Este año por primera vez habrá celebraciones de “la Noche de la Nostalgia”.
El año anterior no sólo que no hubo celebraciones, sino que las mismas fueron prohibidas y tanto sus realizadores, como sus participantes sancionados.
Este año en que la pandemia parece desacelerarse y los uruguayos, en general estamos optimistas en que pronto esté totalmente dominada, se han autorizada las fiestas conciertas limitaciones y protocolos.
El hecho constituye un verdadero desafío. Antes de salir a festejar con todo el derecho del mundo, los uruguayos deberíamos poner en la balanza lo que estaríamos ganando y qué estaremos arriesgado perder por esta salida.
Es probable que nunca se darán todos los elementos juntos que nos garantizarían que podríamos salir tranquilos y seguros de que luego no lamentaremos las consecuencias de dicha noche de diversión.
En suma, entendemos que es tan válido salir a divertirse en esta noche tan particular, como decidir quedarse en casa, reuniéndonos únicamente con los seres familiarmente más cercanos.
Si por segunda vez se posterga y relega la salida que muchas veces es de las pocas que se hacen en el año, creemos que será muy difícil que quien lo haga se muestre dispuesto en alguna ocasión a intentar recuperar esta salida tradicional.
Por lo tanto entendemos y compartimos la decisión de salir en esta oportunidad, pero algo “sine qua non”, respetando a rajatabla el protocolo y los elementos dispuestos para la oportunidad.
Lo que tenemos que tener muy claro es que la pandemia no ha sido vencida. Que el panorama es auspicioso, pero no en absoluto, tanto es así que algunos pueblos de la región aún enfrentan situaciones de muchos riesgos, sobre todo por la aparición de una de las cepas más contagiosas que se conocen.
Dentro de este panorama tenemos una alta vacunación que es motivo de regocijo y satisfacción, y en esta etapa surgen nuevas dudas, siempre las hay, y no siempre son basadas en argumentos sólidos y creíbles.
Uno de ellos, quizás el de mayor peso es el referido a la duración de la inmunidad en cada caso. De todas formas creemos que la salida de esta Noche de la Nostalgia está justificada. Lo que no quiere decir que esté exenta de riesgo.
Que quede claro participamos de la decisión de festejar, aún bajo riesgo de arriesgar la salud, pero no imprudentemente, sino todo lo contrario, respetando las disposiciones y con el debido control. Porque tenemos entendido que es el momento para hacerlo.
A.R.D.
