de la rodilla, otro arregla una vértebra…El paciente tiene que ser visto desde adentro y de forma integral”. 

En cambio él, según cuenta “agarraba todo, tenía que entender de todo para atender bien todo, lo mío era ver a la persona por dentro…Por ejemplo me pasaba que un cirujano me preguntara exactamente dónde estaba la apendicitis de una persona, y yo le decía si estaba bien pelviana, o contrariamente más arriba…”. Luego piensa y expresa: “Tuvimos profesores de primera, por eso pudimos hacer medicina de primera, y además nosotros invertíamos en aparatos que nos permitieran hacer las cosas mejor”. 

¿QUÉ ENTIENDE POR MÉDICO DE FAMILIA? 

Ante esta pregunta, responde de inmediato: “Eso éramos nosotros y es lo que no veo ahora, ahora ha cambiado la cosa. Yo iba a ver un paciente porque sabía dónde vivía, sabía por supuesto su nombre y apellido, y sabía por ejemplo que la señora sabía hacer buenos pasteles. Entonces le decía: A ver, haga algunos pasteles mientras charlamos y examino a su esposo. Entonces así hablábamos de política, del caballo que ganó el domingo, de todo un poco. De esa manera, el paciente era paciente y amigo”. 

En tanto consultado por qué cambió eso, dice enfáticamente “No lo sé”. Al preguntársele si no será por una cuestión de tiempos con los que hay que cumplir, porque en general los médicos hoy andan corriendo, Ganzo se tomó unos instantes para razonar y comentó: “pero corren porque quieren correr; yo tenía tiempo para todo. Las consultas en consultorio empezaban a las 3 de la tarde, un día le digo a un paciente: su reloj está mal, está marcando las 12 y deben ser las 9 recién. No, doctor, son las 12, me dice el paciente. ¡Y eran las 12, y yo ni cuenta me había dado! Con razón me dolían tanto los hombros…”.

¿EN QUÉ AYUDA A UN MÉDICO CONOCER MÁS DE CERCA AL PACIENTE?

Con esta pregunta se entusiasma Ganzo, se acomoda en el sillón y luego de afirmar que “ayuda mucho”, empieza a narrar: “por ejemplo porque a veces es el paciente mismo el que inventa algunas cosas, y lo hace para que se le preste más atención. Que le preste más atención el médico, la familia, y generalmente la señora. Y la mujer lo mismo… Si habré examinado mujeres que no tenían nada significativo y sin embargo me decían que les dolía acá y allá y que la comida les caía mal o que no podían dormir bien. En realidad eran cosas para llamarle la atención al marido, que trabajaba en el Banco, que era buen mozo y que tenía su cosecha en el Banco (risas)… Entonces yo aparte lo llamaba al marido y le decía mirá que tal y tal cosa…Un día me visita una señora, una paciente, digamos que se llamaba María. Se puso a fumar y a contarme cosas. No se olvide que se fumaba incluso adentro del consultorio. Bueno, ella me empieza a contar su historia y tanto habló que me dio datos que ni se dio cuenta. Cuando termina la historia, de ella y del marido y que no andaban bien las cosas, yo le dije: María, ya me habló de usted y de su esposo, ahora quiero que me hable de su amante. La mujer pegó un salto para atrás y no podía creer, porque además le dije: su amante es mucho más joven, vive cerca de su casa, usa championes y vaquero, y la visita pasado el mediodía. Pero yo sabía todo eso porque mientras ella hablaba yo había ido prestando atención a todo lo que me decía y me había dicho todo (risas)… En eso agarra otro cigarro, medita un instante  y me dice que el amante vivía al lado y que saltaba el muro para visitarla. ¿Qué hago, doctor?, me dijo, y yo le dije: póngale una escalera para que no sea tan peligroso si cae del muro (risas)… Pero así, a ese punto conocíamos a los pacientes”. 

LA INFLUENCIA DE LA TECNOLOGÍA 

“La tecnología es una cosa que ha avanzado para bien por un lado y para mal por otro”, sostiene el entrevistado, y fundamenta: “ahora con los ecógrafos, el resonador, los tomógrafos computados, etc., ni que hablar que se ha avanzado por ejemplo en detección de enfermedades, pero lo malo es que el médico dice: que pase por el tomógrafo que yo después leo. Entonces después lee en la computadora si el paciente tiene tal o cual cosa; eso antes lo hacíamos mediante un interrogatorio, por eso digo que con la tecnología también se despersonalizó la medicina”.


Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria
Dr. Roberto Varela

“Mucha gente reclama volver a la antigua medicina…La medicina se fue especializando tanto, que fue perdiendo la parte humana” 

Hay muchas personas que pueden quizás desconocer que ser Médico de Familia es actualmente una especialización más. Lo es en nuestro país desde hace más de 20 años, más precisamente desde el año 2001. De lo que se ocupa el profesional que opta por esta rama de la medicina, es de atender “a todos”, no hace diferencia entre partes del cuerpo humano, ni en determinadas características de las personas. Es médico de toda la familia, lo que implica además, la tarea de llevar adelante talleres, cursos e instancias similares, dirigidas a la comunidad en general y abiertas a ella.

En Salto, un ejemplo de ello es el doctor Roberto Varela, a quien se lo ve precisamente con mucha asiduidad participando de charlas sobre diversos temas (alzhéimer, obesidad, diabetes, hipertensión, etc.) , especialmente (aunque no solo) en sus lugares de trabajo: la UBA de barrio Malvasio y la policlínica del barrio Dos Naciones.

Roberto Varela nació en Montevideo en 1976. Se recibió como médico general en el año 2003. Luego cursó la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, de la que además es docente.

De todas estas cuestiones dialogó con EL PUEBLO para el presente informe:

-Hablemos de lo que es esta especialidad en sí, porque hay quienes desconocen incluso que existe…

Esta especialidad es lo que antiguamente se llamaba “médico de cabecera”, que existía en Uruguay, y desde el año 2001 es una especialidad reconocida por la Escuela de Graduados y es en definitiva el médico de referencia, o de cabecera, o el médico que atiende a toda la familia. O sea, no distingue por edad, ni por sexo, ni por enfermedades, sino que atiende a todo el mundo.

-¿Es una especialidad como cualquier otra? Cardiología, urología, pediatría, etc.

Sí, es una especialidad como cualquier otra especialidad médica. En Uruguay está desde 2001, en otros países desde mucho antes, y se considera que es la especialidad que funciona como puerta de entrada al sistema de salud, justamente por su amplia gama de prestaciones.

-¿En su caso dónde se desempeña?

Actualmente me desempeño en la UBA 8, de ASSE, y en la Policlínica de Medicina Familiar y Comunitaria del Centro Médico, que está en el barrio Dos Naciones, además del trabajo como docente en el Cenur.

-Médico de Familia es algo que mucha gente reclama que tiene que volver, ¿lo ha notado? Pero lo suyo es eso…

Claro, mucha gente reclama volver a la antigua medicina, porque de a poco la medicina se fue especializando tanto, pero tanto en órganos y en enfermedades, que en algún momento fue perdiendo la parte humana, entonces eso es lo que la gente reclama ahora. Y precisamente la Medicina Familiar y Comunitaria hace mucho hincapié en retomar el humanismo médico. Es una especialidad que por la cercanía que tiene con las personas, está obligada a retomar ese humanismo. O sea que partimos de un médico generalista, o un médico de cabecera, hace muchos años, luego la tecnología fue llevándonos cada vez más a ir perdiendo ese médico generalista e ir yendo hacia la ultra especialidad, y ahora nuevamente se pretende volver al médico de familia.

-Tenemos entendido que está constantemente en actividades con la comunidad más allá de la atención a un paciente, ¿es así?

Sí, porque además de atender a toda la familia, el médico que tiene esta especialidad desarrolla actividades en la comunidad, actividades de educación para la salud, de promoción de la salud, que de alguna manera completan su accionar dentro y fuera del consultorio.


Callejeras

Los salteños recordaron médicos de antes y opinaron sobre la atención de la salud

Esta vez EL PUEBLO salió a las calles a conversar con los salteños sobre el tema de este informe, pero eligió menos personas (que en informes anteriores) para que cada una se explayara más. Sabíamos que recordar “médicos de antes” iba a dar buen material y así fue. Aquí parte de lo recogido:

-Raquel, 78 años, empresaria jubilada:

“Te puedo decir que ahora me vienen al recuerdo los doctores Rodríguez Arrarás, Rodríguez Iribarne, Federico Umpierre…También Óscar Alonso, que era un médico rural que estuvo muchos años radicado en Colonia Lavalleja; el neurocirujano Reyes; un doctor de apellido Franco, que era paraguayo; Fernando Mazzulla Elola, que era gastroenterólogo y la señora, Martha Albisu de Mazzulla, una gran pediatra que falleció hace poco…A todos los recuerdo como muy buenos médicos. Creo que tenían una dedicación más minuciosa que los médicos de ahora, pero no voy a juzgar los motivos porque no conozco lo suficiente el tema, cada uno tendrá sus motivos”.

-Jorge, 74 años, maestro jubilado:

“Estoy pensando por ejemplo en Nelson Vigo, oftalmólogo y psiquiatra, lo tuve como profesor de Psicología en Magisterio. Pienso también en Carlos Pigurina, como doctor en medicina general y como urólogo; cuando trabajé como maestro en la escuela 25 de Cerros de Vera, Carlitos concurría en avión a la policlínica, el piloto del avión era Heber Rattin. Un día planificamos una clase con el tema Corazón y Sistema Circulatorio. Todavía recuerdo la emoción y el nerviosismo de los niños cuando con el estetoscopio los hizo escuchar el sonido de sus propios corazones…Otro recuerdo es de los doctores Luis Alberto y Celeste Belzarena, hermanos, él cirujano y ella pediatra. Los conocí cuando hubo un tremendo siniestro en la casa de mis abuelos. Explotó un primus y dos tías resultaron con quemaduras hasta de tercer grado. Fueron atendidas allí mismo por este doctor, el que luego de trabajar más o menos una hora solicitó que lo fuera a ayudar su hermana Celeste. Yo era niño y me impactó la forma de atender a los pacientes y familiares, con mucha profesionalidad y simpatía. Pasaron los años y con 17 años, ya estudiando Magisterio, Luis Alberto, Beto, fue mi profesor de una asignatura llamada Higiene, donde aprendíamos sobre síntomas y especialmente prevención de enfermedades. Fue un profesor muy querido por los estudiantes”. Finalmente recuerda: “Carlos Bortagaray…un hombre bonachón, alto, delgado, algo encorvado, me enyesó el brazo derecho por una fractura que me hice cuando tenía 2 años. Y otra anécdota es que mi hija amaneció un día con una mancha roja en el pecho, era domingo de mañana temprano, muy asustados la llevamos al consultorio de Bortagaray en calle Rivera. Nos atendió muy amablemente, sin conocernos. Nos tranquilizó, le recetó una pomada, y al irnos le pregunté cuánto le debíamos. Vayan tranquilos, no me deben nada, nos dijo. Así era el Dr. Bortagaray. Muchas veces caminaba por los pasillos del hospital rodeado de estudiantes de Medicina, algunos médicos después como Da Rosa, Decoud, Del Pino, Girard…Bortagaray era aficionado a la pesca, iba todos los días al río, pero antes, se daba una vueltita por el hospital para visitar los pacientes en Sala de Cirugía. Prueba del afecto que le tenían todos, fue el homenaje en vida que le hicimos los salteños. Fue un asado en el Estadio Dickinson, asistió medio Salto. La mitad de la cancha de fútbol, lado norte, estaba repleta de mesas largas de caballete con bancos largos y sillas. En la otra mitad se instaló un escenario donde actuaron diversos conjuntos musicales y estaba una hermosa lancha que le regalamos con el valor del ticket. Fue un acontecimiento que no creo que se repita con persona alguna”.

 -Rosario, 67 años, ama de casa:

“Uno de los que me acuerdo se llamaba Onofre di Carlos, era médico y político, vivió en calle Uruguay al 300 y luego se mudó a calle Brasil, también al 300, en la casa donde hoy vive el Jefe de Policía. Pero Salto ha tenido grandes médicos que se dedicaban realmente a las familias de los pacientes, o sea, a atender al paciente y las familias, por ejemplo la doctora Belzarena, pero también su hijo Scaparoni, un pediatra excelente fue Invernizzi, y así varios…”.

-Roque, 52 años, comerciante:

“Todos los tiempos son distintos, los bolicheros tampoco atendemos igual ahora que hace 30 años capaz. Los médicos lo mismo, aunque me parece que antes tenían más tiempo, supongo que atenderían menos gente, no sé, y eso es lo que la gente valora de antes, esa dedicación. Pero no sé si eran mejores o peores médicos, eran distintos simplemente. Ahora estoy pensando en un médico que me atendió un buen tiempo y le decíamos “el flaco Pérez”, Pérez Silva si no me equivoco. También estaba Pérez Álvarez. Y después más acá (en el tiempo) Campos, Villar, Mazzulla, Gómez Pereira como cardiólogo, Benquet, un muy buen médico era Enzo Arce, yo no tengo nada en contra de ninguno de ellos, te repito que serían otra formas capaz, pero no sé si mejor o no…”.

-Ramón, 68 años, empleado municipal jubilado:

Esta persona, entre varias cosas que comentó, dijo que quería compartir “una curiosidad”, y entonces contó: “le voy a nombrar a cinco médicos que los hijos fueron médicos también y tuvieron, o tienen, la misma especialidad de los padres: “Orestes Invernizzi, pediatra; Carlos Cuculic, traumatólogo; José Yarruz, cardiólogo; Guillermo Abadie Gutiérrez, otorrinolaringólogo y Hugo Olaizola, cardiólogo”.

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