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domingo, febrero 23, 2025
EL PUEBLO
Columnas De Opinión

Descubriendo un proyecto donde se investiga y rescata parte de la historia familiar donde los adolescentes son protagonistas

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Entrevista a Cynara Mendoza

ynara Mendoza es antropóloga y profesora de Historia de 1° y 3° del Liceo Santa Cruz, quien ha profundizado en algunos aspectos de un proyecto que se viene realizando en dicho centro de estudios sobre las identidades familiares y el rescate de su propia historia.

  • ¿En qué consiste el proyecto en el que está trabajando?
  • En el Liceo Santa Cruz vienen trabajando hace muchos años en un proyecto que se llama «Genealogía de los Apellidos», que lo que buscan hacer es que los chiquilines se apropien de su propia historia a través de una técnica que es la historia oral. Entonces, lo que hacen los chicos es preguntar en sus familias, generar un árbol genealógico y compartir algunas peculiaridades, historias, anécdotas que les cuenten de sus familias. Es así como después de muchos años tenemos mucha información, son muchos alumnos, van pasando los años, esa información se va recopilando, digitalizando y se despliegan a partir de ahí diferentes proyectos. Hay una profe que trabaja con el tema juguetes, entonces esa parte de información va para ella. Hay otros profesores que trabajan con la parte de ferrocarriles, con la parte comercial de la zona, y así es un proyecto institucional en donde muchos profesores participan y los protagonistas son los estudiantes, que son quienes aplican en campo estas técnicas que enseñamos en el liceo, y después ellos las aplican.
  • ¿Cómo han tomado los chiquilines esta investigación?
  • Al ser ellos parte fundamental de la construcción de la historia, porque no solo sirve para este tema en particular, sino para todos los otros trabajos. Una vez que ellos ponen en práctica técnicas de investigación, de los más básicos, pero no importa, ellos averiguan cosas, tienen un foco de atención que son los apellidos, la genealogía, los inmigrantes, en algunos años han sido juguetes, pero tienen un objetivo. Buscar información da ciertas herramientas para después cuando se ponen a leer historia, se pongan en el papel del historiador, que hace preguntas sobre el pasado buscando información. En ese sentido es muy valioso. En este año en particular, estuve a cargo de una visita guiada que hicimos por la Zona Este, que vendría a ser como un anexo de este gran proyecto que es «Genealogía de los Apellidos».
  • ¿En qué consistió esa visita guiada?
  • Le pusimos por nombre «Zona Este Patrimonial», se trata de un tour cultural en el que los estudiantes guiaron a los vecinos y a familiares en el Fin de Semana del Patrimonio por distintos puntos de la Zona Este, de su barrio que ellos visitan todos los días yendo al liceo. Entonces, tomamos dos puntos principales, que son el lugar que ocupó la Capilla Alberdi y el ferrocarril. ¿De dónde sacaron los datos? De entrevistas que venimos realizando por este proyecto de «Genealogía de los Apellidos» hace ya unos cuantos años. Esas entrevistas quedaron grabadas, por supuesto que con el permiso de los entrevistados, los chiquilines observan algunos segmentos que seleccioné para ellos, extraen lo que más les llamó la atención, y ese día, comparten información con el resto del público. Lo más lindo es que, además, salió de ellos vestirse de época, entonces tuvimos que hacer nuevas preguntas, porque el foco de las preguntas no había sido la vestimenta, pero a ellos les interesó, así que estuvimos investigando sobre cómo se vestían antes, y eso sumó un atractivo extra porque mientras íbamos contando quienes pasaban para ir a la Capilla Alberdi, por ejemplo, que eso nos lo contó Sagnol, ahí decíamos los nombres e iban pasando señoras con mantilla con la descripción de los propios vecinos que habían vivido y visto eso.
  • ¿Viajaban imaginariamente de esa manera al Siglo XIX?
  • Exactamente, Siglo XX y XIX. Muchas de las entrevistas se basaban en recuerdos de los parientes. Entonces, había cuestiones que eran bastante antiguas y después otras que capaz para nosotros no nos parece tan lejano, porque lo tenemos presente por lo que vivieron nuestros padres, por ejemplo. Pero para estos chicos que nacieron en una sociedad interconectada, es muy extraño conocer a alguien que venía del exterior y ver por primera vez a alguien que se vestía distinto a ellos, todo gracias al tren, es algo que no se pueden imaginar. Querer ir todos juntos a ver llegar al tren, porque allí traían noticias de afuera, venían los diarios, venían visitantes extraños. Ellos tienen tal acceso a la información que no se imaginan cómo era tener ese vínculo tan fuerte con el ferrocarril.
    -¿Cómo surgió la idea de hacer este proyecto?
  • El más grande, el de «Genealogía de los Apellidos», es parte del área de Ciencias Sociales del Liceo, yo me siento más impulsora de esta visita guiada, porque en realidad tiene que ver con gustos personales. Trabajé muchos años en la cultura, he trabajado en el Cabildo de Montevideo y estuve a cargo de algunas actividades que implicaban este tipo de recorridas y de opciones para la persona que le interesa la historia. No se trata de parte de la educación formal. Y ahora que se sumó en mi vida la parte de la educación formal en el liceo, parecía natural unir estas dos cosas, esta experiencia que tenía que me parece tan rica de salir al barrio, de recorrer, vivir la historia y llevarle esta experiencia a chiquilines.
  • ¿Bajar a tierra lo que dicen los textos y los libros para convivir con la historia?
  • Exactamente.
  • ¿Qué la llama más vocacionalmente, la docencia o la historia?
  • En mi caso, ese recorrido es bastante complejo. Soy antropóloga y técnica en museos, después, más tarde en mi vida, hice formación docente. Cuando estaba en el liceo no me gustaba la historia, sin embargo, cuando estuve estudiando antropología, porque siempre me interesó el ser humano en sí, entender la cultura y lo simbólico, pero con el variante tiempo adentro, sí me encantaba.
  • La historia y la antropología tienen puntos de contacto, siendo herramientas auxiliares.
  • Exacto, pero si pensamos que la antropología en realidad estudia al Hombre en el contexto de la cultura, sus símbolos, pasa a ser herramienta para conocer otras cosas, como fechas, recordar a grandes hombres, eso no me interesaba mucho, sin embargo, sí me interesan los procesos, lo cotidiano. Y docente es algo que medio siempre fui, porque o enseñaba inglés o daba visitas guiadas que tiene mucho de docencia también.
  • Para hilar más fino, ¿cuál sería la diferencia entre la Antropología y la Historia?
  • El factor tiempo, algo que ya pasó, es la gran diferencia. Hay un antropólogo que me gusta mucho, que se llama Tim Ingold, que dice que la Antropología es la filosofía, pero con el Hombre adentro. Creo que la Historia es la Antropología con el tiempo adentro. Entonces, creo que se hacen preguntas muy similares, tienen otras técnicas para estudiar, y eso hace que cambie todo, porque poder hablar con las personas no es lo mismo que tener que analizar los vestigios que nos dejan. No es lo mismo estudiar a una persona que vivió en la Edad Media que estudiar a una persona con la que convives, y eso es fundamental en la Antropología. Pero esas preguntas son muy similares, y las cuestiones del ser humano que interesan también.
    -Antropológicamente, ¿cómo es el uruguayo hoy?
  • Qué pregunta. Hay personas que estuvieron toda su vida trabajando para responder a preguntas mucho más simples y concretas, y el camino de la ciencia ha hecho que esas preguntas sean cada vez más micro. Hay unos memes por ahí que se ríen de esto diciendo que los historiadores en el Siglo XIX hacían la Historia de Francia, y escribían once tomos desde el paleolítico hasta el momento actual, y hoy los historiadores se preguntan qué pasó desde abril hasta mayo en un pueblo de Tucumán. Son mucho menos ambiciosos con el universo de estudio que se ponen. Así que, ante su pregunta, no me animaría realmente a responder, pero sí que tenemos algunas características que algunos antropólogos uruguayos muy valiosos nos iluminan al respecto, como por ejemplo, el hecho de nuestros símbolos y signos políticos, cómo elegimos las fechas en que festejamos nuestros acontecimientos, algunas luchas simbólicas que hay allí, como la Marcha del Silencio, el homenaje a La Bandera que hicieron los militares y cómo estos signos y símbolos, dependiendo de los grupos y de las reivindicaciones que tienen, asumen formas bastante particulares en Uruguay. Me interesa también el tema de los monumentos y cómo se ha construido la identidad nacional sobre ellos, tanto los Artigas que aparecen en todos lados, que esa es otra de las tareas que me gusta hacer con los chiquilines, buscar fotos, hacer cacerías de Artigas que aparece hasta en la sopa, pero también los monumentos al mate, fiestas como la Patria Gaucha, donde hay un análisis que es más de asado que de academia, pero que lo suelo repetir bastante, que es el que a los salteños les falta como una Fiesta, porque todo pueblo tiene una fiesta, como la Fiesta de la Tararira, y acá como que ninguna fiesta sobrevive.
  • La Expo Salto tiene 113 años…
  • Solo la Expo, y es una expo, no es una fiesta propiamente. Pero la Fiesta de la Naranja, ¿cuántas veces se intentó hacer y luego cae? Con la Fiesta de la Cerveza pasó lo mismo. Habiendo tantas cosas que identifican a Salto, como sus termas y, sin embargo. De todas formas, ese análisis, ya le digo, no es antropológico, es más de asado.
  • ¿Cómo piensa que nos verán los antropólogos del futuro dentro de unos 300 años?
  • Pobres, los compadezco (risas), porque con toda la información que tendrán, porque es impresionante cómo nos gusta dejar registro de absolutamente todo, somos unos pesados. Los historiadores del futuro van a tener un trabajo descomunal. Me encantaría saber qué piensa un adolescente del Montevideo colonial, sobre los ambientes, los olores, los colores que hacían parte de su vida. Pero, si alguien se hace esa pregunta dentro de 200 o 300 años sobre nosotros, va a tener muchísima información. El tema es, cómo hago entre ese mar de información para encontrar cosas valiosas. Antes, si quedaba algo guardado, tenía que ser alguna cosa legal, una denuncia o si no, que alguien explícitamente guarde algo para la posteridad. Pero ahí ya uno lo hace analizando que alguien lo va a leer. Pero imaginémonos, ¿qué hace una persona dentro de 300 años analizando un baile de Tik Tok? (risas) ¿Qué dice eso de nosotros? Ese será el reto para los cientistas sociales del futuro.
  • Volvamos al tema original, ¿cómo sigue el proyecto de investigación que están llevando adelante en el Liceo?
  • La idea es seguir creciendo, hacer que sea parte de los atractivos turísticos de la ciudad de la Semana del Patrimonio ofrecido por estudiantes. Eso es lo que más me interesa, porque los adolescentes siempre están en un rol de espectador, y me gusta que estén con un rol protagónico, y después eso en la clase provoca que rinda más frutos porque así ellos empatizan con los historiadores. No me interesa que aprendan una historia estática sino algo que siempre esté en discusión, con nuevas preguntas que generen nuevas teorías y conocimientos. Por eso me gusta esto del dinamismo y de tener a los adolescentes como protagonistas.

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PERFIL DE CYNARA MENDOZA

Soltera. Es del signo de Capricornio.
De chiquita quería ser paleontóloga o actriz.
Es hincha de Defensor.
¿Una asignatura pendiente? Escribir un libro.
¿Una comida? La lasagna.
¿Un libro? «La invención de Morel» de Bioy Casares.
¿Una película? El Club de la Pelea.
¿Un hobby? Pintar.
¿Qué música escucha? De todo, últimamente Aretha Franklin.
¿Qué le gusta de la gente? Lo raro que somos.
¿Qué no le gusta de la gente? Lo raro que somos.

Por: Leonardo Silva

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