Cuando a los 11′ del segundo tiempo, la decisión de Marcelo Izaguirree no fue otra que la de sancionar un penal que simplemente existió y Roger Galeano definió en gol con lujo de pegada bien contra el palo de Yeikol Prado, a la medida misma de un trámite para el reino del equilibrio.
Acaso lo que le faltaba al partido. Que más allá del sentido práctico de River Plate, surgiese la consigna de El Tanque, pasando de la circulación a la eficacia.

Incluso fue la constante del primer tiempo. Porque es verdad que el River de Torrens fue más directo. Más vertical. Menos expuesto al toque lateralizado.
Por eso Alvaro Rodríguez evitó dos situaciones netas. Por eso en los 28′ la pelota llegando desde la derecha los pasó a todos y apareció en soledad, Acevedo.
Acomodó el cuerpo y le pegó soberbio. Un estallido en las piolas. El 1 a 0.
La sensación fue siempre esa. Por eso River Plate en el segundo tiempo, fue abriéndose paso, para edificar tres puntos a la medida. Porque a partir del retorno de Alan Aranda, el equipo del «Ale» fue ganando jerarquía a la hora de la construcción.
En los 18′ de la recta final, la habilitación del «Tiki» fue perfecta. Le puso la pelota en la cabeza de Gabriel de Souza. El frentazo fue letal. El 2 a 1.
Hasta que en los 27′, maestría de contragolpe y el «Gaby» otra vez para disparar de derecha y establecer el pronunciamiento definitivo.
No solo por el 3 a 1, sino por la diferencia de razones tácticas para el manejo de la situación, River se hizo anticipo y frontón. El Tanque fue a media luz y opacando vías, incluso cayendo en la repeticiones, y expuesto a la magia de Roger Galeano que llega un momento que hace lo que puede. Y a veces más no puede.
Con Aranda en cancha, para River es casi disponer de un siete de espada con todas las de la ley. Hacerse propietario de la pelota, explorar la misión de ataque y es la puñalada que acecha o es el toque que fortalece el control del dominio.
Con el «Tiki» todo es posible.
La razón del 3 a 1. Los tres puntos para el fin de play off que no se abandona, mientras que el descenso es un acoso que no le falta a su cuenta. ¡Qué misteriosa esta resolución de los que tienen que mirar para arriba y hacia abajo también!
Mientras este River por lo menos ayer, soboreó la recompensa del operativo ejecutado. Desde Aranda siempre y desde De Souza de River. De ese Gaby….¡ni hablar!
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-