Federico Camiña, nació el 6 de febrero de 1971.
Es el actual Director Técnico de Malvín, uno de los equipos protagonistas en los play off de la Liga Uruguaya de Básquetbol.
Quienes por estos lares salteños, hagan del básquetbol un deporte para disfrutar (lo es), podrán reconocer a través de las emisiones de VTV, la postura singular del estratega malvinense.
Se lo ve pasional. De los que no oculta la adrenalina de cada minuto y en cada partido.
Camiña parece vivirlo desde el imperio de su querer. De su buscar.
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En la semana que va terminando, no faltaron partidos por los play off y Malvín volvió a enfrentar a Urupán de Pando, el único equipo del Interior en la Liga Uruguay de Básquetbol.
En los últimos minutos, Malvín padecía en grande y Urupán había plasmado una ventaja sideral. Pero el básquetbol (saben los entendidos), es un deporte que puede variar un resultado en menos de un minuto, a partir de la eficacia que se sostenga.
Lo cierto es que en pleno descalabro del equipo playero, Federico Camiña solicitó un tiempo. Los jugadores de Malvín para ser blanco de la exposición de su DT. Pero antes que nada, Camiña elevó el tono de voz y se lo pudo escuchar claramente: «DEJENSE DE LLORAR, defiendan…¡mierda»!
Le puso énfasis a dos palabras: LLORAR primero y MIERDA después.
Es cosa real que en determinadas circunstancias del partido que se juegue, la suma de vocablos desde un DT, válidas para que impacten en las fibras emocionales de los jugadores, capaces de potenciar el resultado.
Lo que se dice: un cimbronazo.
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DESDE LA INTELIGENCIA
Y DESDE EL CORAJE….
Cuando los jugadores de Malvín retornaron a la escena del partido, LA ACTITUD FUE OTRA y la consecuencia, a la medida de una reacción casi antológica que sirvió para vencer y prolongar la ilusión de avanzar a las semifinales de la Liga Uruguaya de Básquetbol.
Es necesario recalar en los dichos de Federico Camiña, PORQUE SE CONVIRTIERON EN ALGO MÁS QUE UNA SEÑAL. En un perfecto despertar de conciencia grupal, demostrando que nada se gana con «llorar un fallo adverso», sino que se trata de rectificar errores
A TRAVÉS DE LA INTELIGENCIA Y EL CORAJE, SABIAMENTE AMALGAMADOS.
Pero además, el DT, reveló hasta un sentir íntimo que no guarda tanta relación con la estrategia: basta de reclamos, basta de lamentos, basta de quejas, basta de broncas, basta de traslación de culpas, etc.
El DT de Malvín dejó la enseñanza: la verdad de una reacción NACE A PARTIR DE UNO EN PRO DEL EQUIPO. Aquel accionar de Malvín, que parecía herido de muerte, admitió que rectificar es posible, DESDE EL ESPÍRITU COMBATIVO Y LA CERTEZA TÉCNICA.
Malvín salió de la pesadilla. Se transformó en vida y canto de ganador.
Un tal Federico Camiña, tuvo demasiado que ver. Y que sepa a la distancia: nos dejó una enseñanza a todos.
No solo una enseñanza deportiva.
Una enseñanza…..también de vida.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
